La entidad constituida el año pasado cuenta desde hace unas semanas con su primera Junta de Gobierno, elegida por mayoría absoluta, con lo que inicia una etapa «llena de ilusión»
Al frente de la recién creada Hermandad de la Divina Pastora de Zalamea la Real se encuentra, como hermano mayor, el zalameño de 39 años Jesús González Caballero.
Nacido y criado en Zalamea la Real, Jesús es hijo de José González y Carmen Caballero y estudió en el CEIP San Vicente Mártir de la localidad, para pasar, después, al IES Vázquez Díaz de Nerva, donde hizo Secundaria. A nivel profesional, se marchó a Huelva para hacer la carrera de Educación Primaria y Psicopedagogía en la Universidad de Huelva, una etapa de la que guarda grandes amigos y muchos recuerdos, especialmente del que considera su barrio, El Polvorín.
Ahora, por su amor a la Divina Pastora, Jesús se ha puesto al frente de la primera Junta de Gobierno de la recién constituida hermandad, que nació oficialmente a finales de 2018, después de cuatro años de formación y trabajo conjunto con la parroquia local. Una constitución que contó con un programa extraordinario de cultos, como fue el traslado de la Virgen desde su ermita hasta el Parroquia, en septiembre del pasado año.
De esta nueva etapa llena de ilusión, nos habla este zalameño en esta entrevista, concedida a Tinto Noticias.
-¿Cuándo comenzó su vinculación con la Hermandad de la Divina Pastora de las Almas?
-Mi vinculación existe con la Virgen, puesto que su hermandad está recién fundada. Mis primeros recuerdos alrededor de la ermita y la Virgen son de la infancia, cuando iba a visitar a la imagen y conocí a sus anteriores cuidadores: Pedro, Laura y la madre de esta, Juana. Posteriormente, he tenido una excelente relación y he trabajado más activamente con los últimos encargados, por un lado, nuestro recordado Bruno Rodríguez y María de Los Ángeles Rioja, que prosigue, igual que yo, y a los que se nos ha unido el resto del grupo, que entró hace aproximadamente unos 8 años, y que ha constituido la Hermandad de la Divina Pastora de las Almas en el año 2018.
-¿Cómo afronta esta nueva etapa?
-Para todos los que hemos constituido esta primera Junta de Gobierno se nos presentan cuatro años cargados de trabajo y de ilusiones, puesto que estamos poniendo la semilla de un ambicioso proyecto que esperamos dure para siempre. Por tanto, afronto estos años, junto a mis compañeros y compañeras, esperando poder ofrecer, en primer lugar, un espacio digno a la propia devoción hacia la Divina Pastora en el pueblo de Zalamea, y un lugar de unión y confraternidad, en nombre de la misma, a todas aquellas personas que se unan a nuestra Hermandad, así como, en general, al pueblo de Zalamea la Real o de aquellos que vean en la devoción a la Virgen, bajo el nombre de Divina Pastora, un lazo de unión a nuestra causa.
-¿Qué objetivos se ha marcado para este mandato?
-Actualmente, estamos inmersos aún en los papeleos de la fundación, entre la Parroquia de la Asunción de Zalamea la Real y el propio Obispado. Principalmente, esperando la confirmación de la candidatura presentada el pasado febrero y corroborada por la absoluta mayoría de votos de los hermanos el pasado 9 de marzo.
Aun así, tenemos puntos ya fijados, como es el mantenimiento y cuidado de la Ermita de San Sebastián, popularmente conocida como de la Pastora, y la colaboración con la Asociación de la Santa Cruz de El Romerito para institucionalizar, en cierta medida y bajo los criterios que marque nuestra organización religiosa, la presencia de la imagen de la Virgen en la romería de la Santa Cruz en mayo, algo que se lleva produciendo desde 1985. Además, organizamos las fiestas y cultos propios de la Ermita, como la misa de San Juan Bautista, el 24 de junio; la velada popular de la Divina Pastora el sábado posterior al puente del 15 de agosto; y los cultos principales a la Divina Pastora, con triduo y Función Principal, que están establecidos en septiembre, comenzando el propio triduo el miércoles posterior al día 15 del mismo mes. Igualmente, siempre estamos abiertos a participar y organizar eventos para recaudar fondos para las diversas restauraciones de la Ermita, el patrimonio que se encuentra dentro de ella o para las propias celebraciones en honor a la Santísima Virgen. Así que mucho trabajo, al que, por otro lado, estamos bien acostumbrados en estos años que ya llevamos inmersos en este sueño, que desde el año pasado se hizo una realidad tangible.
-¿Qué personas le acompañan en esta tarea?
-En la Junta de Gobierno somos 11 personas, repartidas en los distintos cargos, pero, además, fuera de la lista oficial existen personas siempre dispuestas a ofrecer su ayuda en los momentos que así se lo solicitamos. Gracias al pueblo de Zalamea la Real, y su involucración, se ha llegado a la meta perseguida, y creo, y es compartido por mi junta, que toda la localidad siente como suya, como si hubiera existido siempre, la nueva Hermandad. Es el resultado de abrir las puertas y hacer sentir a las personas como algo propio, que siempre ha sido nuestro fin, que todo el mundo sienta a la Virgen y lo que la rodea, como un patrimonio de todos y todas, como siempre ha sido.
-¿Qué actividades estáis preparando?
-Actualmente, hemos estado rehabilitando parte de la techumbre, pues había serios problemas estructurales, que gracias al apoyo económico de la parroquia y de nuestros ahorros, hemos podido ir solventando.
En cuanto a los proyectos futuros, principalmente, terminar de dar forma a lo que será la Hermandad y sus cultos y actos, pues acabamos de empezar nuestra andadura. Tenemos en mente muchas ideas, pero queremos esperar a darles forma antes de presentarlos, en primer lugar, como es evidente y así se nos marca desde nuestros estatutos, a los propios hermanos y hermanas, una vez tengamos posesión de nuestros cargos definitivamente.
-A nivel más personal, ¿a qué se dedica profesionalmente?
-Todos los miembros de junta que están trabajando, lo hacemos en la localidad o en la propia comarca. Yo, personalmente, trabajo en un centro de acogida de menores, además de opositar en las próximas oposiciones al cuerpo de maestros.
-¿Qué supone para usted Zalamea la Real?
-Zalamea la Real, supone, para mí, una trayectoria vital; supone mi casa, mi familia, amigos…, supone una parte muy importante de mi vida. Las personas que nacemos en pueblos con tanta raíz histórica como Zalamea la Real, que se nutre de tanta tradición, tanta cultura, que ha visto pasar generaciones y aún se siguen conservando en sus calles y casas, tenemos un vínculo con la tierra que es difícil dejar de lado. Unos lo expresan en unas facetas y otros, en otras, pero juntos, unidos, creamos lo que es y siempre ha sido Zalamea, un pueblo que es orgullo de sus hijos e hijas, a pesar de los malos tiempos que han venido o puedan venir. Al igual que nosotros, están los demás pueblos de la Cuenca, que fuera de la riqueza que en su tiempo dieron las minas, hemos sido poco escuchados y valorados y debe ser momento de hacernos visibles, pero, para ello, debemos luchar desde nuestra propia comarca, afrontando el futuro con energía y entusiasmo, pues a lo largo de la historia hemos sido una tierra luchadora y así debemos seguir.
-¿Y qué significa para los zalameños esta hermandad?
-Somos el camino que ha acercado al pueblo la Divina Pastora más aún. Antes, la Virgen era algo más individual, era una devoción interior de muchos zalameños y zalameñas. La Hermandad ha conseguido, en tan pocos años, que la devoción y el culto a la Virgen se hayan establecido como patrimonio cultural y religioso de toda la comunidad zalameña. Es algo que ya se vive en tono colectivo, y como tal, comienza a vivenciarse y a compartirse sentimientos y relaciones con la Divina Pastora, que antes quedaban para lo íntimo de cada uno. La Hermandad de la Divina Pastora ha unido al pueblo con algo tan hermoso como el amor a su Virgen y su devoción íntima de siglos en Zalamea. No hemos creado nada nuevo, le hemos dado forma a lo que siempre ha existido.
-¿Qué papel juega en el municipio?
-Juega el papel de organizador de todo lo que repercute en la devoción pastoreña en Zalamea la Real. Somos el cauce por el que pasará el futuro de esta realidad religiosa del pueblo. Y si en nuestra mano puede estar ofrecer algún beneficio más al pueblo, seguro que así será.
-¿Algún mensaje final para los zalameños?
-El principal mensaje que, como hermano mayor, en nombre de toda mi junta, quisiera mandar es GRACIAS a todos los hermanos y colaboradores y al pueblo en general de Zalamea la Real. Porque, sin vosotros, no sería ni tan hermoso, ni tan fácil trabajar por nuestro objetivo. Nuestras puertas están abiertas a todos los que quieran acercarse. Que nuestra Madre, la Divina Pastora de las Almas, ayude, alegre y consuele a su pueblo, que tan orgulloso está de Ella, como lleva haciéndolo desde mitad del siglo XVIII hasta nuestros días.