Dentro del programa Otoño de Senderos se saldrá desde la Oficina de Turismo 

 
El Ayuntamiento de Zalamea la Real ha previsto para este sábado 12 de diciembre una visita a la fábrica de aguardiente que está incluida dentro del programa Otoño en Senderos.
 
Las personas inscritas partirán a las 10.00 horas de la mañana desde la Oficina de Turismo donde también harán un repaso sobre la historia del aguardiente en la localidad.  La inscripción se puede llevar a cabo en el correo electrónico turismo.zalamealareal@gmail.com
 
 
Las primeras noticias encontradas en el archivo municipal de Zalamea relacionadas con el aguardiente, datan de 1648, donde se registraban entre los abastos públicos el aguardiente.
 
Numerosas anotaciones curiosas donde se menciona el aguardiente plagan los archivos municipales, pero no será hasta 1873 cuando se levanta la primera fábrica de Aguardiente. Se trata de la Caldera Vieja, como familiarmente se ha denominado, y la fundaron entre José González Domínguez y otro zalameño llamado Telesforo que pronto salió de la empresa.
 
La fábrica de Anisados González y, posteriormente de los herederos de José González Ruiz, se trasladó al casco en 1929. Hoy, fuera de funcionamiento. Fue, quizás la de mayor producción en la localidad hasta su desaparición.
 
A mediados del siglo XIX existía una caldera de destilería de aguardiente situada en la actual Plaza Talero, propiedad de D. Juan María Bolaños Lancha. También se ha localizado una caldera ubicada en el casco urbano de finales del siglo XIX, concretamente en el número 2 de la actual Calle Don Manuel Serrano.
 
A principios del siglo XIX se puso en funcionamiento la caldera de destilería de aguardiente conocida como Fábrica de El Pilar llamada así por su proximidad a la fuente del Fresno y el Pilar.
 
Muy posteriormente, en los años 80, la regentó por breve tiempo Francisco Banda y más tarde, por Salvador Rivas. En la actualidad, El Pilar se encuentra en el polígono industrial El Tejarejo con la denominación Anisados Martín Rivas S.L.
 
Hacia 1940 se puso en funcionamiento una caldera de Aguardiente en la Calle Ejido por los fabricantes Antonio Pérez y Francisco Zorrero. Estos socios se separaron y el primero, la vendió, posteriormente hacia la década de los años 50, a Eduardo Carvajal, que abrió un despacho de venta en el nº1 de la Calle Don Juan Díaz González y popularizó el slogan ‘Bueno y fino Anís Taurino’. El segundo de los anteriormente citados empresarios montó la fábrica de Aguardiente Las Tres Casas, camino, hacia la Estación Vieja, hoy totalmente desmantelada.
 
Hacia 1932 se puso en funcionamiento la Fábrica de Aguardiente Burguillos, en la Calle El Huerto, que por una deficiente gestión administrativa quedó descapitalizada, clausurándose hacia la década de los cincuenta.
 
Por último, se puso en funcionamiento una caldera de refinería de aguardiente hacia 1932-33 en la parte alta de la Estación Vieja que tuvo poca actividad fabril, pues se clausuró en 1934.
 
Fue su dueño, Ignacio Rodríguez, que la vendió a José Luis Arenas. Este trasladó la caldera a la c/Peñuelas y la hizo funcionar en 1942 con el nombre de anisados Arenas. Por último, sus herederos la trasladaron al polígono industrial en 1993 donde continúan con la actividad.