Las plazas de abasto de las localidades de la comarca llaman la atención por su valor histórico y arquitectónico

Los mercados forman parte de la vida de los pueblos, lugares con encanto en los que comprar los productos frescos de cada día. Plazas de abasto que suelen situarse en los centros de las localidades y que, en el caso de la Cuenca Minera de Huelva, cuentan con una gran singularidad, puesto que muchos de los mercados de los municipios mineros son un ejemplo del patrimonio de la comarca.

Así los tienen catalogados el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH), de ahí que hayamos querido repasar cuáles son para conocer sus peculiaridades. Porque conocerlos nos permitirá valorarlos aún más.

Un recorrido que iniciamos con el Mercado de Minas de Riotinto, un edificio construido en 1932, según el proyecto realizado en 1929 por Alan Brace, que le imprimió cierto sabor regionalista, a la vez que exótico.

Se trata de un edificio de planta rectangular, que presenta una hilera de puestos y cuatro isletas de puestos centrales, que quedan divididas por dos calles. Otra de sus características es que el solar presenta un considerable desnivel, lo que obligó a diseñar una serie de graderíos en las calles interiores.

En esta plaza de abastos riotinteña, el mostrador se abre o cierra por medio de unas puertas plegables de madera y la cubierta se termina con teja plana. Los puestos centrales tienen sus piñones forrados de madera. En general, lo más llamativo del edificio es el contraste del blanco de los muros con los arcos de medio punto, similar a la entrada de un mercado árabe, con los remates de los pares de madera, más propios de la arquitectura británica.

Pero no es el único mercado llamativo en Minas de Riotinto. Porque también llama la atención el Mercado de La Dehesa de Minas de Riotinto al tratarse de un edificio de una planta construido en 1885, que se comparte en cuatro estancias, con tejado a dos aguas a dos niveles. Es curioso que los puestos dan directamente a la calle, provistos de una puerta de acceso y un gran ventanal, que se utiliza como mostrador.

En este caso, la construcción carece de cualquier tipo de decoración. Está construido en mampostería, con vanos de color verde mayor, propio de la arquitectura inglesa de la zona. Continúa en servicio, manteniendo un buen estado de conservación, aunque con numerosas modificaciones.

Dos buenos ejemplos, que no son los únicos en la Cuenca Minera, como veremos la próxima semana.

(Continuará)

Fotos: IAPH