Empleados se concentran para reclamar a la empresa servicio de urgencias sanitarias durante las 24 horas
Un transportista que trabaja como subcontrata para la mina de Riotinto perdió una pierna este pasado lunes mientras desarrollaba su labor en la zona de trituración de las instalaciones mineras, a donde el trabajador herido había transportado, en un trailer, estructuras prefabricadas de hierro para la ampliación de la zona de almacenaje de mineral que tiene previsto acometer la promotora del Proyecto Riotinto, Atalaya.
Según han comunicado a Tinto Noticias -el periódico digital de la Cuenca Minera- fuentes del Comité de Empresa de la compañía, el accidente se produjo una vez que el transportista se bajó del camión y se dispuso a ejecutar el mecanismo necesario para descargar la mercancía, momento en el que se desplomaron dos piezas de hierro, una de las cuales le seccionó una pierna y otra cayó muy cerca de otra persona que se encontraba en la zona.
Desde el propio comité han indicado a este periódico que el trabajador herido, de 62 años, tuvo que permanecer durante 40 minutos en el lugar en que se produjo el siniestro, pues ese fue el tiempo, añaden, que tardó en llegar una ambulancia, que a continuación lo trasladó al Hospital Comarcal de Riotinto, donde finalmente le fue amputada la pierna mientras un helicóptero aguardaba junto al centro hospitalario ante la posibilidad de que la víctima del accidente pudiese requerir un traslado a otro hospital.
Ante este accidente, miembros del comité, junto a varias decenas de trabajadores de la empresa minera que se encontraban de descanso, se han concentrado este miércoles ante las puertas de la mina para reclamar a la compañía que establezca un servicio de urgencias sanitarias de forma permanente, durante las 24 horas del día los 365 días del año, tal y como ocurría, según el mismo comité, en años anteriores.
Las mismas fuentes han explicado a este periódico que el servicio médico del que dispone la empresa actualmente sólo está disponible desde las ocho de la mañana hasta las seis de la tarde.
Fotos: Rafael Cortés