Temen que el gemelo del asesino confeso de Laura Luelmo, al que le quedan nueve años para cumplir una condena por otro asesinato, se instale también en la casa de su padre

Una vez esclarecida la autoría del terrible crimen perpetrado hace dos semanas en El Campillo, que aún mantiene consternados a los vecinos y vecinas de la localidad, éstos viven ahora con un nuevo temor: que el hermano gemelo del asesino confeso de Laura Luelmo, que lleva 18 años en la cárcel por asesinar a una mujer de 35 años en Cortegana, se instale también en el municipio cuando cumpla su condena, para lo que sólo le quedan nueve años.

Los habitantes de la población son conscientes de que la casa donde se instaló el autor del crimen de Laura, Bernardo Montoya, es propiedad de su padre, Manuel Montoya, por lo que temen que el hermano gemelo de Bernardo, Luciano Montoya, que actualmente está cumpliendo su condena en la cárcel de Ocaña II, situada en Toledo, acuda también a la casa de su padre en El Campillo.

De hecho, de no haberse producido la detención de Bernardo y el posterior precinto policial de la casa, esa posibilidad pudo haberse hecho realidad la semana pasada, pues Luciano Montoya salió de la cárcel el lunes 17 de diciembre, coincidiendo con la detención de su hermano, para disfrutar de un permiso penitenciario de tres días, el primero al que tiene derecho desde que ingresó en prisión.

Ante ello, numerosos vecinos de El Campillo están proponiendo medidas para evitar que el hermano del asesino confeso de Laura pueda instalarse alguna vez en la localidad, para lo que muchos han llegado incluso a proponer que se eche abajo la casa del padre de los hermanos Montoya, donde se instaló Bernardo después de salir de la cárcel en octubre de este año.