Junto al de Riotinto, es el más característico de la Cuenca Minera y fue realizado por Tomás Vázquez González en unos terrenos cedidos por la empresa minera Explosivos Riotinto

Realizado a inicios del siglo XX, entre 1905 y 1910, por Tomás Vázquez González, en unos terrenos cedidos por la empresa minera Explosivos Riotinto, el Cementerio de Nerva está situado al noroeste del pueblo, entre escombreras de la mina, constituyendo la única referencia estable en un caos de residuos.

De planta rectangular, con un jardín longitudinal, previo al espacio central, tiene un camino central hasta la Capilla, donde se concentra su arbolado, aunque es escaso. En cuanto a su estructura, cuenta con enterramientos en el suelo, rodeado de nichos en el perímetro.

Este campo santo está rodeado por una cerca formada por pilastras, verdugadas y con coronación de ladrillo macizo y entrepaños de fábrica enjabelgada, tal y como recoge el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH). El acceso se realiza por un cuerpo de ingreso, con la misma fábrica de la cerca, flanqueado por pilastras que reciben una verja.

Según ha podido saberse por la documentación conservada en el Ayuntamiento de Nerva, anteriormente hubo otro cementerio -fechado entre 1889 y 1902- que fue sustituido por el actual, a cargo de Tomás Vázquez González, como hemos apuntado. El cementerio actual se terminó el 1 de octubre de 1910.