Tras estudiar Bachillerato y COU en el IES Cuenca Minera de Minas de Riotinto, Mª Concepción Lillo Delgado, Conchi Lillo, se marchó a Salamanca a estudiar Biología, licenciatura que finalizó en 1996. Una formación que esta riotinteña completó con el Doctorado en Neurociencias por esta misma Universidad en 2001, obteniendo el Premio Extraordinario de Doctorado. Un postgrado que le permitió llevar a cabo diversas estancias de investigación en el extranjero, como sucedió en la Universidad de Lund, en Suecia, en la Universidad de Tübingen, en Alemania y en el Kelloggs Eye Center, de Michigan, USA. Una formación muy destacada que esta científica onubense completó en Estados Unidos, en The Scripps Research Institute en La Jolla, California, donde estuvo desde 2002 hasta 2006.
A lo largo de su trayectoria, Conchi Lillo ha escrito más de 50 artículos científicos, algunos de ellos publicados en revistas de reconocido prestigio internacional, tales como Nature, Science, Neuron, PNAS, Journal of Clinical Investigation o Nature Genetics, entre otras.
Todo ello le permitió reincorporarse al Departamento de Biología Celular y Patología de la Universidad de Salamanca en julio de 2006, gracias a un contrato Ramón y Cajal. En la actualidad, Conchi es profesora titular del área de Biología Celular en la Facultad de Biología de Salamanca, puesto que ocupa desde 2011.
Con este excelente bagaje, esta bióloga onubense acude este sábado, 27 de enero, a Minas de Riotinto a la jornada Ciencia es Femenino, un evento organizado por la Asociación Cultural ‘El Doblao’ y coordinado por fieldworkRIOTINTO en colaboración con la Diputación Provincial de Huelva. Una propuesta que nos adelanta en esta entrevista ofrecida a Tinto Noticias.
–Conchi, este fin de semana vienes a la Cuenca Minera. ¿Con qué fin?
-Lo hago con mucha ilusión, porque, a pesar de que estoy implicada en muchas actividades de divulgación de la ciencia, nunca había venido a mi tierra con ese fin. La gente de la Asociación ‘El Doblao’, junto con Fieldwork Riotinto, han organizado una jornada preciosa en la que quieren acercar la ciencia a su pueblo de la mano de mujeres científicas que se criaron en él. Una jornada que han titulado Ciencia es femenino. Me parece una actividad muy interesante, porque aborda dos temas de actualidad: promover la visibilidad de la mujer en la ciencia, ya que siguen faltando mujeres en puestos de este tipo, y el acercamiento de la cultura científica al entorno rural, muy necesario hoy en día, sobre todo, para alimentar la motivación de los jóvenes y el interés por estos temas.
Durante la mañana de este sábado, 27 de enero, participaré en unos talleres para escolares que tendrán lugar en el Cine Teatro ‘Juan Cobos Wilkins’ de Riotinto, junto con otras científicas riotinteñas. Mi intención es pasar un buen rato acercándoles el conocimiento que tenemos sobre la percepción visual mediante juegos con las ilusiones ópticas. Por la tarde, a partir de las 18.30 horas, estaré en el bar La Soleá, también junto a otras científicas, y en mi charla hablaré sobre neurociencias y los mitos que hay sobre el cerebro de una forma distendida, y espero, que amena. Creo que pasaremos un buen rato. Yo estoy encantada de participar y muy agradecida por la invitación.
–¿En qué estás trabajando en estos momentos?
-Como profesora de la Facultad de Biología de la Universidad de Salamanca, imparto docencia de grado en las Facultades de Biología y de Farmacia y en el Máster de Trastornos de la Comunicación. Tengo mi propia línea de investigación en el Instituto de Neurociencias de Castilla y León (INCYL) y trabajo en el área de la Neurobiología de la Visión. Además, estoy adscrita al Instituto de Investigaciones Biosanitarias de Salamanca (IBSAL). Y, desde el año pasado, soy directora del Servicio de Microscopía de Nucleus.
En el Laboratorio, estamos investigando los mecanismos celulares y moleculares involucrados en algunos trastornos degenerativos del sistema visual, como las cegueras, y también hacemos estudios en el resto del sistema nervioso central.
–El dedicarte a este tipo de proyectos es el sueño de muchos investigadores. ¿Cómo te han ido surgiendo estas oportunidades?
-Si pienso en cómo he llegado hasta donde estoy ahora, me doy cuenta de que nada ha surgido de forma espontánea. Todo lo que he ido alcanzando a lo largo de estos años se debe a mucho esfuerzo, mucho trabajo, tanto a la hora de mi formación en la Universidad, como en la obtención del Doctorado en Salamanca y mi trabajo en Estados Unidos, en el que no dejé de aprender. Gracias a los resultados que obtuve tras cuatro años de trabajo en Estados Unidos, pude regresar a España con un contrato Ramón y Cajal y, tras cinco años de mucho trabajo, pude opositar para una plaza de Profesora Titular de Universidad. La investigación, además, siempre me atrajo, desde que estaba en el instituto. Y he tenido la inmensa suerte de poder dedicarme a lo que me gusta, tanto la docencia como la investigación, después de mucho esfuerzo. Lo que estamos desarrollando en la actualidad en el laboratorio, junto con mi grupo de investigación, me satisface mucho.
–¿Tienes algún proyecto de cara al futuro?
-De momento, poder seguir investigando en lo que me gusta y me apasiona. Hoy en día, no es fácil, ya que la financiación pública de la investigación básica, que es a la que me dedico, es bastante escasa. El día a día en un laboratorio es bonito e ilusionante, pero se hace muy duro por la escasez de fondos para llevarlo adelante. En el futuro próximo, espero poder seguir dedicándome a la investigación, que tanto me llena.
–¿Algo que te gustaría conseguir?
-Me gustaría poder aportar con nuestras investigaciones algo de luz y esperanza a las personas afectadas por ceguera. También me gustaría que mis alumnos de la Universidad de Salamanca consigan alcanzar las metas que se propusieron cuando entraron en la Universidad y que me recuerden como una buena docente que les ayudó a ello. Eso me encantaría.
–A nivel personal, ¿se echa mucho de menos Huelva?
-Se echa de menos a la gente, por supuesto. Pero tengo la suerte de tener mucha familia en Riotinto, aunque ahora mismo ya falten personas muy importantes en mi vida. Volver cuando tengo vacaciones y visitar a mi familia me hace regresar a casa con una sonrisa. Y, siempre que lo hago, intento disfrutar al máximo de mi tierra y los míos.
–¿Qué es lo que más recuerdas de tu tierra?
-Echo de menos a mi familia, el no poder ver crecer a mi sobrina día a día y…, ¡ah! Y la buena temperatura, ya que el invierno en Salamanca es largo y muy duro.
–¿Algún mensaje a los mineros para terminar?
-Mi mensaje a los mineros es que nunca dejen de luchar. Ha habido momentos muy malos que se han superado con esfuerzo. Los sigue habiendo, pero salir adelante se consigue con un trabajo conjunto y esfuerzo por parte de todos.
Por mi experiencia, y lo que veo desde fuera de la gente joven de Riotinto, puedo decir que hay mucha gente que se esfuerza día a día para sacar proyectos adelante. A los jóvenes les diría que hay que seguir formándose, aprendiendo y superándose cada día. No se consigue nada sin esfuerzo. Mucho ánimo y adelante.