Atalaya destaca su “compromiso con la excelencia ambiental”

La actividad minera de Riotinto generó en 2018 un total de 10,2 kilogramos de residuos no mineros por cada tonelada de concentrado de cobre producida en las inslatalaciones, lo que supone un descenso del 33 por ciento respecto a los dos años anteriores, según los datos facilitados por la compañía encargada de la explotación de la mina, Atalaya Riotinto Minera, que ha calificado este descenso como un “indicador de desempeño ambiental clave”.

Asimismo, la empresa asegura, en su último boletín informativo, que los esfuerzos realizados por Atalaya se han traducido también en que el el 82 por ciento de los residuos producidos durante 2018 fueron destinados a alguna operación de reciclaje, por lo que sólo el 18 por ciento se eliminan mediante su depósito en vertederos, añaden.

La compañía destaca su compromiso con la “excelencia ambiental y gestión de los residuos no mineros en el Proyecto Riotinto”, para lo que, “de acuerdo a los requisitos que establece la normativa, se aplican estrategias de gestión encaminadas en primer lugar a la reducción o minimización de la producción de residuos en origen, la reutilización de aquellos para los que sea posible una segunda vida y el reciclado”, subrayan.

“En último lugar, para aquellos residuos que no permiten las estrategias de gestión anteriores, se destina a eliminación controlada mediante su depósito en vertederos autorizados”, continúan desde la compañía, tras lo que destacan que “para garantizar la reutilización y/o reciclaje de los residuos, se procura la separación en origen, disponiendo envases para los tipos producidos en cualquier área de las instalaciones”.

Atalaya Riotinto persigue con ello “reducir la cantidad de residuos que se dedican a la eliminación en vertedero, reduciendo, por tanto, el impacto ambiental de la actividad”, sostienen, al tiempo que recalcan que “los residuos se trasladan desde las distintas zonas de producción hacia el Punto Limpio, donde se acondicionan para su posterior retirada en condiciones de seguridad por gestores autorizados”.

Por último, la compañía subraya que “los Planes de Vigilancia y Control Ambiental son de gran relevancia en el desempeño ambiental del Proyecto Riotinto”, pues “con ellos garantizamos el cumplimiento de las medidas preventivas y de control establecidas en la Autorización Ambiental Unificada y Estudio de Impacto Ambiental del proyecto”, añaden.

De otra parte, respecto a las empresas contratistas, Atalaya Riotinto asegura que “tienen la obligación de realizar una correcta gestión de los residuos que generan”, así como que, “para garantizar el cumplimiento de los requisitos normativos, el personal del departamento de Medio Ambiente de Atalaya realiza inspecciones periódicas de seguimiento ambiental a los lugares de trabajo de estas empresas, donde se comprueba el correcto desempeño ambiental de las operaciones subcontratadas”, concluyen.