Este onubense, criado entre Nerva y Berrocal, es uno de los principales organizadores de la Convivencia Rural de Berrocal, que este año 2019 celebra su octava edición del 11 al 13 de abril

Nacido hace 36 años en Huelva, Abel Calero es una persona ligada desde siempre a la Cuenca Minera, puesto que pasó su infancia y su juventud entre Nerva y Berrocal, además de vivir en la actualidad en el municipio berrocaleño, donde se desarrolla como apicultor. Un oficio que ha visto en casa desde siempre, puesto que la apicultura era la profesión de su padre. Es más, según nos cuenta, “desde los 13 o 14 años, le he ayudado en verano en las labores de extracción de miel. Cuando dejé de estudiar, empecé a ayudarle más de lleno y, mientras combinaba varios trabajos esporádicos en Berrocal, comencé con una pequeña explotación propia que ha ido creciendo poco a poco. Espero algún día poder dedicarme por completo a este a este oficio que, aunque es sacrificado y un poco inseguro, me permite trabajar en la naturaleza de un modo independiente, siendo dueño de mi trabajo”.

Y es que Abel, como nos cuenta en esta entrevista, es un auténtico enamorado de la naturaleza, fomentando actividades e iniciativas que contribuyen a su conservación y cuidado.

-Abel, la apicultura es un sector fundamental para la biodiversidad, pero quizás un poco olvidado.

-Bueno, últimamente parece que está creciendo, tanto el interés por la miel de calidad como la conservación de la biodiversidad en la que, como sabemos, las abejas juegan un papel fundamental. Sin embargo, echo en falta ayudas por parte de las administraciones al sector, como, por ejemplo, un mayor control y/o prohibición de plaguicidas que afectan a las abejas o en el etiquetado claro de la miel, como ya se ha hecho con la leche o el jamón curado, para que el consumidor pueda conocer la procedencia del producto que toma, ayudándolo así a elegir una miel de calidad, cercana y libre de adulteraciones como, en ocasiones, podemos encontrar en los lineales de cualquier supermercado.

Abel Calero dos

-Como amante de la naturaleza, ¿cómo es vivir en Berrocal?

-Berrocal me ofrece calidad de vida en muchos sentidos. Poder alimentarme de muchos productos locales y, que en algunos casos yo mismo produzco, como son los huevos, los productos de la huerta o la miel, vivir literalmente a un paso de la naturaleza, para mí es muy importante. Poder salir a disfrutar de ella con solo cruzar dos calles es todo un placer. Además, para lo pequeño que es este pueblo, tiene una oferta cultural y de ocio bastante buena, como son Las Cruces de Mayo, San Juan, San Lorenzo, las jornadas micológicas, El Trail ‘La Sonrisa de Rafa’ o la Convivencia Rural de Berrocal, entre otras muchas.

Lo que más me preocupa de Berrocal es la despoblación que sufre que, como pasa en otros muchos núcleos rurales, como no se tomen medidas a este respecto, va a dejar muchos pueblos vacíos en poco tiempo.

-De hecho, organizas eventos que difunden lo rural. ¿Qué aceptación suelen tener este tipo de iniciativas?

-Cuando empezamos a organizar la Convivencia Rural de Berrocal ni siquiera sabíamos si habría una segunda edición. Así que, si en esa época alguien me hubiera dicho que esta historia duraría al menos ocho años, con una afluencia de visitantes cada vez mayor y unas colaboraciones tan variadas y de tanta calidad de manera desinteresada, no me lo habría creído.

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-¿Cómo se presenta este año la Convivencia Rural de Berrocal, que se celebra del 11 al 13 de abril? Va ya por la 8ª edición.

-Lo que podemos destacar de la programación es que hay clásicos, como la risoterapia, el senderismo, el yoga o el intercambio de semillas que no van a faltar. Pero, además, os puedo adelantar dos interesantes colaboraciones de esta octava edición, como son las de Carlos Taibo, profesor de Ciencias Políticas y de la Administración en la Universidad Autónoma de Madrid, además de editor y escritor, y Sirifo Kouyate, artista de origen africano, nacido en Kolda al sur de Senegal, que vendrá a ofrecernos un concierto con su Kora, un instrumento que consta de 21 cuerdas, aunque toca otros instrumentos, como el Dyembe. Junto al concierto, también nos ofrecerá una charla, donde, entre otros temas, nos hablará sobre su proyecto de creación de un conservatorio en su tierra, para dar la oportunidad de dar a los jóvenes senegaleses una salida a través de la música. Por su parte, Carlos es defensor y partidario de los movimientos antiglobalización, así como del decrecimiento económico, y vendrá a Huelva a ofrecer una conferencia/coloquio bajo el título ‘¿Porque el decrecimiento?’.

Todo esto se completa con senderismo, charlas, visitas guiadas a lugares de trabajo tradicionales, conciertos, mercadillo de artesanía y productos locales, etcétera, para hacer más atractivas las jornadas al visitante. Es importante decir que este evento se realiza solo con el trabajo de l@s voluntari@s que participan en él. No existe ningún ánimo de lucro y los beneficios, -cuando los hay-, se revierten sobre el desarrollo local, la cultura y personas o colectivos desfavorecidos.

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-¿Cómo surge la idea de poner en marcha esta iniciativa?

-La idea de poner en marcha la Convivencia surge de un grupo de amigos que, en plena crisis, en el año 2012. Viendo que las opciones laborales eran escasas y precarias, decidimos mostrar cómo en los pueblos todavía existe una forma de vida sostenible y viable a través la autoproducción y/o el autoempleo, llevando a cabo talleres donde los participantes pueden tomar contacto con oficios tradicionales y aprender, por ejemplo, a elaborar pan, queso, cerveza, cerámica, marroquinería, bioconstrución…, tomar contacto con la apicultura, la agricultura, la ganadería tradicional…

-¿Alguna novedad este año? ¿Cómo se puede participar?

-El acceso a los recintos donde se desarrolla la convivencia y la participación en los talleres que se imparten son libres y gratuitos, así que toda persona que quiera disfrutar de la programación puede venir sin necesidad de inscripción previa. Este año va a ser el primero que dure tres días. Empezaremos el jueves, 11 de abril, con la presentación y charla/coloquio de Carlos Taibo. Luego, continuaremos con charlas y mesas de debate el viernes 12. Estas dos jornadas se desarrollarán en el Centro Polivalente de Berrocal, mientras que el sábado 13 nos trasladamos a los Riscos Altos, que es un paraje en plena naturaleza, con uno de los balcones al Río Tinto más espectaculares de su recorrido, donde podremos disfrutar del resto de la programación para toda la familia que tenemos preparada, empezando, por ejemplo, con la ruta de senderismo que recorrerá el recién estrenado tramo de la Vía Verde del Tinto. Quiero destacar que este año hay un buen número de talleres en los que se va a bailar, interpretar música e interactuar entre los asistentes, por lo que recomiendo traer ropa cómoda, las pilas bien cargadas y ¡muchas ganas de pasarlo bien!

-¿Qué supone para ti Berrocal?

-Berrocal es el lugar donde se ha desarrollado la mayor parte de mi vida. Pasé mi infancia viviendo en Nerva y, durante los fines de semana, en Berrocal, por lo que se puede decir que considero que mis raíces están repartidas entre estos dos pueblos. Desde hace unos años, participo en actividades culturales y/o sociales llevadas a cabo por las Asociaciones ‘Matilde’ y ‘Asisti Cuenca Minera’ en Riotinto o por la Asociación ‘Monago’ en El Campillo, entre otras, lo que me están permitiendo conocer a gente muy interesante dentro de la Cuenca Minera de Riotinto y que son ya una parte casi imprescindible dentro de la actividades llevadas a cabo por la Convivencia Rural de Berrocal, así que se está tejiendo una plataforma de interacción entre diferentes asociaciones y colectivos que está dando y dará muy buenos frutos.