Aunque nació en Minas de Riotinto, como todos los mineros de su generación, José Luis Bernal Capado es un nervense de 43 años, que lleva toda la vida dedicado a la música. De hecho, comenzó estudiando el grado elemental en el Conservatorio de Nerva para, posteriormente, continuar sus estudios en Sevilla, donde hizo grado medio con el profesor Antonio Ureña y grado superior con Francisco Cano.
En este punto, según nos cuenta, “cuando acabé los estudios, trabajé como profesor de música en Secundaria durante 4 años y, posteriormente, pasé a ser profesor de trompeta del Conservatorio de Nerva”. Una etapa tras que se trasladó al Conservatorio Cristóbal de Morales de Sevilla. Luego, en 2004, aprobó las oposiciones del Cuerpo de Profesores de Música y Artes Escénicas, actividad docente que, desde 2006, compagina con la labor de director y profesor de trompeta en el Conservatorio de Utrera.
Una interesante trayectoria profesional que hemos querido conocer en profundidad a través de esta entrevista, concedida a Tinto Noticias.
– José Luis, ¿cuándo y por qué surge tu amor por la música?
-Mis inicios en la música fueron de pura casualidad. En mi familia no había ninguna tradición musical y, fue en el colegio, cuando todos mis amigos se apuntaron a un taller de música entre una amplia oferta de optativas que se podían hacer en la escuela. Yo, para no ser menos, elegí música también. Ese taller lo impartía D. Fernando Lepe y fue él quien consiguió que se despertara en mí la pasión por la música. Fernando era el director de la Banda de Música de Nerva y, enseguida, vio en mí cualidades para esto y me invitó a que fuera una tarde al local de la banda.
Nada más entrar supe que eso era lo que yo quería ser de mayor. Allí empecé a tocar el fliscorno. Además, Fernando, junto a otros compañeros de la banda, como Florencio, Sánchez, Julio, etcétera, me tomaban las lecciones de solfeo. De esa manera empecé en el maravilloso mundo de la música.
-¿Qué estás haciendo en la actualidad?
-Desde hace 12 años, soy el director del Conservatorio Elemental de Música ‘Ana Valler’ de Utrera, labor que compagino con otras actividades, todas ellas relacionadas con la música.
-¿Qué labor desarrollas en este centro?
-En el Conservatorio, además de todo el trabajo referente a la dirección, lo que supone que cada día tenga algo que hacer, soy profesor de trompeta. Tenemos matriculados a 32 alumnos de trompeta y yo me encargo, junto con otro compañero, de darles clase todas las semanas.
-¿Destacarías algún proyecto de los que has desarrollado?
-Destacaría todo lo referente a la organización del Conservatorio, algo que me fascina. Pero, además, me gustaría mencionar especialmente la preparación de un musical que venimos realizando en nuestro centro para final de curso desde hace 6 años. Es un proyecto en el que participan casi 120 alumnos y nos llevamos preparándolo desde inicios de curso, cuando comenzamos a realizar los arreglos de las canciones que se van a representar en el espectáculo.
-Tu trabajo te lleva a vivir fuera de Huelva. ¿Se echa mucho de menos la Cuenca Minera?
-Sí y no. Porque, hoy en día, gracias a las redes sociales, estamos más cerca de la tierra que queremos. Además, tengo en Nerva a toda la familia, por lo que estamos al día de todo lo que pasa por allí.
-¿Sueles venir mucho?
-Menos de lo que me gustaría. Antes iba a Nerva todos los fines de semana, pero, desde hace un par de años, voy sólo cuando puedo. Tengo dos hijos que se van haciendo mayores y cada vez tienen más necesidad de quedarse en Utrera, porque tienen actividades que realizar aquí. Los dos tocan la trompeta y entre ensayos con bandas, orquestas, cursos, conciertos, concursos, etcétera, apenas tenemos un fin de semana libre.
-¿Algún mensaje a los paisanos mineros para terminar?
-Dar un saludo para todos. Decirles que yo, al igual que todos los que estamos fuera de la Cuenca Minera, tenemos siempre presente a nuestra tierra allí por donde estemos. Así que nada, que tengo muchas ganas de ver el Malacate que está a la entrada de Nerva por El Peral (risas).
Y, por último, aprovecho esta oportunidad para animar a todos los jóvenes, y no tan jóvenes, de la Cuenca a que estudien música en el Conservatorio. En Nerva tenemos la suerte de tener un Conservatorio, en el que trabajan grandes profesionales, y seguro que os alegraréis enormemente cuando vayáis conociendo qué se puede hacer con las corcheas y las fusas.