Médico por vocación, se encuentra al frente de este servicio del hospital de Huelva en el que está trabajando desde hace 22 años

El Hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva hacía oficial la pasada semana el nombramiento de Ángel José Rojas Alcario como jefe de Traumatología del centro hospitalario, un médico natural de Minas de Riotinto. Esta designación, tal y como explica Ángel a Tinto Noticias, la acojo “de forma satisfactoria, puesto que estoy muy contento de ocupar esta responsabilidad, en la que venía trabajando ya desde hacía tiempo, desde hace un año aproximadamente. Y la verdad es que Traumatología es un área que conozco bien, porque llevo trabajando aquí toda la vida. Es mi profesión de siempre”.

No en vano, Rojas es un profesional que eligió hacer la carrera de Medicina por una cuestión vocacional, dado que “siempre me había gustado. Desde pequeño”, según afirma. Y eso, a pesar de que no cuenta con antecedentes familiares en este ámbito, sino que fue una decisión totalmente personal.

Por este motivo, nada más terminar el instituto, tuvo claro cuáles serían sus estudios universitarios. Para ello, se marchó a Sevilla a estudiar Medicina en la Hispalense. Y, posteriormente, tras acabar la carrera, hizo prácticas en el Hospital de Minas de Riotinto durante los veranos. Es más, este riotinteño recuerda que, “tras acabar los estudios, estuve dos años como generalista en Minas de Riotinto y, luego, me puse a estudiar el MIR, logrando plaza en la especialidad de Traumatología, una formación que hice en el Hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva, donde ya me quedé trabajando”.

Como se puede comprobar, por tanto, toda una vida en esta área del hospital que conoce a la perfección, después de 22 años de trabajo en ella. En este tiempo, confiesa, “he visto de todo aquí, conociendo la evolución que ha tenido este centro a lo largo de más de dos décadas. Por ejemplo, he vivido tres jefaturas. Y, ahora, me ha tocado la fundación como jefe, un puesto de trabajo ilusionante, pero que también conlleva mucha labor administrativa, por lo que debes renunciar a parte de la faceta asistencial al paciente. Pero la gestión, qué duda cabe, también es fundamental. Por todo ello, queremos dar un paso a mejor del servicio y esperemos que lo consigamos”.

Porque su objetivo en esta nueva etapa profesional es “el dar siempre la mejor atención posible al ciudadano, dentro de las limitaciones que podamos tener, poniendo el servicio de traumatología a la altura que se merece, teniendo en cuenta que somos el hospital de referencia en la provincia de Huelva, un hospital de nivel II, y, por tanto, esperando que no sea un servicio más, sino uno de los más importantes, dentro del panorama sanitario de Andalucía”.

En este aspecto, el jefe de Traumatología nos describe que esta área se encuentra dentro de las líneas generales, “contando con formación MIR y formación continuada del propio servicio, primando siempre la asistencia al ciudadano y, en general, con poca tradición investigadora, aunque intentaremos fomentarla dentro de nuestras posibilidades”.

En definitiva, una nueva y bonita etapa en su trayectoria profesional, una trayectoria que considera que ha estado llena de momentos que nunca olvidará, como “cuando saqué la especialidad en el año 2001 y, por supuesto, la evolución personal y profesional que he tenido a lo largo de estos años”.

La Cuenca Minera, una tierra que no olvida

A nivel personal, Ángel Rojas es una persona amante de su tierra natal, de Minas de Riotinto y de la Cuenca Minera en general. Un lugar que, para él, “está cargado de recuerdos de mi infancia y mi juventud. Porque, después, me marché a Sevilla a estudiar y, luego, me casé y me vie a Huelva, donde resido desde entonces”.

Muchos recuerdos que mantiene muy vivos. En la actualidad, reconoce que no va a la Cuenca Minera todo lo que le gustaría, dado que, a veces, se lo impiden sus compromisos profesionales. Y, además, su mujer es de Puebla de Guzmán, con lo que los momentos libres los reparten entre la localidad andevaleña y Minas de Riotinto, donde Ángel acude a visitar a su padre, Carlos Rojas Casanova. Antes iba a ver también a su madre, pero falleció el año pasado.

Un amor a su tierra natal que ha transmitido a sus dos hijos, que han tenido siempre mucha conexión con la Cuenca, especialmente a través de sus abuelos, que han sido su nexo de unión con la comarca.

Con todo, para terminar, Ángel Rojas quiere dejar un mensaje claro dirigido a sus compañeros del hospital, porque considera que “si estoy aquí es gracias a ellos. Mis méritos son compartidos con todo el servicio. Está donde está gracias a ellos”.