Jefa de Estudios del Conservatorio de Música de Huelva y presidenta de la Banda Don Justo Ruiz de Zalamea, se inició en el mundo de la música con tan sólo 8 años de la mano de su padre, una pasión que le ha acompañado toda la vida y que comparte con su hermano Bruno, también profesor en el Conservatorio onubense

Esperanza Perea Rodríguez (Zalamea la Real, 1975) permanece unida a la música desde siempre. Sus primeros estudios musicales los inició de la mano de su padre con tan sólo 8 años, unos comienzos que continuó después en la entonces recién creada Escuela de Música con Antonio Almirón, tras lo que posteriormente hizo el Grado Elemental de Clarinete en el Conservatorio de Música de Valverde del Camino.

Tras estos primeros pasos se trasladó al Conservatorio Profesional de Música de Huelva, donde obtuvo el título de Grado Medio con Daniel Casanova Collantes. Por último, esta zalameña finalizó sus estudios en el Conservatorio Superior de Música ‘Manuel Castillo de Sevilla con el catedrático de dicha especialidad Antonio García Herrera.

Tras la carrera, Esperanza completó su formación clarinetística asistiendo a diversos cursos de perfeccionamiento con Julián Farrell, solista de la ‘Academy of St. Martin in the Fields’; Juan Navarro, solista de la Orquesta Sinfónica de Euskadi; Javier Trigos, profesor del Conservatorio Superior de Sevilla; Guy Deplus, catedrático del Conservatorio Superior de París; y Josep Fuster, profesor de la Escuela Superior de Música de Cataluña, entre otros.

Todo ello la preparó también para ejercer la docencia, una actividad que, según ella misma nos cuenta, “comencé en 1997, en el Aula de Música de la Puebla de Guzmán, para, dos años después, hacerlo en el Conservatorio Superior de Málaga durante un curso. Posteriormente, estuve trabajando en el Conservatorio Elemental de Música de Montoro y en el de Isla Cristina”. Así fue hasta que en el año 2002 obtuvo la plaza por concurso oposición en el Conservatorio Profesional ‘Javier Perianes’ de Huelva, donde permanece desde entonces.

Una trayectoria de interés que hemos querido conocer en profundidad a través de esta entrevista.

-Esperanza, ¿cuándo te iniciaste en la música?

-En la música me inicié a los 8 años. Lo hice de la mano de mi padre, Manuel Perea Castilla, que había formado parte de la Banda de Zalamea desde muy joven y era, -y es-, un gran aficionado a la música. Él no sólo había tocado el clarinete en la banda, sino que había aprendido a tocar la batería de forma autodidacta, por lo que también se unió a unos amigos aficionados a la música para formar un grupo llamado ’Orquesta Lokifonía’, que amenizaba gran parte de las fiestas y verbenas del pueblo y los alrededores.

Cuando me inició en la música en general y el clarinete en particular, me llevó a dar clases con un antiguo director de la Banda de Música de Zalamea, con Norberto Núñez. Y con él seguí hasta que, en el año 1987, se creó en Zalamea, gracias a Antonio Almirón Sánchez, la Escuela Municipal de Música, así como, al año siguiente, la nueva Banda de Música de Zalamea, ya que la antigua había desaparecido hacía algunos años.

-¿Por qué elegiste el clarinete?

-Antiguamente, los estudios musicales eran muy diferentes a hoy en día, al menos en un pueblo, donde no había ni Conservatorio, ni Escuela de Música, por lo que la forma de enseñar un instrumento era a través de un familiar o de conocidos… En mi caso, recuerdo perfectamente el día en que mi padre me preguntó si quería que me enseñara a tocar el clarinete, que era lo que él sabía. Y yo, encantada, le dije que sí. Desde ese día hasta ahora, la música ha sido mi camino, mi vocación y mi forma de vida, por lo que siempre le estaré eternamente agradecida. De hecho, unos años más tarde, le haría la misma pregunta a mi hermano Bruno, que es tres años más pequeño que yo. Y, desde ese momento, siempre hemos ido juntos de la mano en este maravilloso viaje, año tras año, llevando nuestros estudios de clarinete a la misma vez, hasta el punto de que nos sacamos los dos las oposiciones en el mismo año y en el mismo tribunal, lo cual supuso para mis padres, y para toda nuestra familia, una inmensa y, a la vez, doble alegría.

-Eres profesora del Conservatorio de Música de Huelva. ¿Desde cuándo?

-Desde el año 2002, que saqué la plaza allí, hasta hoy en día. Además, desde 2016, compagino mis clases de clarinete con la Jefatura de Estudios adjunta en este centro.

-¿Cuál es tu balance de la experiencia?

-Buenísimo. En este Conservatorio saqué mis estudios de Grado Medio y, ahora, soy compañera del que por entonces fue mi profesor de clarinete, Daniel Casanova Collantes, por lo que me sentí desde el primer momento muy a gusto, como en casa. Tengo muy buenos compañeros y muy buenos alumnos. No se puede pedir más.

-También eres presidenta de la Banda Don Justo Ruiz de Zalamea. ¿Por qué decidiste implicarte en esta labor?

-Llevo formando parte de la Banda de Música de Zalamea desde que se creó de nuevo en el año 1988, es decir, desde hace treinta años ya. Cuando su primer director, Antonio Almirón, dejó la dirección, pasó a sustituirle Lázaro Carcela. Y, durante este período, sobre al año 1999, decidimos darnos de alta como Asociación Musical y crear unos estatutos. A partir de entonces, me propusieron ser la presidenta de la banda y decidí implicarme, porque los jóvenes que estudiábamos música en conservatorios por aquel tiempo estábamos muy comprometidos con nuestra banda. A partir de ese momento, pasamos a llamarnos Banda de Música D. Justo Ruiz de Zalamea la Real en homenaje a unos de los directores con más talento musical que tuvo la antigua banda de Zalamea.

-¿Qué actividades de las realizadas hasta ahora destacarías?

-Con la Banda de Zalamea hemos hecho muchas actuaciones y muchos conciertos entrañables en estos 30 años. Pero, si tengo que destacar alguno, me quedaría con el concierto lírico que realizamos acompañando a la soprano zalameña Aurora Gómez Mora y al tenor onubense Guillermo Orozco en el año 2009. Y, a partir de ahí, me quedo con todos los proyectos que hemos realizado para cantantes y banda de música, gracias a los arreglos del director actual de la misma, José Raúl Llanes, como son ‘Noche de Copla’, ‘Sinfonía de la Canción’, ‘Al Son de América’, ‘Aires del Sur’, ‘Belén Musical’, ‘Homenaje a la Guitarra’ y ‘Ochenteando’.

Respecto a otras actividades musicales realizadas fuera de la banda de música, no puedo dejar de nombrar los dos proyectos más grandes e inolvidables que he tenido la suerte de realizar y organizar, también junto a mi marido José Raúl Llanes: el montaje y la representación con música y voz en directo del musical ‘Jesucristo Superstar’, que hicimos en el año 2003, y su musical ‘Ladrillos Rotos’, que se estrenó en el Gran Teatro de Huelva en enero de 2017.

-¿Algún nuevo proyecto en el que estéis trabajando?

-Acabamos de volver a representar ‘Ochenteando’ en Valverde del Camino, junto a su Banda Municipal, y, en nuestro pueblo, por tercera vez, debido al éxito que tuvo en el estreno del año pasado, llenando las tres veces el Teatro Ruiz Tatay. El pasado día 22 de diciembre ofrecimos, por encargo del Ayuntamiento de Zalamea, un Concierto de Navidad. Siempre tenemos algo nuevo en mente, pero los próximos proyectos tendrán que esperar un poco que acabemos ésto, descansemos y renovemos fuerzas.

-Lo cierto es que Zalamea tiene una sensibilidad especial para la música. Siendo así, de los lugares en los que has actuado, ¿cuáles destacarías?

-Cada vez que hemos actuado en un escenario hemos tenido experiencias únicas, aprendiendo siempre de cada una de ellas, salgan mejor o peor. Pero destacaría, quizás por lo que ciertamente dices de la sensibilidad y el gusto que tiene Zalamea por la música, el calor de su público, que ha llenado siempre nuestros espectáculos con una respuesta magnífica y una acogida calurosa y llena de entusiasmo.

-¿Te has marcado algún nuevo reto de cara al futuro?

-De momento, hay alguna idea para futuros proyectos, pero sin fecha concreta aún. En cuanto a mis planes futuros, vivir y exprimir la vida todo lo que pueda con mi familia y amigos. Y siempre rodeada de música, que me llena y me hace muy feliz.

-¿Qué supone para ti Zalamea?

-Mi pueblo, donde me he criado y vivido hasta que el trabajo me hizo volar. A pesar de vivir en Huelva, vamos todos los fines de semana y vacaciones a disfrutar con la familia y amigos y a continuar nuestra labor en la banda de música.

-Para terminar: un mensaje a los zalameños.

-Como miembro de esta formación, me gustaría pedirles a los padres de las nuevas generaciones que sigan haciendo gala de la gran tradición musical de Zalamea y el amor que ha profesado siempre este pueblo por la música. Y que inculquen a sus hijos la responsabilidad y el compromiso en este campo, que es sacrificado, pero, a la vez, tan bonito y gratificante. Estamos deseando que se impliquen más personas en nuestra banda y que entre nueva cantera, que es la única forma de que siga manteniéndose viva y a flote por muchos años.