Con tan sólo 18 años dejó la Cueca Minera para marcharse con su familia a la ciudad vasca de Galdácano, una tierra en la que se integró rápidamente, aunque no olvida sus raíces

Nacido en la calle Puebla de Nerva hace 66 años, la vida del nervense Juanma Nogales Delgado cambió cuando tenía 18 años. Hasta ese momento, sus días habían transcurrido entre su localidad natal y las aldeas de Marigenta y La Naya, donde residían sus abuelos. Y es que su padre era peón caminero, así que viajaba mucho por Huelva y, aunque durante un tiempo fue con él, su madre decidió dejarle con mis abuelos unos años. Una etapa de su vida de la que tiene muchos recuerdos, especialmente de su abuelo, que, según dice, “era un genio”.

Pero, su vida dio un giro cuando, tras cerrar la mina, la empresa propuso a su padre trasladarse a Huelva, Dos Hermanas (Sevilla) o Galdácano, en el País Vasco. Y, según nos cuenta, “mi padre siempre ha tenido un espíritu muy aventurero y, entonces, de todas las opciones posibles, eligió marcharse al norte”.

Realmente, fue un cambio importante, pero que acogió de forma muy positiva, porque, nada más llegar, se integró en la sociedad vasca, se adaptó muy bien. “Siempre he sido muy crítico con la forma de vida de los británicos. Porque los ingleses crearon una organización en Huelva en la que, es verdad que desarrollaron la cultura del trabajo, pero, luego, tenías que gastar el dinero en el economato, los bares y los servicios que ellos ponían, con lo que cual se trataba de una explotación total. Desde que nacías tenías tu camino marcado, no había otras opciones fuera de este círculo. De hecho, yo estudié en la Escuela Profesional con la única finalidad de trabajar después en la empresa. Porque no había otras alternativas”, nos comenta.

Este minero por el mundo asegura que “cuando me marché y me despegué de mi zona de confort, tuve una involución total en la sociedad vasca y, excepto el idioma, me acomodé rápidamente. No se me olvidaba mi tierra de nacimiento, pero me adapté con mucha rapidez a mi nueva situación de vida en la sociedad vasca”.

Juanma-Nogales

Tanto es así que en poco tiempo se casó con una chica euskera, luego se separó y después volvió a casarse con una madrileña a la que conoció a través del sindicato. Juanma tiene dos hijos que hablan mejor el euskera que el castellano y que, aunque les gusta Andalucía, donde hacen su vida es en el País Vasco.

En la actualidad, Nogales Delgado reside en la localidad de Zeánuri (Vizcaya), de donde ha venido a pasar unos días a Nerva con el objetivo de preparar una exposición de mostrará próximamente en el Centro Cívico Cultural de la localidad nervense. Una muestra fotográfica dedicada a los bosques del norte de España.

Como aficionado a la fotografía desde siempre –ya tenía una cámara cuando se fue a la mili con 20 años-, su objetivo es aportar su visión del microclima de los bosques del norte de España, que considera que “son espectaculares. Así, podré traer al sur este conocimiento”. Un ámbito, el de la imagen, en el que siempre intenta ir mucho más allá de lo que ve. En este aspecto, le interesa mucho “el ciclo del agua, tener un diálogo con la naturaleza para conocer si una gota de agua pasa más de una vez por un mismo lugar. Soy ecologista y creo que para ser de izquierdas sólo tienes que ser ecologista. Es decir, si amas la naturaleza, ya eres de izquierda”.

Y no es extraño que se encuentre estos días en la provincia de Huelva, porque, a pesar de que lleva muchos años afincado fuera, suele venir cuatro o cinco veces al año, más aún ahora que se encuentra jubilado. “Con el tiempo, vuelvo a Andalucía emocionalmente. Siempre vengo a mi tierra a cargarme la batería de sol y de fuerza. Porque Huelva tiene una luz diferente. Siempre me acuerdo de su luz y del olor del campo. Es algo que tengo fijado en mi mente. Además, echo mucho de menos la playa. Es más, suelo entrar por Zufre y siempre cuando llego a Huelva me paro en el arroyo de Zufre para oler todo lo que es la tierra. Así me cargo de energía”, nos cuenta.

Profesionalmente, Juanma ha sido analista químico de investigación y desarrollo en Maxam, anteriormente Explosivos Riotinto, la mina de Galdácano, una empresa en la que han trabajado sus padres y tíos y ahora lo hacen sus hijos. Una entidad en la que ha sido miembro del sindicato CC.OO.

Con todo ello, para terminar, este nervense asegura que “cada vez que veo la Cuenca Minera me pregunto quién se queda con la gran riqueza que tiene esta tierra. Por eso, animo a los mineros a que reclamen su derecho, porque estamos destruyendo toda esa riqueza que tiene la zona minera. Me pregunto si no tenemos la capacidad de explotar nuestros recursos, en lugar de hacerlo una empresa que paga un sueldo”.

En definitiva, su mensaje final es: “Esta es tu riqueza, aprovéchala. No dejes que se la lleven. Tu riqueza eres tú y tu tierra, disfrútala, no dejes que nada que se la lleve”.