Su trayectoria docente y su trabajo con Cáritas han sido reconocidos por el Ayuntamiento de su pueblo, que le otorgaba recientemente la Torre de Nerva 2019, una distinción que acoge con sorpresa y agradecimiento, tal y como nos cuenta en esta entrevista en la que repasamos su vida ligada a la Cuenca Minera

A sus 57 años, Miguel Quirós Hernández puede sentirse orgulloso de haber tenido una vida plena. Nacido en Nerva, casado y con una hija, estudió Magisterio, realizando después la especialidad de Educación Especial. Una formación que en 1986 le permitió entrar a trabajar en el centro de educación especial ‘Ntra. Sra. De los Milagros’ de Aspromin en El Campillo. “Es en la época de estudiante donde entré en contacto con los padres Maristas, que por aquella época estaban en Nerva, y con ellos empecé a colaborar en la parroquia y más tarde en Cáritas, que es por lo que la mayoría de la gente me conoce”, recuerda Miguel, que también forma parte del Movimiento Familiar Cristiano.

Una trayectoria que ahora se ha visto reconocida con la Torre de Nerva 2019, una prestigiosa distinción que otorga el Ayuntamiento de Nerva. Una noticia que fue acogida con sorpresa, pero con mucha satisfacción por este docente nervense, tal y como nos cuenta en esta entrevista.

-Miguel, ¿por qué eligió la docencia?

-Sinceramente, al principio, no lo tenía muy claro. Buscaba una salida laboral y esta me parecía interesante. Fue posteriormente cuando empecé a darme cuenta de la importancia de la educación en el bienestar y desarrollo de un país. Sin educación no hay futuro. Ahora mismo, estoy muy contento de trabajar como maestro; ¿conoces la historia de los tres canteros a los que se les pregunta qué están haciendo y uno contesta que pica piedras, otro que hace bloques de piedra y el tercero que construye catedrales? Pues nosotros los maestros construimos catedrales, construimos futuro y creo que de eso no se es muy consciente.

-¿Qué balance hace de estos años de trabajo en Cáritas?

-Un balance muy positivo. Y, si me lo volvieses a preguntar dentro un año, te diría lo mismo. Y dentro de otro año también. El balance cuando se trabaja en favor de los demás siempre es positivo. Podemos obtener resultados que coinciden con lo que esperamos o no, o pensar que lo podemos hacer mejor que nos hemos equivocado en tal o cual aspecto, o que haría falta más implicación en temas sociales de las administraciones o…, pero nada de lo que se hace en favor de la comunidad produce un balance negativo.

-Acaba de recibir el reconocimiento del Ayuntamiento de Nerva. ¿Qué ha supuesto para usted?

-Estoy muy contento. Me imagino que a todos nos gusta que nos reconozcan las cosas que hacemos, pero, como dije en el acto de entrega de la Torre, creo que han confundido a la persona que está coordinado la actividad de un colectivo, con el colectivo. Es Caritas la que hace una gran labor gracias al esfuerzo, no solo del equipo, sino de todos los nervenses, no yo. Yo solo soy la parte visible del equipo. Sin ellos las acciones solidarias que se llevan a cabo no se hubieran realizado.

-¿A quién le dedica la Torre de Nerva?

-A mi familia. Especialmente a mi mujer, Esmeralda, que siempre me anima a seguir trabajando en Cáritas, y a todo el equipo que hace posible que la solidaridad sea real y no solo bonitas palabras.

-También forma parte de la vida parroquial de Nerva y de la Peña Madridista del Madrid. Por tanto, es una persona muy implicada con la vida del municipio.

-El otro día hablando con una persona que se acercó a felicitarme por el premio y que no comparte mi visión del mundo -todos los que me conocen saben que soy cristiano-, y que ha trabajado desde su visión política por este pueblo me decía: “qué pena que haya mucha gente que pase por la vida y no haya dedicado ni un solo minuto a hacer algo por su pueblo en una hermandad, en una asociación, en un grupo político, donde sea”. Me gusta pensar que hago algo por mi pueblo.

-¿Qué supone para usted la Cuenca Minera?

-Es el lugar donde nací, al que quiero y donde me gusta vivir. Me encantaría que fuese el lugar donde los jóvenes quieran quedarse porque ofrece posibilidades de futuro. A ver si ahora que la minería ha vuelto somos ese lugar.

-Para terminar: un mensaje a los nervenses.

-Que sigamos siendo el pueblo solidario y generoso que somos, que no perdamos esa fuerza generosa que tenemos y que siempre hemos tenido.