Esta radióloga de El Campillo, que trabaja desde 1996 en el Hospital Torre Cárdenas almeriense, impulsó la asociación desde la que dedica su tiempo libre a curar a las personas con cáncer con terapias complementarias
Aunque Rosa Vázquez Sousa lleva fuera de la Cuenca Minera de Huelva desde los 14 años, esta ‘minera por el mundo’ nacida en El Campillo en 1960 se siente más que unida a su tierra. Su marcha tan temprana de su localidad natal se debió a que se fue a Almería a estudiar en la Universidad Laboral, estudios tras los cuales hizo la carrera de Medicina en la Universidad de Granada. Posteriormente, una vez que terminó su formación universitaria, regresó un año a casa, entre 1984 y 1985, para volver a marcharse en 1986. Esta vez su destino fue Bruselas, donde realizó un Máster.
Una amplia trayectoria profesional que le trajo a Huelva en el año 1994 para marcharse de forma definitiva a Almería dos años después, en 1996. Desde entonces, Rosa trabaja como radióloga en el Hospital Torre Cárdenas de la capital almeriense, donde está centrada en las patologías de la mama.
Eligió Almería «porque me dieron una interinidad, que no era nada fácil conseguirla, más aún en un hospital provincial de referencia, donde, además, podía aplicar los temas en los que yo me había formado. De hecho, me ofrecieron el Hospital de Riotinto, pero aquí entonces no había TAC y prioricé irme a un lugar en el que hubiera un escáner como el que yo había estudiado en un lugar tan lejano como Bélgica», asegura.
Además, Vázquez Sousa ya conocía Almería, porque había estudiado allí desde los 14 a los 17 años. Tuvo que irse, porque, según nos explica, «mis padres no me podían pagar la carera de Medicina. Hay que tener en cuenta que mi padre era minero en El Campillo y, por tanto, no podía pagar dos carreras grandes para sus dos hijas. Pero me dieron una beca de Los Laborales para estudiar en un centro donde podían formarse los hijos de los obreros. Para ingresar allí tenía que sacar una nota media de notable y sobresaliente. La ayuda incluía todo. Hasta te pagaban la matrícula cuando entrabas en la universidad y te daban 600 euros».
Su balance de todo este tiempo es «bastante bueno. Estoy muy contenta por haber logrado todo lo que he conseguido. En mi época no había nada y me fui, sin saber nada de francés, a Bélgica, donde estuve trabajando y haciendo un Máster en Salud Pública».
A pesar de llevar tantos años fuera de la Cuenca Minera, Rosa no se olvida de su tierra, con la que mantiene una constante relación, dado que toda su familia vive aquí, ya sea en El Campillo, Nerva o Minas de Riotinto. «Soy la única de mi familia que está fuera», afirma. De hecho, este verano ha estado pasando unos días en Mazagón con su hermana, que estudió Magisterio.
Asociación ‘Proyecto Mariposa’
Pero, además de su vida personal y profesional, Rosa Vázquez destaca por su solidaridad e implicación con los demás. Junto a su labor médica, esta campillera decidía impulsar la creación de la Asociación ‘Proyecto Mariposa’, una propuesta que «tenía en la cabeza desde hacía mucho tiempo, porque en mi profesión te percatas de que el cáncer es una epidemia y, cada día, conoces nuevos casos que se diagnostican. Es cierto que no hay una causa concreta de esta patología, sino que es multifactorial, siendo la mayoría de sus factores de carácter externo, al referirse a la alimentación, el estrés o la contaminación. Pero, además, es una enfermedad que se asocia con el miedo, porque todo el mundo piensa cuando te diagnostican cáncer que te vas a morir. Sin embargo, es importante saber que cada vez es más alto el nivel de curación. Por este motivo, es fundamental acompañar al paciente en todo el proceso de tratamiento, sin olvidar que, además, junto a los tratamientos tradicionales, hay otras propuestas complementarias con resultados mucho más fértiles«, señala.
Esta organización nació en Almería hace una década y cada miércoles se reúne en un centro de salud de 17.00 a 20.00 horas para hacer psicoterapia de apoyo a los pacientes y sus familiares. Un momento de convivencia en el que habla sobre temas sanitarios.
«Empezamos a gestar esta idea cuatro mujeres en un bar y hoy somos muchísimos los que formamos esta asociación, que desde que se constituyera ha ayudado a mucha gente. Y eso que somos una organización sin ánimo de lucro, por lo que lo hacemos todo de forma voluntaria. Sólo tenemos una cuota y la recaudación que conseguimos organizando diferentes actividades para recaudar fondos. Queremos dar un mensaje de que hay que tener conciencia de que es un nuevo paradigma para la curación del cáncer», apunta esta radióloga.
La experiencia de esta entidad ha sido tan positiva que ya cuenta con una junta en Sevilla, donde es gestionada por una oftalmóloga, Yolanda, que también se ha dedicado a la medicina complementaria.
Para esta campillera, «el nombre elegido para la asociación es muy significativo, porque las orugas, cuando piensan que han llegado a su final, se transforman en mariposas. Hay una transformación que las vuelve incluso más bellas. Y eso es lo que le pasa a la gente que ha pasado por este proceso con nosotros, que cambian. Hay que llegar a la raíz del problema. Es más, mucha gente que ha estado con nosotros, después se incorporan como voluntarios para ayudar a otros».
Entre los consejos que ofrece esta facultativa se encuentran el llevar una alimentación sana, mantener hábitos saludables, estar en entornos libres de contaminantes…, sin olvidar que existe una medicina natural que, como asegura, «aunque haya muchas reticencias por el desconocimiento en general, puede ayudar a mucha gente«.
Con todo ello, para terminar, Rosa Vázquez deja un mensaje claro para todos: «Que no tengan miedo, que no se conformen con la medicina convencional, porque también hay terapias que ayudan. No se trata de dejar la medicina convencional para nada, porque cura, sino que también hay terapias que pueden sumar, permitiendo que los tratamientos sean mucho más efectivos. Debemos confiar, porque nuestra actitud es fundamental en el proceso de curación. El médico es un profesional de apoyo, pero el verdadero responsable de la enfermedad es el paciente, que debe tomar conciencia de forma activa durante todo el proceso».
Es más, esta campillera se ofrece a orientar o ayudar a quien lo necesite. Para ello, tan sólo tienen que contactar con el ‘Proyecto Mariposa’, donde recibirán información.