De estética marinierista, el momento de construcción más destacado del edificio tuvo lugar a finales del siglo XVI, si bien su torre, uno de sus elementos más emblemáticos, no se erigió hasta 1606

Ubicada en la zona más elevada del núcleo de Zalamea la Real, la iglesia de Ntra. Sra. de la Asunción es un edificio de gran importancia para el municipio, puesto que su construcción parece estar asociada al origen de la localidad. Este hecho es debido a que en su cimentación aparecen restos de diferentes épocas históricas, siendo el más antiguo la puerta compuesta de un arco conopial, situada a los pies de la iglesia, y datada en el siglo XVI.

Tal y como relata el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH), “la historia constructiva de este edificio es compleja y no se conoce con detalle. En origen debió existir un primer templo mudéjar, que a mediados del siglo XVI comenzó a remodelarse”. Sea cual sea su origen, la fase de su construcción más importante se produjo a finales de ese siglo, del XVI, cuando el edificio adquiere mayores dimensiones y nueva configuración de su espacio.

En su diseño se siguió la estética marinierista, presentando como elementos más destacados los pilares de sección curva y las bóvedas de la cabecera. Eso sí, su significativa torre no se erigió hasta 1606, siendo obra de Vermondo Resta. La obra finalizó en el año 1631.

Posteriormente, desde finales del siglo XVII y principios del XVIII, la iglesia de Zalamea tuvo una segunda fase constructiva, que estuvo dirigida para rehacer la torre, que se vio afectada por un movimiento sísmico, además de intervenirse en la sacristía y las bóvedas del coro.

No hay que olvidar que la torre se encuentra junto a la cabecera en el lado de la Epístola, siendo uno de los elementos más destacados del conjunto. “Destaca el cuerpo de campanas, cuyos vanos presentan una composición de tipo serliano con un arco de medio punto flanqueado por vanos adintelados menores. Consta de cuatro ménsulas en cada uno de sus flancos, que se corresponden con sendos pedestales y pilastras con incrustaciones cerámicas que flanquean los vanos”, describe el Instituto de Patrimonio.

En cuanto a su estructura arquitectónica, el IAPH señala que “el templo tiene planta de
salón con tres naves, siendo la central más ancha que las colaterales, todas ellas separadas por arcos de medio punto ligeramente peraltados y apoyados con columnas toscanas sobre basamento octagonal-rectangular. Presenta cabecera plana”.

Otro elemento importante es la capilla mayor, correspondiente al presbiterio, que se abre a la nave central mediante un arco de medio punto, cubierta por bóveda nervada igual a la del crucero, conformado por tres brazos iguales. Las naves laterales se cubren con bóvedas, llamando la atención el ala del Evangelio, donde se abre una pequeña capilla cubierta por bóveda. También comentar que a los pies de la iglesia se encuentra el coro en dos niveles.

Por último, en el exterior de este templo hay dos portadas: la del lado sur, con un vano adintelado, y la portada del lado del Evangelio, de características similares aunque con amplio dintel. Junto a ellas, hay una tercera portada sin elementos decorativos que da acceso a la sacristía.

Todo ello hace de este conjunto un lugar de gran valor para el patrimonio de Zalamea la Real. Un espacio para conocer y visitar.