Este lunes, 4 de febrero, se conmemora una triste efemérides para los vecinos de la cuenca minera de Riotinto. Más de cien años después, aún se desconoce el número de fallecidos aquella fatídica tarde y qué hicieron con tanta muerte. Las responsabilidades se diluyeron, como una voz en el eco, y todo se llenó de silencio.

Pues todo esto también es memoria histórica y, ante tanta desidia por parte de algunos, no nos queda más remedio que seguir confiando en el trabajo de historiadores locales que, sacrificando su tiempo y su dinero, tratan de alzar la voz para romper tanto silencio…