El fotógrafo nervense Ramón Garher dejó el anonimato hace unos años, especialmente tras participar en 2013 en la exposición colectiva ‘8 miradas’, organizada por el Ayuntamiento de Lucena de Córdoba en el Palacio de los Condes de Santa Ana, en la que se aglutinaron los trabajos de los andaluces más representativos de la fotografía contemporánea de boda.

Una muestra en la que este profesional de Nerva mostraba su estilo elegante y contemporáneo a la hora de realizar los reportajes de boda, en los que resalta el alma de los protagonistas, cuidando al máximo los pequeños detalles en cada una de sus imágenes. Una exposición fotográfica en la que, junto al nervense, mostraban sus obras siete artistas representantes de cada provincia andaluza, de ahí que Ramón trajera luego esta propuesta a Nerva, donde se mostró en 2014.

Ya entonces, se pudo ver su concepción minimalista del reportaje de boda, un estilo propio que ha llamado la atención de firmas tan reconocidas como Custo Barcelona o Pronovias. Y es que Garher dirige su propio sello fotográfico y colabora estrechamente con editoriales relacionadas con la moda y con empresas organizadoras de bodas y otros eventos, por lo que poco a poco ha adquirido cierta distinción en el panorama nacional de la fotografía contemporánea de boda.

Asimismo, y como autor, Ramón Garher imparte seminarios y workshops sobre la materia y ha llevado a cabo diversos proyectos expositivos de otros ámbitos, distintos al sector de la moda o de boda. Prueba de ello, son sus fotografías nocturnas en lugares insólitos de la Cuenca Minera de Riotinto, las Salinas de Cádiz o las zonas rocosas de Portugal, y en las que, según sus propias palabras, trata de “mostrar la magia que estos paisajes esconden bajo la noche, paisajes de una naturaleza cambiante, que sigue su curso y que te dan pie a interpretar la realidad conocida desde otro punto de vista”.

Tras todos estos logros, Ramón se siente especialmente orgulloso de su pueblo. Tal y como nos cuenta, “para todo nervense, sería un orgullo llevar a su pueblo como bandera. Así cómo otros vecinos ya lo hicieron en el pasado. Independientemente de ello, en mi caso, me mueve un sentimiento interior, dado que tengo la necesidad de devolverle un favor a esa tierra, puesto que, gracias a sus paisajes, se fomentó mi interés por la fotografía, y hoy puedo dedicarme profesionalmente a esta disciplina. Por ello, intento saldar esa deuda con mi pueblo”.

Este profesional de la fotografía llegó a este sector casi de forma casual, puesto que “la primera vez que accidentalmente topé con un equipo fotográfico tuve claro la necesidad de experimentar todas aquellas facetas que esta profesión podía aportarme. Así que, después de heredar mi primera réflex analógica, mi dedicación a la fotografía fue en aumento con el paso de los años”. A partir de aquí, se convirtió en profesional, aportando un estilo propio en el que siempre ha mantenido “la filosofía por crear e innovar, con el fin de explorar nuevos caminos en esta disciplina”.

Una forma de crear muy especial que se refleja en sus creaciones, muy personales y llamativas, llegando a convertirse en todo un arte.

Fotos: Ramón Garher