Teleras del siglo XXI

131 años después se repite la misma historia.

Basta poner “Ercros y Electroquímica” donde antes ponía “Riotinto Company Limited” y sustituir “humos y teleras” por “mercurio y otros agentes contaminantes”. Quitando esto, todo vuelve a ser lo mismo: uso de métodos y tecnologías obsoletas, connivencia entre las industrias responsables, falsificación de informes y ocultación de accidentes para no alarmar a la opinión pública.

Y hoy, como hace 131 años, el resultado vuelve a ser el mismo: contaminación del suelo, los acuíferos y la atmósfera y enriquecimiento de unos irresponsables a costa de la salud de la gente de esta tierra…

La cuenca del caos

Nos pasamos la vida tratando de organizar el caos, obviando que el universo tiende al desorden.

Es lo que se conoce como el principio de entropía: desde el Big Bang, el universo entró en un estado de expansión y desorden creciente, relacionándose, a su vez, con la flecha del tiempo. La cual, como sabemos, sólo avanza en un sentido.

¿Quiénes somos para luchar contra la física?

Hay que dejar fluir el curso natural de las cosas.

No te obsesiones con doctrinas, dogmas, leyes, protocolos y convicciones sociales.

Haz lo que quieras. Haz lo que sientas. En cada momento.

Estamos conectados al cosmos. Estamos compuestos de átomos que forman moléculas, que a su vez forman células, tejidos y, bueno, ya sabéis a lo que me refiero.

Somos pequeñas galaxias. Funcionamos igual.
Y si pensamos en la vejez, no sería más que el culmen de nuestro desorden. El ocaso de nuestro tiempo. Cuando dejamos de ser un conjunto de átomos que forman individuos y volvemos a ser universo.

Y vuelta a empezar. Una y otra vez.

Por eso nos desenvolvemos perfectamente en el caos.

Por eso nos seduce la entropía.

Deja que la vida te lleve donde te tenga que llevar, y no trates de frenarte.

El tiempo pasa irremediablemente.

El desorden aumenta.

Y si, tras tantos miles de millones de años, tras tantos ciclos, tras tantas vueltas por el cosmos, los átomos de tu cuerpo y del mío se han ido a encontrar, no es casualidad.

Porque como decía Henry Miller: «El caos es la partitura en la que está escrita la realidad»…

Así que deja que el caos nos guíe este baile.

Tú eliges

“En el segundo día de mis anheladas holidays me acordé, antes del brunch, de que le tenía que hacer un favor al VIP de mis amigos, Manolo, the best. Como sé que siempre está online, le mandé un email para que me lo explicara. Él me aconsejó que chateáramos por su web, y así lo hice:

MANOLO: Quillo, tengo que redactarle a mi manager un estudio de marketing sobre el boom de las mountainbikes entre los urbanitas. Clikea este link y verás un ranking de ventas de bicis. Hazme tú el sumario de estos datos, ¿no?

YO: ¿Y tú mientras, qué, darling? A leer cómics, ¿no?

MANOLO: ¡Qué va, chaval! Tengo que hacer una comparativa entre los hobbys deportivos actuales: el gym, el running, el dancing, la play, el camping, el yoging… Y demostrar que las bikes están en alza. Por cierto, ¿vas a ir luego al self service de la facultad? Allí estará seguro tu showgirl preferida, Lola, la chica más fashion y más cool del campus, con su look total.

YO: No creo, tío. He quedado con Luis, el discjokey de la party del otro día. Quiere hacer una performance ochentera, y me pidió ayuda. Me llevaré mis Long plays, para que el flashback sea más auténtico. Y luego iré de shopping, ¿sabes con quién?

MANOLO: ¿Con Lola?

YO: ¡Digo! Pero, como siempre, yo iré en plan casual.

MANOLO: Entonces, me olvido de lo mío, ¿no?”

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“En el segundo día de mis anheladas vacaciones me acordé, antes del salir a tapear, de que le tenía que hacer un favor a Manolo, el mejor de mis amigos. Como sé que siempre está conectado, le mandé un correo para que me lo explicara. Él me aconsejó que habláramos por su página, y así lo hice:

MANOLO: Quillo, tengo que redactarle a mi gerente un estudio de mercado sobre el auge de las bicis de montaña entre los urbanitas. Pulsa este enlace y verás una clasificación de ventas de bicis. Hazme tú el resumen de estos datos, ¿no?

YO: ¿Y tú mientras, qué, querido? A leer tebeos, ¿no?

MANOLO: ¡Qué va, chaval! Tengo que hacer una comparativa entre las aficiones deportivas actuales: la gimnasia, las carreras, el baile, las videoconsolas, las acampadas, el yoga… Y demostrar que las bicis están en alza. Por cierto, ¿vas a ir luego al autoservicio de la facultad? Allí estará seguro tu chica espectacular preferida, Lola, la chica más a la moda y más bonita de la Universidad, con su imagen rompedora.

YO: No creo, tío. He quedado con Luis, el pinchadiscos de la fiesta del otro día. Quiere hacer una función ochentera, y me pidió ayuda. Me llevaré mis elepés, para que la retrospectiva sea más auténtica. Y luego iré de tiendas, ¿sabes con quién?

MANOLO: ¿Con Lola?

YO: ¡Digo! Pero, como siempre, yo iré con ropa informal.

MANOLO: Entonces, me olvido de lo mío, ¿no?”

MENOS BANDERITAS EN LOS BALCONES Y MÁS DEFENSA DEL IDIOMA, AUNQUE YA SEA TARDE.

José Enrique Santana, Licenciado en Filología Hispánica

Raíces

En Fahrenheit 451, Ray Bradbury nos presenta una sociedad que quema libros y castiga a quienes los utiliza. Yo no soy capaz de imaginar una sociedad así. Los libros forman parte de mis raíces, de mis orígenes, y considero que son inherentes a la evolución racional del ser humano. Da igual la forma en que el ser humano los escriba y las distintas posibilidades de recepción que se empleen. La necesidad de comunicar o de conocer, la búsqueda de la aquiescencia colectiva, del desahogo personal, de la catarsis reponedora, de la evasión confortable, y sobre todo la urgencia de la denuncia valiente… Son todos caminos sin los que no seríamos lo que somos. Sin semejantes raíces nada sería igual.

En esta novela, el personaje principal, Guy Montag, termina adentrándose en el bosque de los hombres-libro para ser ayudado en su huida. Los hombres-libro habían memorizado textos de libros para que estos no se perdieran. Eran antiguos profesores. Eran héroes que decidieron poner sus capacidades al servicio de la especie. Mantuvieron con su memoria nuestras raíces.

Muchas de las personas mayores y ancianas que nos acompañan son especies de “hombres-libro” o “mujeres-libro”, cuyo valor reside, más allá del cariño, en su experiencia: sus ojos han visto cosas que apenas podríamos creer (como diría el replicante Roy Batty). Por ello, entre otras muchas razones, debemos cuidarlas. Son tesoros cuyo legado depende de nosotros, de cómo lo recibamos y de cómo lo hagamos perdurar. Nuestras raíces permanecerán firmes si logramos que ese tesoro nos acompañe en nuestras vidas.

Por desgracia, últimamente los mayores y los ancianos son noticias única y exclusivamente por motivos económicos. Ya he leído y oído en varios medios el término “viejenials”, para referirse a personas mayores jubiladas o prejubiladas. Se los trata como a consumidores seniors, a los que su creciente peso demográfico y económico lo convierten en manjares para las marcas alimenticias y tecnológicas, y para las agencias de viaje, principalmente. Son pensionistas con dinero y mucho tiempo libre. La salud, la preocupación por una alimentación sana, y las urgencias temporales los convierten en objetivo comercial fácil y prioritario.

Pero, evidentemente, cuando las élites políticas les tocan sus pensiones, esos viejenials estadísticos y numerados se muestran como realmente son: personas de vuelta de todo, luchadores y luchadoras que saben que para lograr algo hay que esforzarse. Con su protesta hacen visible la tremenda brecha entre los gobiernos deshumanizados que les ha tocado vivir (no pensemos que solo el PP los ha maltratado) y lo que su realidad esconde. Son rostros arrugados, pero firmes. Ponen cara cercana y justa a las reivindicaciones. Son mis padres, tus tíos, sus abuelos.

El incumplimiento del artículo 50 de nuestra constitución ya bastaría para legitimar sus protestas: “Los poderes públicos garantizarán, mediante pensiones adecuadas y periódicamente actualizadas, la suficiencia económica a los ciudadanos durante la tercera edad”. Pero si añadimos a ello el argumento humanístico, el que debería tener una validez universal por encima de cualquier trozo de papel, solo queda una posibilidad para mí: todo gobierno que no cuide o perjudique a sus mayores y ancianos deberá ser inmediatamente sometido a referéndum popular para ser o no cesado. Solo así lograremos ser mejores personas, porque ellos son nuestras raíces y, no lo olvidemos, la belleza de una flor depende del cuidado de sus raíces.

José Enrique Santana, Licenciado en Filología Hispánica

Las pensiones en España: ni generosas ni insostenibles

El gobierno de Mariano Rajoy sigue insistiendo en su política de recortes en el poder adquisitivo de nuestros mayores. Según el último informe de la OCDE sobre el sistema de pensiones español ofrecía unos datos intencionadamente sesgados sobre el cálculo de la tasa de reemplazo.

En primer lugar, ofrecía un cálculo sobre la base de un supuesto casi descartable precisamente por su bajísima probabilidad. El resultado de esta tasa era de un 82% basándose en un joven de 20 años que comenzaba su vida laboral en 2016 y llegaba a la jubilación con un periodo completo de cotización. Lo que la OCDE no ha tenido en cuenta, o no ha querido tenerlo, es que en España hay una tasa de paro del 16,5% de la que el 37,4% corresponde a paro juvenil. Si nos centramos en la provincia de Huelva, el dato del paro corresponde a un 23,4% con casi un 10% de paro juvenil menor de 25 años. No habla de la calidad del empleo que se está generando, un empleo precario (que enmascara las cifras del paro) con precarias cotizaciones a la Seguridad Social y numerosas entradas y salidas del empleo al paro y viceversa. Tampoco habla de la probabilidad de que en caso de conseguir un empleo indefinido lo pierda en futuras crisis y pase largos períodos de tiempo en el desempleo llegando a agotar la protección frente al mismo. Como tampoco habla de la probabilidad de que pierda su empleo con 50 años o más y no encuentre otro o inicie un período laboral devaluado salarialmente y con fuertes discontinuidades. Todos estos ingredientes no hacen más que demostrar que esa “generosidad” de nuestro sistema de pensiones no está basada en una realidad laboral española sino en una mera hipótesis errónea desde principio.

En segundo lugar, la presentación de la OCDE sobre el sistema de pensiones español, sorprendentemente, no tiene en cuenta la previsión a largo plazo de la tasa de reemplazo, facilitada por el gobierno tras la reforma de las pensiones de 2013. Según estos datos oficiales, el índice de revalorización y el factor de sostenibilidad hará que la tasa de reemplazo de las pensiones se vea reducida de un 81% actual al 48% en 2060.

Por segundo año consecutivo, las pensiones sufren un recorte y el gobierno ha empezado a enviar cartas “de la vergüenza”, la misma que le falta al gobierno, a los pensionistas para informarles que su pensión se verá incrementada en un 0,25%, menos de 2€ de media al mes.

En UGT Huelva llevamos cuatro años exigiendo al gobierno que suba las pensiones con el IPC, tal como se ha venido haciendo hasta 2013, antes de la reforma impuesta por el Ejecutivo actual. De seguir con esta política de recortes de las pensiones, lo único que consigue es empobrecer a 10 millones de pensionistas. Es realmente una política cruel, recortar la pensión a quien ya no puede trabajar ni obtener ingresos de otra manera para remediar una situación que, de no prevenirse, los sume en un deterioro constante para acabar finalmente en la pobreza. Así es como paga el Gobierno a unos pensionistas que, con su trabajo, son los responsables del nivel de desarrollo y riqueza que tiene nuestro país. Con copagos farmacéuticos causantes del abandono de más de 400.000 pensionistas de sus tratamientos médicos el año pasado. Y es doblemente cruel, porque la subida del 0,25% le supone al gobierno 300 millones de euros mientras con el copago el gobierno les exprime a los ya menguados pensionistas hasta 1000 millones de euros. Si la Seguridad Social está en déficit es por culpa del gobierno de Rajoy al cual la gente le votó en base a un programa que, una vez llegado al poder hace seis años, incumplió punto por punto imponiendo una Reforma Laboral responsable de la situación de pobreza y desigualdad en la que nos encontramos.

En Huelva hay mas de 95.000 mil pensionistas con una pensión media de 855€, eso significa que es un 7% mas baja que la pensión media española, lo cual reflejaría que es como si cobraran una paga menos, 13 en vez de 14. Igualmente el 50% de los pensionistas cobran por debajo de SMI, el 70% por debajo de 1000€ y mas de un 38% vive bajo el umbral de la pobreza. Y aun mas sangrante es que con sus pensiones de miseria son los que han posibilitado el sustento de sus familias, (hijos, nietos, etc.,), ante la perdida de sus empleos.

Desde UGT Huelva, denunciamos esta exigua, insuficiente y paupérrima subida que se contrapone, alarmantemente, con las abusivas imposiciones en necesidades básicas como pueden ser luz, gas, alimentos de primera necesidad, etc. Todo esto, con la connivencia de los gobiernos pasados y presentes que se caracterizan por hacer la vista gorda hacia situaciones de incremento de pobreza, exclusión y desigualdad generadas con sus políticas capitalistas y neoliberales.

Reclamamos la reforma inmediata de las fuentes de financiación, mediante una nueva recomendación del Pacto de Toledo que permita que el sistema no solo se financie a través de cotizaciones, si no también adicionalmente vía impositiva. Igualmente acabar con las bonificaciones a la contratación soportadas por la seguridad social y recayendo dichas bonificaciones en los PGE.

Tenemos que hacer que esto pare y aún no lo hemos conseguido, pues el año que viene el recorte será mayor con la entrada en vigor del factor de sostenibilidad. Por todo esto, desde UGT Huelva hacemos un llamamiento a que todo el mundo use el lazo marrón como símbolo de la disconformidad con esta política y, al mismo tiempo, como símbolo de que sabemos lo que pasa. ¡Basta de deteriorar el sistema público de pensiones para fomentar los privados, basta de crisis falsas y forzadas del sistema de pensiones, que ya sabemos que entró en crisis en 2012 con la Reforma Laboral y en 2013 con la reforma de las pensiones!

¡¡CONVIRTAMOS EL LAZO MARRÓN EN EL
SÍMBOLO DE NUESTRA LUCHA!!

Sebastián Donaire Salas, Secretario General de UGT Huelva

Prostitución: ¿Legalizamos o perseguimos?

Actualmente nos encontramos en un momento en el que está abierto un complicado debate social, se discute a favor o en contra de legalizar la prostitución. Lo que hace replantearnos algunas preguntas ¿La legalización traería más consecuencias positivas o negativas? ¿Conseguiría reducir la trata de personas, o por el contrario la aumentaría? La prostitución es el segundo mayor negocio del mundo, mueve millones de euros y es un gran “lobby” con una enorme capacidad de presión social y política. Con ella se fomenta la trata de personas, algo de lo que no son conscientes una gran parte de los consumidores. Por eso, es fundamental educar e informar tanto a jóvenes como a adultos, para que puedan ver que más allá del simple ocio, se cometen delitos, secuestro, violaciones y maltrato.

Diría que precisamente la legalización no es la mejor solución para este problema, considero que es un paso atrás, ya que conseguiría empeorar la lamentable situación en la que se encuentran hoy en día muchas prostitutas. Esta medida es un regalo para los proxenetas y los traficantes. Lejos de progresar, esta opción no supone un control de la industria del sexo, sino que la expande. Además, al aumentar el número de burdeles se dispararía el tráfico de mujeres y bajarían los sueldos de estas, lo que conllevaría un incremento de la demanda y por lo tanto se estaría promoviendo el tráfico y el turismo sexual, de la misma manera que ha ocurrido en países como Ámsterdam.

Apoyo más la idea de poner en marcha un proceso de regulación que controle dicho servicio, ofrezca seguridad a las personas que se dedican a ello y les proporcione unos derechos. Me parece que lo correcto sería controlar este oficio desde dentro y establecer sus pilares legalmente, lejos de las mafias que se aprovechan de las mujeres para favorecer sus propios intereses.

Otro de los aspectos que refuerza la idea de regularizar la prostitución es la desigualdad, ya que sitúa a los hombres en una posición superior y con un cierto dominio sobre las mujeres, debido a que ellas hacen el trabajo, pero los beneficios van para las manos y los bolsillos de los empresarios que se dedican a este negocio. Los proxenetas no les dan a las prostitutas el dinero que les corresponde, más bien les roban, se aprovechan de su situación y de su trabajo para así enriquecerse a su costa, y ante eso ellas no pueden hacer nada, ya que se encuentran indefensas, desprotegidas ante la ley y privadas de derechos.

En conclusión, la regulación me parece la medida más acertada, ya que hoy en día no hay ninguna vigilancia. Si existiera, los hechos llevados a cabo en esta industria quedarían registrados y los proxenetas no tendrían tanta facilidad para mover sus hilos libremente. La prostitución se debería regular como cualquier otro empleo, con sus límites de horas de trabajo, días de vacaciones necesarios, salario digno y establecido, llevando a cabo los pertinentes controles de sanidad obligatorios. Hay que dejar claro que si lo que se busca es progresar en este sector, es vital impulsar y apoyar propuestas que sí supongan un avance en cuanto a los derechos humanos, el trato digno de los trabajadores y la mejora de las condiciones laborales.

Isabel Gómez Rodríguez, periodista

La Historia, futuro de la Cuenca Minera de Riotinto

Repasando mis archivos sobre la organización del Centenario de “Los Humos” y el I Congreso Nacional “Cuenca Minera de Riotinto”, encontré suficientes motivos para que la ciudadanía de la Cuenca Minera de Riotinto, liderada por sus Ayuntamientos, aproveche el 130 aniversario del “día de los tiros” (4-II-1888) para reconstruir, desde el análisis y la autocrítica, los objetivos de la diversificación económica, que hace 30 años asumió tan rápidamente como abandonó, arrastrada por las discrepancias políticas y sindicales a las que le condujo el cierre paulatino de la actividad minera.

El 4 de Noviembre de 1987, tras 18 meses de cierre de la línea del cobre y finalizada la vigencia del ERTE a los trabajadores, la Junta de Andalucía permitió a RTM, S. A. prolongar la inactividad hasta final de 1987, por lo que la conmemoración de “los humos” y de “los tiros” nacía en conflictividad laboral y, por lo tanto, condenada al fracaso.

En este contexto, quedó constituida la Comisión Organizadora del Centenario de “Los Humos”, en conmemoración del “día de los tiros”, formada por la AMA, los Alcaldes y la Diputación Provincial, que ejecutó un variado programa cultural, educativo, medioambiental e histórico en la primera semana de Febrero de 1988 por todos los municipios.

Los Alcaldes propusieron declarar el 4 de Febrero Día Mundial del Medio Ambiente, imposible de conseguir, porque la ONU (15-XII-1972) ya había declarado como tal el 5 de Junio, por la Conferencia de Estocolmo sobre el Medio Ambiente (5-VI-1972). Como alternativa, pidieron al Rey su mediación para poder celebrar en Huelva la III Conferencia de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo de 1992 (ABC, 30-XI-1987), petición también frustrada, porque ésta se celebró finalmente (3/14-VI-1992) en Rio de Janeiro (Brasil).

Mientras tanto, la minería seguía agonizando y los mineros se debatían entre la lucha y el duelo, situación que devaluó todo el trabajo anterior y eclipsó sus resultados.

Con la mina en cuidados paliativos, la Junta de Andalucía, la Sociedad Estatal para la Exposición Universal de Sevilla 1992, la Universidad de Sevilla, la Diputación Provincial, los Ayuntamientos, la Fundación Riotinto y la RTM, S. A., con la colaboración de 35 empresas, programaron el I Congreso Nacional “Cuenca Minera de Riotinto” (28, 29 y 30-X-1988).

El 21 de Octubre de 1988, en la sede de la FOE, los Alcaldes de El Campillo, Fernando Pineda Luna, y de Minas de Riotinto, Luis Cassá Marín, y los representantes del PERT, Antonio Gallego, Eduardo Martín y José Díaz, lo presentaron públicamente.

Al día siguiente (22-X-1988), HUELVA INFORMACIÓN se hizo eco de todo ello, transmitiendo comentarios de sus organizadores, que resumo a continuación:

Tanto Fernando Pineda como Luis Cassá se sintieron confiados en las perspectivas de FUTURO de la comarca, si se conseguía romper su total dependencia socioeconómica de la empresa minera. Este fue uno de los objetivos de la creación de la ZAE por la Junta de Andalucía.

Los Alcaldes Pineda y Cassá se mostraron a favor de la reapertura minera del cobre, siempre que fuera económicamente viable, pero también indicaron la necesidad de diversificar la economía comarcal, porque la mina se agotará tarde o temprano.

Antonio Gallego realizó un balance muy positivo del PERT, que, al año de su creación, ya gestionaba más de 40 iniciativas empresariales.

HUELVA INFORMACIÓN publicó también el mismo día (22-X-1988) “Pesimismo no justificado”, artículo de Ernest Lluch Martí, presidente de la Fundación Riotinto y del I Congreso Nacional “Cuenca Minera de Riotinto”, en el que explicaba que la crisis había servido para replantearse el FUTURO de la comarca al margen de las tradicionales labores mineras. Sabemos que el pasado encierra lecciones que se pueden aprovechar muy bien para el FUTURO. Por ello, pretendemos extraer del pasado una parte del FUTURO: un museo minero, yacimientos arqueológicos, colecciones de material industrial de interés histórico, protección medioambiental y actividades artesanales. Podría ser también el enunciado de un atractivo programa turístico, como parte del FUTURO que buscamos.

HUELVA INFORMACIÓN publicó (23-X-1988) “En el FUTURO de la Cuenca Minera se vislumbra una esperanza”, artículo mío, cuyas ideas centrales destaco a continuación:

Nuestra HISTORIA está hecha a golpes de adaptaciones sociales, en ocasiones traumáticas, a situaciones muy variables, jalonada de luchas por reivindicaciones justas, siempre, y, a veces, también contradictorias. Es la HISTORIA de un pueblo, donde no aparecían nombres propios de protagonistas autóctonos, pero donde sí surgían, sobre todo en las etapas de mayor conflictividad social, el enviado redentor foráneo. Quizás, por ello, nuestra HISTORIA fue siempre más vivida que escrita. Por estas y otras razones, hoy la Cuenca Minera de Riotinto sigue siendo una gran desconocida, pero dispuesta a darse a conocer. ¿Alguien sabía antes de la celebración del Centenario de “los Humos” que los primeros que se manifestaron en el mundo contra la contaminación medioambiental fueron nuestros convecinos y con un amplio saldo de asesinados?

La ciudadanía ha empezado a advertir que lo importante es luchar por el FUTURO, mediante el análisis en el PRESENTE de la HISTORIA de su PASADO.

¿Qué pasado? Las explotaciones mineras más antiguas del mundo, de las que siempre se han extraído, alternando etapas florecientes con otras totalmente inactivas, oro, plata, cobre y pirita. Pueblos mineros convertidos periódicamente en labriegos y pastores y viceversa, según la rentabilidad de sus minas.

¿Qué presente? Galerías subterráneas abandonadas. Instalaciones extractivas de cobre paradas por falta de rentabilidad económica. La pirita soportando su crisis específica. Oro y plata, cuyas existencias no alcanzará más allá de una década. Excesiva cantidad de jubilados anticipados. Una juventud ajena a la mina desde hace años, cuya actividad sólo pude depender de los estudios, del INEM, de la forestal, del PER o de la asesina droga.

¿Qué FUTURO? Dar a conocer. Con este objetivo se celebró el Centenario de “Los Humos” y la Semana del Medio Ambiente. Con este mismo objetivo comenzará el I Congreso Nacional “Cuenca Minera de Riotinto”. Pero el FUTURO es también cambiar la vieja mentalidad de la “mina o el caos”, porque, cuando las minas no eran explotadas, sus pueblos no desaparecieron. Existen potencialidades de desarrollo en el turismo, la agricultura y la industria, pero hay que luchar para convertirlas en realidades. La HISTORIA juzgará y sentenciará por ello.

HUELVA INFORMACIÓN publicó al día siguiente (29-X-1988) la inauguración (28-X-1988) del I Congreso Nacional “Cuenca Minera de Riotinto”, presidido por Ernest Lluch Martí, y resumió el discurso, que leí en nombre de los Alcaldes, del que selecciono las siguientes ideas:

Los Alcaldes, como máximos responsables del paulatino desarrollo de nuestra tierra o de su decadencia y muerte, nunca caeremos en la miopía de defender la tesis de “mina o paro”. Creemos que ha llegado el momento histórico de aunar voluntades, porque existen potencialidades de desarrollo que estamos obligados a incentivar, independientemente de lo que ocurra con las explotaciones mineras. Este I Congreso Nacional “Cuenca Minera de Riotinto” servirá para darnos a conocer. Mirando al FUTURO, nuestra responsabilidad debe centrarse en lograr un desarrollo turístico, industrial y agrícola, aún sin potenciar en nuestra comarca.

Este I Congreso Nacional “Cuenca Minera de Riotinto”, cuyo lema fue “DESDE LA HISTORIA HACIA EL FUTURO, finalizó con la publicación de su “Memoria”, presentada por Ernest Lluch Martí, que resume en sus 850 páginas las 47 ponencias y comunicaciones, desarrolladas por 87 participantes, sobre el patrimonio de la Cuenca Minera de Riotinto en Historia, Geografía, Arqueología, Arquitectura, Ecología, Economía, Turismo, Tecnología, Mineralogía, Metalurgia, etc.

Este I Congreso Nacional “Cuenca Minera de Riotinto” nació como primero para continuar bienalmente, pero aún se espera el segundo. ¿Podría ser éste el momento de recuperar el tiempo perdido?

¡Debemos traer nuestra HISTORIA al PRESENTE para convertirla en la base de su FUTURO definitivo de progreso!

Los Ayuntamientos de la Cuenca Minera de Riotinto, unidos, deberían dignificar la memoria de los asesinados por el Gobierno Español el 4 de Febrero de 1888, colocando en cada municipio un panel con las inscripciones de los nombres conocidos, seguido de “y otros…”, e instar a las Administraciones Públicas la necesaria investigación del resto de sus nombres, que paulatinamente se irían añadiendo.

Fernando Pineda, exalcalde de El Campillo

Libertad de expresión*

Lleva unas semanas dando vueltas por el ciberespacio un vídeo del rapero Pablo Hasél en el que relata cómo por escribir canciones o comentar en Twitter, puede ser condenado hasta 12 años de prisión por la Audiencia Nacional.

Seamos claros: puede caerte mejor o peor, puedes compartir sus ideales, puedes pensar radicalmente distinto e, incluso, producirte indiferencia (ya que la mayoría ni siquiera sabréis quién es). Pero lo que es seguro es que nadie en un país que se haga llamar democrático y que presuma de ser un estado moderno y liberal, debería ser condenado por dar su opinión.

Y no, no es la primera vez. Ni para Pablo ni para muchos otros.

Rockeros, raperos y otros músicos que tocan en sus letras temas sensibles y controvertidos están en el punto de mira del Estado, que aprieta su mordaza cada días más.

Para grupos como Soziedad alkohólika es complicado tocar fuera del País Vasco.

En Facebook se han llegado a censurar vídeos de grupos como Narco o Def con Dos.

Pero si hay un estilo musical que se lleva la palma en cuanto a censura, ese es el rap: Pablo Hasél, H Kanino, Los Chikos del Maíz…

Todos se han sentado en el banquillo de los acusados por escribir canciones, tuits o artículos de opinión, simplemente por expresar su postura, su forma de ver las cosas.

España debería estar por encima de eso.

Pero si nos vamos a poner censores, hagámoslo en todos los casos, ¿no?

La realidad es que yo mismo (y cualquiera que indague por las redes sociales, que tienen más de redes que de sociales) me he echado las manos a la cabeza en muchas ocasiones viendo como la gente desea una bomba en una asamblea de Podemos, cómo se desea la muerte de algún homosexual, cómo se enaltece el franquismo, el nazismo, el fascismo en general… Y todo queda impune. Mientras tanto se condena a Fulanito, que es de izquierdas, por hacer un chiste sobre Carrero Blanco.

En el artículo 20 de la Constitución española se recoge que «Se reconocen y protegen los derechos: a) A expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción. b) A la producción y creación literaria, artística, científica y técnica.»

Yo, personalmente, le pondría un enorme asterisco a «Libertad de expresión» y aclararía, al pié de la página y en letra visible, que hay libertad de expresión, sí, pero según lo que expreses.

¡Salud!

Un tiro más, 130 años después…

Recientemente he asistido a una conferencia relacionada con el fatídico cuatro de febrero de 1888, en el Ayuntamiento de Minas de Riotinto. Sentí un escalofrío, desde lo más profundo de mi alma, al comprobar que los fallecidos de aquella tarde, en la plaza del desaparecido pueblo, no cabrían en la sala donde nos reunimos unos cuantos para rendirle un merecido homenaje y, sobre todo, para mostrar que no nos olvidamos de ello.

Durante los últimos días, tanto en medios de comunicación como en redes sociales, se ha publicado que, desde Huelva, y contando con el apoyo institucional de la Junta de Andalucía, se está promoviendo que el día 4 de febrero sea reconocido como Día Mundial del Ecologismo y, de este modo, perpetuar la memoria de los fallecidos aquella tarde de hace ya 130 años. Somos muchos los que pensamos que sería de ley un reconocimiento internacional a las víctimas del “Año de los tiros”, hasta aquí, todo el mundo esta de acuerdo.

Sin embargo, después de la conferencia, se entabló un debate acerca de las motivaciones que provocaron que miles de personas se manifestaran en la plaza de Riotinto aquel 4 de febrero de hace 130 años. Tanto el ponente principal, D. Alfredo Moreno Bolaños, como D. Aquilino Delgado (Director del Museo Minero) y muchos otros estudiosos de la historia local, dejaron constancia de que poco, por no decir nada, tuvo que ver el sentimiento ecologista con la manifestación que terminó en tragedia.

Yo soy de la misma opinión que ellos pues, en aquella época, nadie había oído hablar del concepto de ecologismo tal y como hoy lo conocemos. Desde mi humilde opinión, aquella manifestación no fue más que el resultado del choque de dos formas de vida que se vieron obligadas a convivir en la misma provincia y cuya confrontación terminó en el trágico suceso que por todos es conocido. Por un lado, el poder caciquil que hacía y deshacía a su antojo, tanto a nivel local como a nivel provincial; por otro lado, el creciente poder de las industrias mineras que veían en los primeros un obstáculo para el desarrollo industrial de la provincia. 130 años después, basta mirar lo que la industria minera supone para la provincia para entender quién de los dos poderes salió triunfante.

Aún así y, pese a los estudios bien documentados por los historiadores locales, desde la capital parecen hacer oídos sordos y se empeñan en defender aquella manifestación como la primera protesta ecologista de la historia. Se equivocan, señores. Ya en alguna localidad alemana se manifestaron por temas ambientales, un siglo antes, tal y como afirma y reafirma D. Aquilino Delgado. Incluso en Huelva, en enero de 1887, ya se manifestaron en contra de los humos. En Riotinto, aquella tarde de febrero de 1888, miles de personas se manifestaron para pedir unas mejoras en las condiciones laborales y ningún minero reclamó que se suprimieran las teleras. Igual que hoy en día, pocos serían los obreros de la capital que secundarían una manifestación para eliminar el Polo Químico de Huelva.

En la conferencia intervino un representante de la Mesa de la Ría argumentando que muchas protestas estaban relacionadas con la afección a la salud. Y tal vez tenga razón, pero suprimir las teleras acarrearía más problemas de salud en aquel momento pues, ¿cuántas familias se quedarían sin su sustento?, estoy convencido de que el hambre es menos saludable que el humo. No discuto lo nocivo de aquellos humos, faltaría más. Lo único que pongo en duda es que aquella manifestación sea el germen del ecologismo en el mundo, tal y como parece que se pretende desde la capital.

En el salón de plenos del Ayuntamiento de Riotinto se congregaron numerosos estudiosos del tema y, la gran mayoría, se mostraba en desacuerdo con la proposición del día 4 de febrero como Día Mundial del Ecologismo. Me sorprendió que, desde la capital, se pretenda seguir adelante con un proceso sin escuchar ni atender a los principales afectados. Por desgracia, no sería la primera vez.

La gente de Riotinto nunca fue dueña de su tierra, hasta el aire que respiraban era de la todopoderosa Rio Tinto Company Limited. Tras los ingleses, otras compañías fueron saciándose con lo que las entrañas de estas tierras escondían. Incluso hoy, 130 años después de aquella aciaga tarde, son compañías foráneas las que escarban en estas tierras, teñidas de sangre…

La gente de Riotinto tampoco fue dueña de su propia voz y, hasta hace poco, tan sólo se escuchaban otras voces hablando de lo que había ocurrido en su propia tierra. La gente de Riotinto tan sólo es dueña de su historia, dejemos pues que la cuenten, escuchemos lo que quieren decir y no tergiversemos su historia, lo único que tienen y que quieren gritar…

Los humos de la huelga de 1888 y de hoy

Para la cuenca minera del río Tinto éste 4 de febrero debería ser el día del medio ambiente, o incluso nuestro día del trabajo, pues en misma fecha de 1888 se dio la huelga que significativamente unió a mineros de la Rio Tinto Company Limited, a agricultores y ganaderos de la zona y al pueblo en general para pedir mejores condiciones laborales y salariales y la eliminación de las terroríficas ‘teleras’ que tanto daño hacían entre cualquier tipo de vida, ya en las personas, en los animales o en la vegetación. Una auténtica huelga medioambiental, aun cuando el término nos era desconocido y confluyeran otros intereses sociolaborales.

Sin embargo, para las Naciones Unidas, el día del trabajo tan arraigado –con justicia- lo venimos celebrando el 1 de mayo, en conmemoración de fecha próxima a aquellos sucesos de 1888, ya que apenas dos años antes (1886) en una gran jornada reivindicativa se inicio la trascendental huelga de trabajadores de Chicago pidiendo la jornada de 8 horas. La gran conmoción, sus efectos y la trascendencia de tal reclamación ha hecho que el Primero de Mayo se convirtiese en la gran jornada reivindicativa para los trabajadores de todo el mundo. Los acontecimientos de Chicago, donde varios dirigentes sindicoanarquistas fueron ejecutados, son de una trascendencia tal que justifica la elección del 1 de mayo como el Día del Trabajo y de los trabajadores.

No obstante, bien se hubiera podido luchar para que el 4 de febrero se hubiera convertido en Día Mundial del Medio Ambiente, si las autoridades españolas hubieran puesto más empeño y ejercicio didáctico sobre la base de su impronta histórica. No fue así, y el incipiente movimiento que algunos apoyamos hace mucho años se quedó en nada, pues el 15 de diciembre de 1972 la ONU eligió para conmemorar dicho Día el 5 de junio de cada año, ya que en misma fecha de ese año (1972) se había iniciado la Conferencia de Estocolmo sobre Medio Ambiente. Es decir, se aprovechó una fecha próxima sobre un acontecimiento recién iniciado, al comprometerse la propia ONU a desarrollar programas y sensibilizar sobre una cuestión que hoy nos parece cotidiana y desde luego necesaria. No se tuvo en cuenta, como en el Día del Trabajo, a la historia. Y sin embargo, ateniéndonos a la propia actualidad, la cuenca minera padece los problemas derivados de un cementerio de residuos industriales tóxicos y peligrosos, muy contaminantes, que –ironías de la historia- descansan en una zona donde se situaron campos de teleras.

La población nervense padeció la rotura de la sociedad, entre los que ilusionados creyeron que aquel vertedero sería la solución al cierre de la mina y los que intuyeron el problema que se les venía encima, para lo que formaron plataformas reivindicativas que nunca lograron sus objetivos, a pesar de que incluso en la política alcanzaron el gobierno de Nerva. El depósito de residuos, una vez instalado, nadie lo iba a quitar. En Nerva se ha quedado, por los siglos de los siglos, y lo que es peor aun, de los 10 años de vida para almacenamiento, inicialmente aprobado, se ha pasado a prórrogas de varias décadas, con la correspondiente ampliación inicial y cientos, miles de camiones volcando su mierda tóxica junto a Nerva. Este cementerio contaminante ni siquiera ha servido para paliar la difícil situación laboral de la cuenca. Los cientos de trabajados prometidos se quedaron en solo una promesa, como tantas otras incumplidas. Los intereses políticos se plegaron claramente a los intereses del mantenimiento de éste cementerio, pues una vez instalado todo ha sido más fácil para aprobar no solo su ampliación, sino la variedad de elementos contaminantes recibidos y la duración, alargada en décadas, de un cementerio que llegó para quedarse ante la ilusión de algunos de que ahí estaba su futuro laboral, gracias a la connivencia de políticos títeres del sistema, capaces de aceptar lo inaceptable.

Nada es ahora como se soñó, ni para unos ni para otros. El cementerio sigue plenamente activo acogiendo la porquería que da prosperidad y dinero a otros; no ha solucionado los problemas laborales de la cuenca –y mucho menos de Nerva- y cíclicamente aparece en los medios de comunicación, bien por algún incendio, accidente de un camión con residuos tóxicos o por denuncias sobre algún problema en la planta de El Ventoso. Pero el gol ya está metido e incluso se ha conseguido acallar los pocos intentos de las adormecidas asociaciones ciudadanas y ecologistas ante los atropellos sufridos en estos años. Malos olores, intenso trafico de camiones con residuos peligrosos, veranos con alarmantes nubes de polvo, impacto sobre las aguas de la zona…y todo sigue como si la normalidad fuera tener éste peligroso cementerio a menos de un kilómetro del núcleo urbano.

No sé si de haberse constituido el 4 de febrero como Día Mundial del Medio Ambiente la empresa Befesa sería hoy la propietaria del enorme vertedero de residuos tóxicos y contaminantes de Nerva. Parece que nos es muy fácil de olvidar la esencia de las fechas, aun cuando sigamos hablando en la cuenca minera del año de los tiros, de aquel 4 de febrero de 1888, cuando extraoficialmente cientos de personas, convocadas por la Liga Antihumos, murieron para reivindicar el fin de las teleras. Hoy no se pide tanto sacrificio, recordado con cierto baboseo, pero al menos que, en una sociedad tan informada como la nuestra, no se olvide que un día se permitió al lado de nuestras casas un vertedero que, al contrario que las teleras, conocerán y padecerán futuras generaciones. Aquellas se eliminaron con el tiempo y apenas existen rastros, pero el tóxico cementerio seguirá ahí, vivo, recordándonos que por mucho recubrimiento, sellado o aislamiento, lo que alberga no puede eliminarse, son residuos altamente tóxicos y contaminantes, como si nuestra salud no valiera nada. Eso de que quien contamina paga, parece que solo se ha quedado en un eslogan propagandístico, ya que la mierda que otros generan se la comen aquí, en Nerva. No es coincidencia que en Bella Vista, apareciera en 1988 una reivindicativa pintada: “Cien años de historia. Cien años de miedo. Cien años de Soledad”. Hoy habría que añadirle a esa pintada 30 años más, pero nada ha cambiado, aunque sigo pensando que si la fecha del 4 de febrero se hubiera escogido como Día del Medio Ambiente, hoy no tendríamos vertedero. Al menos me hace ilusión pensarlo.

Desde luego me adhiero al manifiesto de Juan Cobos Wilkins, aunque el Día del Medio Ambiente, sea el 4 de febrero u otro, llega tarde para Nerva, ya que parece que no supimos aprender de nuestra propia historia. La herencia que dejamos no es la más ejemplar.

1888-2018, 130 años de una masacre minera

Las durísimas condiciones de trabajo en la mina y los nocivos efectos de los humos de las ‘teleras’ llevó en 1888 a una conjunción de intereses contra los métodos laborales y de explotación de ’La Compañía’. Nunca imaginaron los manifestantes de todos los pueblos de la cuenca minera, que aquella concentración pacífica en la Plaza de la Constitución de ‘La Mina’ (Ríotinto Pueblo), el 4 de febrero de 1888, se iba a convertir en una ratonera para cientos de personas indefensas frente a los fusiles del Regimiento de Pavía al servicio de los intereses de la compañía británica, la RTCL. Lo peor fue la impunidad de los responsables de aquella matanza, protegidos bajo los intereses económicos y políticos de la época. Los expedientes desaparecieron y los muertos y heridos quedaron sin conocer la justicia. La propia Compañía aprovechó el momento para promover despidos; no cerró las teleras, a pesar de las nuevas leyes que rápidamente se aprobaron (el 29 de febrero de 1888 se firmó el Real Decreto prohibiendo las teleras), manteniéndolas aún durante años, a pesar de ser un método muy dañino y perjudicial para las personas, los animales y el campo (hoy diríamos medioambiente); solo las cambiaría bien entrado el siglo XX, sustituyéndolas por el método de cementación natural, por ser más barato y rentable, practicado en la zona onubense explotada por la Tharsis Sulphur y quedó la leyenda sobre los desaparecidos, permaneciendo en el imaginario popular hasta la actualidad. Incluso, Maximiliano Tornet, el agitador de aquella manifestación, mantuvo su mito protagonista hasta que hace muy pocos años apareció su rastro en Argentina y siempre se mantuvieron incógnitas sobre el papel de los de la Liga Antihumos, vinculados a los caciques de Zalamea la Real (José Lorenzo Serrano y José María Ordoñez), ya que en el momento de los tiros a la muchedumbre concentrada en aquella Plaza, los organizadores ya estaban alejados de aquel Ayuntamiento riotinteño, hoy desaparecido y enterrado bajo los escombros de la propia mina. Toda una metáfora de los tiempos.

A la manta, los humos tóxicos sulfurosos depositados en los valles tras la quema del mineral en las teleras, que no dejaba crecer vida vegetal en su entorno y afectaba a la salud de personas y animales, se le echó encima otra ‘manta’ para tapar las responsabilidades. Las autoridades no se atrevieron con La Compañía, que con sus mordidas controlaban la política local, provincial e incluso nacional. Era la principal empresa de España y causaba temor a los oponentes. Su enorme poder compraba silencios, casi como hoy. Y eso que han pasado 130 años. Los Mister Rich de entonces (director de la mina) siguen campando hoy por nuestras tierras.

Juan C. León Brázquez, periodista