Hoy, 4 de febrero de 2022, se cumplen 134 años del “año de los tiros”, todas las personas aquí presentes sabemos lo que ocurrió;  esa marcha fatídica y pacífica está grabada en la mente de quienes aborrecemos las injusticias. Por quienes reclamaron sus derechos, debemos luchar nosotros también, se lo merecen tanto o más como nos lo merecemos nosotros y nosotras, así como las generaciones venideras. Porque luchar por nuestros derechos no es un delito, es un deber.

¿Por qué estamos hoy aquí?

Porque miles de toneladas de residuos peligrosos han recorrido más de 3.000 km para depositarlos en nuestro suelo, en nuestras casas, en nuestro aire.

¿Qué dice DSM, la empresa gestora del vertedero?, que los residuos proceden de un astillero y no son especialmente peligrosos. Qué decimos nosotros: MENTIRA.

Todos son contaminantes, y los que más , el amianto y las arenas con hidrocarburos.

Estamos aquí porque tenemos  un vertedero que nos vendieron con falsas promesas, promesas que algunas de las personas que están hoy aquí creyeron y otras no, pero eso hoy da igual, la Cuenca minera hoy más que nunca debe estar unida,  esa es la única posibilidad de acabar con esta pesadilla que ya dura un cuarto de siglo.

Así como le pedimos a la clase política que tenga altura de miras ante muchas situaciones, igual tenemos que tenerla quienes a día de hoy queremos los mismo para nuestra tierra.

Estamos aquí en pie y con ganas de avanzar  para impedir también la instalación de una planta de tecno suelos en Riotinto. Esa no es forma de ayudar a desarrollar el sector turístico, más bien  es la forma de  terminar de destruir la comarca,  pero no les vamos a dejar, no mientras estemos juntos.

Estamos hoy aquí, personas de diferentes lugares y  personas de toda la Cuenca; pero lo más importante es que estamos aquí personas  de diferentes ideologías para pedir a las instituciones pertinentes, principalmente al Gobierno autonómico y central, que el cierre del vertedero tiene que ser ya una realidad, que ya no hay más tregua, que la indignación la hemos transformado en coraje y valor y que ya no vamos a parar de gritar que no queremos ser el retrete tóxico de Europa, que esta tierra no está en venta y que queremos justicia y dignidad, mucha dignidad.

NO AL VERTEDERO