La organización onubense presenta alegaciones al proyecto minero en el marco de concesión de la nueva AAU
Mesa de la Ría ha presentado alegaciones al proyecto minero de Riotinto en el marco del nuevo proceso abierto por la Junta de Andalucía para la concesión de la nueva Autorización Ambiental Unificada (AAU) a la mina.
Se trata de la sexta vez que esta organización onubense presenta alegaciones a este proyecto, en este caso como consecuencia de la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) que anuló la autorización ambiental otorgada por la Junta en 2014.
Mesa de la Ría solicita la paralización de todas las actividades del proyecto de explotación minera mientras no se disponga de la que califican como «necesaria y obligada» Autorización Ambiental Unificada y se inicie un «expediente sancionador contra Emed Tartessus por seguir operando», si bien es la propia Junta de Andalucía la que consideró que la sentencia judicial no obligaba al cese de la actividad, sino a la subsanación de los defectos de forma detectados.
El colectivo insta a la Junta a que retrotraiga el procedimiento administrativo hasta el momento de inicio de un nuevo periodo de información pública en el que se incluya toda la documentación que no aparece en el expediente de autorización ambiental, incluyendo la sentencia que lo anulaba, el informe de verificación de compatibilidad ambiental y, sobre todo, el informe sobre las consecuencias de la rotura de las presas de Aguzadera, Gossan y Cobre «que realizó Emed Tartessus y que incomprensivamente se oculta en el expediente público», añaden.
Desde Mesa de la Ría explican que «la inmensa balsa de residuos mineros, que ocupa 530 hectáreas y contenía 340 millones de toneladas de lodos tóxicos acumulados desde su paralización en 2001, está formada por tres secciones dispuestas en cascada, denominadas Gossan, Cobre y Aguzadera», así como que «la autorización ambiental que se pretende volver a otorgar implica nuevos recrecidos de las balsas de cobre y aguzadera para poder albergar otros 166 millones de metros cúbicos de residuos, lo que supone diez veces más la cantidad de lodos que albergaba la balsa de Boliden que colapsó en Aznalcóllar (Sevilla) en abril de 1998», añaden.
Asimismo, el colectivo insiste en que «la posible rotura de la balsa de Riotinto inundaría, con un tsunami de lodos tóxicos de 8 metros de altura, el río Odiel y gran parte de Gibraleón y Huelva», al tiempo que «arrasaría la reserva de la biosfera Marismas del Odiel», agregan, si bien desde la empresa que actualmente explota la mina de Riotinto, Atalaya Mining, se indicó que las balsas presentan «riesgo cero».
Mesa de la Ría recuerda la Junta de Andalucía estimó en 2014 sus alegaciones en las que se denunciaba la existencia de vertidos tóxicos industriales no mineros procedentes del Polo Químico de Huelva, instando a Emed Tartessus a elaborar un plan para su retirada antes de iniciar la actividad minera, «cosa que nunca se llevó a cabo», indican.
Por ello, Mesa de la Ría ha denunciado la que considera una «gestión ilegal de residuos por parte de Atlantic Copper y Tioxide, los cuales ahora han sido vertidos y extendidos descontroladamente por Emed Tartessus en el embalse de Aguzaderas», añaden.
En dicha denuncia de Mesa de la Ria, se exige «que Emed Tartessus retire el material contaminante del embalse minero por sus filtraciones al río Odiel y se proceda a su traslado a un vertedero autorizado para albergar residuos tóxicos industriales», concluyen.