Declarado Bien de Interés Cultural en 2005, es una obra de ingeniería muy singular que refleja claramente la historia de la industria de la Faja Pirítica

Muy conocida al encontrarse dividida por la carretera que une Minas de Riotinto y Campofrío, esta presa debe su construcción a la actividad minera de la zona. Siendo así, las balsas de Gossan y del Cobre cuentan con residuos mineros.

Un espacio de grandes dimensiones que comenzó a perfilarse en 1971, año a partir del cual se construyó este lugar conformado por cuatro diques levantados en cascada sobre el cauce del arroyo Rejoncillo, destinados al acopio de residuos mineros y al control de las aguas fluyentes. Un complejo que fue declarado Bien de Interés Cultural en 2005, estando recogidos sus datos en el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH).

Y, sobre todo, más allá de sus características, esta construcción garantiza el abastecimiento de agua para una parte importante de la población onubense y las actividades económicas que se desarrollan en la provincia de Huelva, en sectores tan emblemáticos como la minería, la industria o la agricultura.

Además, en los últimos tiempos, también ha entrado a formar parte de los atractivos turísticos de la Cuenca Minera. Hacer senderismo o cualquier otra práctica deportiva al aire libre por estos parajes son propuestas muy recomendables, con rutas que pueden resultar muy interesantes y educativas para conocer el sistema natural, la climatología y la historia de la zona donde se encuentran estas presas y embalses.

No en vano, el Complejo Gossan uno de los casos más significativos en la provincia de Huelva como una obra de ingeniería que forma parte del patrimonio onubense, un conjunto singular que refleja claramente la historia de la industria de la Faja Pirítica. Incluso, es una zona muy fotografiada por la creación de esculturas que desafían las leyes de la naturaleza.

Un lugar que debemos admirar, peo también cuidar. No olvidemos que el agua es fuente de riqueza, pero también una garantía para la vida.