Aficionado a captar la belleza de la Cuenca Minera, este amante de la fotografía de 54 años no ha parado de fomentar esta práctica desde que en 1992 se compró su primera cámara

La primera vez que el nervense Francisco José Zambrano Baños tuvo una cámara en sus manos era el año 1992. Se trataba de una Minolta de carrera con objetivos intercambiables. A partir de aquí, la afición no paró de crecer y, de hecho, ya ha tenido varias cámaras a lo largo de su vida, desde una Fujifilm, que venía con tarjeta, pero con pilas, lo que le daba muy poca autonomía, hasta que se hizo con una Sony Alpha a550 y otra SonyAlpha SLT a77. Desde ahí, ha dado un salto de calidad, puesto que, en la actualidad, cuenta con una Nikon D750.

Un interés por la fotografía que le surgió a raíz de ver el trabajo de otros fotógrafos, así que se animó a conseguir su propia cámara para realizar trabajos más personales.

A sus 54 años, Francisco José reconoce que ha venido desarrollando un bonito recorrido, pero tiene claro que se trata de un hobby “muy complejo y caro, sobre todo, porque no lo vives como profesional. De todas maneras, este ámbito se desarrolla muy rápido. Todos los años salen nuevas cámaras, que yo, al igual que los demás compañeros, por diferentes motivos, no podemos soportar un cambio de cámara a cada momento”.

francisco jose zambrano dos

Eso no le impide continuar haciendo fotografías cada vez que tiene ocasión en diferentes proyectos, aunque reconoce que no trabaja en nada especial, sino que “cuando puedo o tengo ganas, salgo a tirar fotos. Eso sí, siempre voy a tiro hecho. Cuando salgo, ya sé dónde voy y lo que tengo planeado, porque hay que verlo antes para no repetir fallos anteriores”.

Por el momento, este nervense se siente orgulloso de varios trabajos que ha desarrollado, aunque a los que le tiene más cariño es un reportaje que le hizo a su hija cuando fue Mayordoma y los retratos que tiene hecho a su familia.

Es más, seguro que llama la atención el hecho de que Francisco José Zambrano ha ganado numerosos premios de fotografía, a los que se ha ido presentando, especialmente, desde que empezaron a desarrollarse las redes sociales. En total, cuenta con 82 premios, una cifra nada despreciable. Eso sí, asegura que “este tipo de premios no tienen repercusión ninguna, pero, por lo menos, donde se presentan, te lo reconocen y te hace ilusión que premien tu trabajo”. De hecho, ha encontrado en las redes sociales un lugar ideal para dar a conocer sus fotografías.

Y eso que la afición a la fotografía siempre la ha compaginado con su actividad profesional. “Infinidad de veces, no he podido salir a ningún sitio por cuestión de trabajo”. En este aspecto, “lo que suelo fotografiar es nuestra Cuenca Minera. Aparte, me gustan mucho las largas exposiciones, por ejemplo, los paisajes, el efecto seda, los seascapes, retratos y el macro”, nos comenta.

En estos momentos, Zambrano ha aparcado un poco esta afición debido a una enfermedad, pero continúa aprendiendo, porque se entretiene leyendo tutoriales de fotografía, al ser una disciplina en continua evolución. Con todo ello, de cara al futuro, sólo espera seguir superándose día tras día.

Por todo ello, para finalizar, lanza un mensaje a los mineros para que “se sientan orgullosos de dónde han nacido. Para mí, la Cuenca Minera lo es todo. Me encanta el río Tinto, que es único en el mundo y, además, nace en mi pueblo. También creo que moriré aquí, porque creo que es un paisaje inigualable”.