Los estudios oncológicos de esta hija y nieta de José Luis y Rotilio Martínez, en cuyo honor hay un malacate en Nerva, acaparan los titulares de los medios nacionales

Doctora en Biología Celular y Molecular, Paula Martínez es una onubense que forma parte del grupo de investigación ‘Telómeros y Telomerasa’, dirigido por María Blasco. Una profesional que, tras obtener su doctorado en la Universidad de Sevilla en el año 1995, se incorporó como becaria posdoctoral al Departamento de Bioquímica de la Universidad de Estocolmo. Posteriormente, trabajó durante ocho años en el Ludwig Institute for Cancer Research y dos años en el Departamento de Biología del Desarrollo de la Universidad de Estocolmo, centro en el que logró ser líder de un proyecto sobre los mecanismos de reparación del ADN en 2005.

En total, en Suecia estuvo residiendo once años, hasta que se incorporó hace una década al Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), un centro que ha logrado enormes avances contra el cáncer de pulmón, además de desarrollar otras líneas para retrasar los problemas que acarrea el envejecimiento.

Una trayectoria profesional de enorme relevancia para esta onubense que continúa manteniendo una relación constante con Huelva, donde tiene a su familia. Pero lo que pocas personas saben es que Paula Martínez pasó el primer año de su vida en Minas de Riotinto, una etapa que en Tinto Noticias -el periódico digital de la Cuenca Minera de Riotinto- hemos querido recordar con ella, que reconoce que «aunque sólo viví un año allí, sí que tengo recuerdos de mi infancia en la Cuenca Minera, porque mis padres se mudaron a Huelva al poco tiempo de nacer yo, pero volvíamos todos los años a la comarca para visitar a la familia».

Entre sus recuerdos de esos años, aunque no sean muchos, tiene muy presente «una rifa que se celebraba en el Club Inglés durante las fiestas navideñas. Y ese es un momento que tengo muy grabado».

Paula nos cuenta que su padre sí que nació y se crió en Minas de Riotinto, al igual que su abuelo paterno, Rotilio Martínez, que fue director general de las Minas de Río Tinto. De hecho, «en su honor hay un pozo en Nerva que se llama Pozo Rotilio. Por este motivo, mi padre y mi tío nacieron en Minas de Riotinto. Y con los años, mi padre, José Luis Martínez, que era ingeniero de Minas, también estuvo trabajando en las minas. Es más, mi familia vivía allí, pero mi madre se vino a Huelva para que yo naciera en la ciudad y luego regresamos a la Cuenca Minera, de ahí que no nací en la Cuenca, pero sí viví allí durante mis primeros momentos de vida».

Malacate Pozo Rotilio

Hay que recordar que su abuelo Rotilio Martínez falleció a causa de un accidente de tren el 15 de diciembre de 1978, estando considerado uno de los mejores ingenieros de minas, habiendo sido director de las Minas de Riotinto entre 1954 y 1970, además de consejero de Río Tinto Patiño. De ahí que, a modo de homenaje, se le dedicó el Malacate Pozo Rotilio, situado desde los años sesenta en el término municipal de Nerva.

En principio, «debí haberme criado en Riotinto, pero, a causa de un accidente que tuvo mi abuelo, mi madre tuvo que venirse a Huelva para cuidar de su familia, así que al año de yo nacer dejamos la Cuenca Minera para venirnos a la ciudad de Huelva. Eso sí, mi tío Augusto Martínez continuó trabajando en las minas, por lo que cuando teníamos ocasión regresábamos para visitar a la familia».

Por tanto, sus vivencias riotinteñas fueron cortas por motivos familiares, pero lo que no cabe duda es que los orígenes de esta destacada científica onubense se encuentran en la Cuenca Minera, un dato que hemos querido poner de manifiesto en Tinto Noticias. Una bonita historia la de esta investigadora que continuará dando titulares por sus avances científicos y que, por supuesto, no olvida a su tierra, a la que vuelve cada vez que tiene ocasión.