Ecologistas en Acción advierte de que los árboles talados servían de barrera para frenar las partículas tóxicas que se desplazan por el aire

Ecologistas en Acción pedirá a los nuevos responsables de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía que abran una investigación sobre la tala de pinos y alcornoques producida en el perímetro del vertedero de residuos tóxicos y peligrosos de Nerva.

Así lo han comunicado desde la organización conservacionista, que ha advertido de que estos árboles constituyen una masa forestal que sirve de pantalla para frenar las partículas tóxicas que se desplazan por el aire desde el vertedero hacia sus inmediaciones, sobre todo al pantano del Jarrama, que abastece a los pueblos de la zona.

Además, Ecologistas en Acción señala que el “considerable” número de pinos y alcornoques cortados, que actuaban como barrera frente a las “cotidianas nubes de polvos tóxicos” que emanan de las instalaciones en las operaciones de descarga y gestión de los residuos peligrosos que llevan los camiones, también tenía como finalidad amortiguar el impacto paisajístico de estas instalaciones.

La organización ecologista no ve justificación para esta tala “masiva”, ni como supuestas áreas cortafuegos ni en el marco de un posible plan de autoprotección, pues “esta masa forestal fue entresacada y limpiada y ya existían áreas cortafuegos, mientras que las actuaciones forestales previstas en el plan de autoprotección ya deben estar realizadas hace tiempo. 

Ecologistas en Acción ha lamentado además que esta tala se haya producido en una zona en la que hay una gran pérdida de arbolado debido sobre todo a los incendios forestales, ya que la Cuenca Minera ocupa el primer lugar en cuanto a conatos, número de incendios y superficie quemada, señalan, al tiempo que indican que el verano pasado se quemaron en Nerva más de 2.000 hectáreas forestales.

“Nosotros entendemos que esta tala es una actuación sobredimensionada si se trata de una defensa ante el peligro real que supone la autocombustión por la falta de una adecuada gestión de los residuos tóxicos y por el temor de que se puedan originar incendios forestales como consecuencia de ello”, indican.

Frente a ello, la organización ecologista defiende que, en lugar de talar los árboles, la actuación más urgente para evitar esa situación de “alto riesgo” es, por una parte, una mejor gestión para la conservación de la masa forestal de monte mediterráneo de la zona y “no destruir lo poco que dejan los incendios en pie”, y por otra parte, iniciar “de una vez por todas” los trámites legales para disponer la clausura definitiva de unas instalaciones que, a su juicio, están “agotadas y sobreexplotadas más allá del uso para el que fueron concebidas y creadas”.

En definitiva, Ecologistas en Acción solicita “atención y medidas para que no se convierta a Nerva en un desierto sin árboles y en el cementerio químico de media Europa”, concluyen.