El escritor nervense presenta ‘La paciencia de la araña’ y destina la recaudación de la novela a los damnificados por la inundación

El escritor e investigador nervense Juan Carlos Rodríguez Centeno dejó este sábado en Nerva una riada de solidaridad, cultura e historia con la presentación de su primera novela, ‘La paciencia de la araña’, una obra que revela hechos hasta ahora poco conocidos de la guerra civil española y que también ha servido para ayudar a los damnificados por la inundación que asoló parte de la localidad el pasado 19 de diciembre.

La presentación tuvo lugar en el Centro Cultural de Nerva, que acogió un entrañable acto que reunió a numerosos vecinos y familiares del autor y en el que Rodríguez Centeno conmovió a los asistentes con los recuerdos de su infancia en el municipio, una etapa en la que sus visitas al pueblo eran asiduas: fines de semana, fiestas de san Bartolomé, la Villa, etc, por lo que guarda “grandes recuerdos de mi infancia en el paseo y otros lugares de Nerva”.

Rodríguez Centeno, que actualmente es director del Departamento de Comunicación Audiovisual y Publicidad de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla, fue presentado por una periodista nervense y alumna del autor, Vanesa Navarro, para quien fue “emocionante” la experiencia de exponer la “criatura” de su profesor, “una brillante novela que nos cuenta la Guerra Civil desde una perspectiva no acostumbrada”, sostiene.

El acto, que estuvo presidido por el presidente de la Sociedad Centro Cultural de Nerva, Francisco José Vázquez Domínguez, también estuvo marcado por la solidaridad, pues el escritor nervense ha destinado a los afectados por la riada del pasado 19 de diciembre toda la recaudación obtenida con la venta del libro durante la presentación, en la que además se agotaron todos los ejemplares disponibles.

‘La paciencia de la araña’

Tal y como ya informó TINTO NOTICIAS -El periódico de la Cuenca Minera de Riotinto-, ‘La paciencia de la araña’ está ambientada en los primeros meses de la guerra civil y tiene a Sevilla como escenario principal, si bien también recrea acontecimientos acaecidos en otros lugares como la Sierra de Huelva, Madrid y Salamanca.

Todo lo relatado en la obra se basa en acontecimientos reales que posteriormente son ficcionados por el autor. La novela arranca con un hecho poco conocido pero real: un comando falangista se reúne en Sevilla para organizar una operación de rescate a José Antonio Primo de Rivera, preso en Alicante, tras lo que, mientras se planifica la operación, el protagonista es testigo de la vida en la ciudad y de los acontecimientos, anécdotas y sucesos que se producen en la misma.

Por la novela desfilan personajes reales como el Duque de Alba, el banquero Juan March, el general Queipo de Llano, el terrible jefe de la represión Manuel Criado, artistas flamencos como Manuel Vallejo o la Niña de la Puebla y toreros como El Algabeño o el cardenal Ilundáin, entre otros, así como personajes ficticios: ganaderos, jerarcas nazis, combatientes italianos, nobles, buscavidas, etc. Y todo ello mientras las tropas de Franco se aproximan a Madrid y todos piensan que la guerra terminará pronto con una fácil victoria.

Además de la exposición de acontecimientos reales acaecidos durante la guerra civil, a Juan Carlos Rodríguez Centeno le ha interesado especialmente “narrar la doble vida de la ciudad”, por un lado “alegre, festiva, eufórica y luminosa”, pero por otra parte “terrible”, con “asesinatos, fusilamientos, represión, cárcel, venganzas, etc”, destacó el propio autor en declaraciones a este periódico.

En palabras de Vanesa Navarro, se trata de una novela donde la Sevilla del 36 se convierte en “plató de una obra con letras pero que te lleva al cine mientras la lees. Cinematográfica, plano secuencia, ritmo, encabalgamiento… Centeno narra de manera trepidante y muy novedosa, en escenas memorables, las bambalinas de la maniobra de Nicolás, el hermano de Franco con los falangistas, una lección de literatura, historia y moral política”, subraya.

Sobre el autor

‘La paciencia de la araña’ es la primera novela de Juan Carlos Rodríguez Centeno, que cuenta con más de 30 publicaciones académicas entre libros, artículos o ponencias, todo un ejemplo de la amplia trayectoria investigadora de este nervense que nació en Minas de Riotinto en 1968 y pasó toda su infancia y adolescencia en Nerva, hasta los 18 años, cuando se trasladó a Madrid. Allí estudió Ciencias de la Información en la rama Publicidad, tras lo que marchó a Sevilla, donde se doctoró y es profesor de la Facultad de Comunicación desde 1995.

Juan Carlos Rodríguez Centeno es hijo de los nervenses Carlos Rodríguez y Carmela Centeno. Su abuelo materno, Felipe Centeno, procedía de Riotinto y fue un industrial de cierta relevancia en Nerva, donde tuvo varios negocios, como una fábrica de aguardientes, anises y gaseosas, un estanco y hasta una banca privada, algo muy usual por entonces en lugares alejados de las capitales, mientras que su abuela materna, Carmen Hinojosa, es descendiente directa del bandolero José María El Tempranillo y procedía de El Campillo, donde fue Miss Salvochea. 

Por su parte, la familia de su padre era de procedencia obrera. Sus abuelos paternos, Claudio Rodríguez y Eloína Domínguez, procedían de Linares de la Sierra, desde donde se trasladaron a Nerva. Él era minero y trabajó toda su vida en la Fundición, al igual que su hijo, Carlos Rodríguez, que empezó a trabajar en Explosivos Riotinto con 14 años, tras lo que estudió peritaje de Minas y, hasta su jubilación, trabajó siempre en la misma empresa.

Juan Carlos Rodríguez Centeno guarda grandes recuerdos de su infancia en su pueblo. “Al poco de yo nacer, mi padre fue trasladado a Huelva, pero nuestra vinculación con Nerva era continua. Mis abuelos continuaron allí y nuestras visitas al pueblo eran asiduas: fines de semana, fiestas de san Bartolomé, La Villa, etc. Tengo muchos recuerdos de mi infancia en el paseo y otros lugares de Nerva”, señala.

A continuación, cuando se fue a estudiar a Madrid, con 18 años, “empecé a perder vinculación con la Cuenca”, comenta Rodríguez Centeno, pero esta se recupera hace tres años, cuando “mi madre compra una casa en Nerva”, por lo que “actualmente paso fines de semana y festivos en el pueblo y sus alrededores”.