Nacido en Nerva hace 54 años, Juan Manuel Pérez López es una persona conocida por su trabajo al frente del Archivo Histórico de la Fundación Río Tinto, dado que este licenciado en Geografía e Historia por la Universidad Hispalense y con un Máster en Patrimonio Histórico y Natural ocupa la dirección de esta institución desde el año 1991. Cargo al que accedió después de formar parte del grupo de organización de Archivos municipales de la provincia de Huelva, llevado a cabo por la Diputación Provincial de Huelva.
Una actividad profesional que ha complementado con numerosos trabajos, entre los que se encuentran la organización de archivos de empresas y municipales, así como el haber pertenecido a varios grupos de investigación histórica de la Universidad de Huelva y a otros grupos ajenos a ésta, pero también relacionados con la investigación y confección de informes históricos.
Del mismo modo, Pérez López es un amante del patrimonio, como lo viene demostrando con su participación en diversos proyectos de gestión del patrimonio cultural, como en la redacción del expediente de Bien de Interés Cultural (BIC) Cuenca Minera de Riotinto, incoado por la Junta de Andalucía, que fue aprobado con la figura de Sitio Histórico, así como en la redacción de los BIC de Tharsis-La Zarza, inscrito en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz con la tipología de Zona Patrimonial y del Puerto de la Laja, inscrito en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, con la tipología de Lugar de Interés Industrial.
Además, ha sido coordinador de un grupo interdisciplinario para la confección del Plan Director para la gestión del patrimonio industrial minero de la Faja Pirítica Onubense, llevado a cabo por la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa de la Junta de Andalucía, además del Plan Director de la Faja Pirítica Sevilla y Ossa Morena, auspiciado por la Consejería de Economía, Innovación y Conocimiento.
Una intensa trayectoria profesional que está avalada también por la publicación de numerosos trabajos y artículos, tanto en prensa como en revistas especializadas y en libros, referentes a temas archivísticos e históricos, al haber publicado cuatro libros, editado otro, así como 40 artículos de investigación. Algunas de sus obras son Sindicalismo minero en Huelva. La huelga de 1913 en Río Tinto, como paradigma de acción colectiva desde los órganos de representación obrera, Las calcinaciones al aire libre: Las teleras. Los conflictos sociales de febrero de 1888. Causas y consecuencias o Proceso de emancipación de la villa de Nerva a través de las fuentes documentales, entre otros, siendo coeditor del libro Río Tinto. Historia, Patrimonio Minero y Turismo cultural.
Entre sus artículos podemos destacar aquellos relacionados con el Archivo Histórico de Río Tinto, como sucede con ‘El Archivo Histórico Minero de Fundación Río Tinto como ejemplo de archivo del mundo del trabajo’, publicado en la revista Arch-e de la Junta de Andalucía; ‘La cartografía de las compañías mineras: el Archivo Histórico Minero de la Fundación Río Tinto’, que apareció en el Boletín de Patrimonio Histórico; ‘Fundación Río Tinto como Centro de Investigación de la Minería’, en la revista Demófilo; o el ‘Plan Director para la gestión del Patrimonio Industrial Minero de la Faja Pirítica Onubense’, publicado por la Sociedad Española para la Defensa del Patrimonio Geológico y Minero (Sedpgym). También ha llevado a cabo otros muchos trabajos de carácter histórico, como ‘Los sectores de inversión de los capitales extranjeros’ y ‘El ferrocarril minero de Riotinto”, publicados por la Universidad de Huelva, ‘Las minas de la Sociedad Francesa de Piritas de Huelva y el ferrocarril El Carpio-Valdelamusa’, publicado por la revista Historia Ferroviaria, ‘Corta Atalaya, paradigma de explotación a cielo abierto”, publicado en la revista Andalucía en la Historia y ‘Crisis de empleo en las minas de Río Tinto’, publicado en Aestuaria, etcétera.
Una actividad muy notoria, de la que el propio Juan Manuel Pérez destaca “mi actuación como Historiador Archivero en el Archivo Histórico de Fundación Río Tinto, donde desempeño tareas de dirección para la ordenación, conservación y difusión de los fondos documentales del Archivo Histórico Minero”. Una responsabilidad que le ha permitido participar “en los proyectos de gestión del patrimonio industrial, en la redacción de los Planes Directores de la Faja Pirítica Onubense y de la Faja Pirítica Sevillana y Ossa Morena, incoado por la Consejería de Economía, Innovación y Ciencia de la Junta de Andalucía, además de formar parte como historiador en la confección de los expedientes BIC de SITIO HISTÓRICO de la Cuenca Minera de Riotinto, de la Cuenca Minera de Tharsis, Alosno, Calañas y del Puerto de la Laja (Huelva)”.
Además de todo ello, este historiador nervense ha sido miembro del Comité Organizador del XI Congreso Internacional de Patrimonio Geológico y Minero. Organizado por la Sociedad Española para la Defensa del Patrimonio Geológico y Minero (SEDPGYM) y la Universidad de Huelva, participando en calidad de experto en el Foro de Arquitectura Industrial de Andalucía, convocado por la Consejería de Obras Públicas y Transportes.
Como docente, Juan Manuel ha impartido clases y cursos de verano en las Universidades de Huelva, Universidad Internacional de Andalucía, Oviedo, León, etcétera, participando en numerosas ocasiones como profesor en el Aula de la Experiencia de la Onubense. Todo ello sin olvidar el que ha impartido numerosas conferencias en instituciones, tanto públicas como privadas, sobre temas relacionados con el patrimonio, la historia y la archivística, así como haber comisario varias exposiciones relacionadas con estos temas.
Como director del archivo riotinteño invita “no solo a los investigadores, sino a la ciudadanía en general, para que se acerque al archivo y conozca de primera mano un patrimonio documental que se hace imprescindible para la cultura minera”. No en vano, esta entidad cuenta con numerosos programas de acercamiento, como sucede cada año, el 9 de junio, cuando celebran el Día Internacional de los Archivos con unas jornadas de puertas abiertas en las que “el ciudadano, en una visita guiada, puede conocer el funcionamiento ordinario del archivo y asistir a la ejecución de las tareas archivísticas, así como puede disfrutar de exposiciones de documentos”.
Para Pérez, “el Archivo Histórico Minero de Fundación Río Tinto (AHMFRT) es un contexto no formal muy conveniente para la educación patrimonial. A pesar de que en cuanto a su titularidad es privado y que en cuanto a su tipología podríamos calificarlo de archivo de carácter económico de empresa, es un “espacio educativo” ideal para efectuar prácticas y aprender cómo se obtiene el conocimiento a través de los documentos por la variedad y carácter sencillo de las innumerables series que revelan el patrimonio de una comarca y por la relación directa de la historia que emana de ellas y su relación con los usuarios”.
Fuentes documentales para entender la historia de la Cuenca Minera, puesto que, como apunta este investigador, “es necesario establecer la correspondencia entre el contenido de estos documentos y la historia local, la más cercana a ciudadanos e incluso alumnos. De forma que, además de establecer la importancia del estudio de estas series de documentos que generaron las compañías mineras para el conocimiento de la historia económica en España, tiene que expresarse de forma relevante la importancia del devenir de estas explotaciones mineras en sus propias vidas”.
Unas fuentes que representan la memoria de los habitantes de esta comarca y, especialmente, todo lo referido a la actividad minera, que no sólo tuvo una importancia económica vital en la zona, sino también en materia cultural y patrimonial. Incluso, este archivero de Nerva asegura que “las fuentes documentales del AHMFRT pueden representar una carga socio-afectiva para la comarca, en la que se generaron las fuentes a partir del desarrollo de la actividad minera, y a través de ellas poner de manifiesto la importancia del patrimonio minero, que puede contribuir a rebajar las tensiones en una comunidad marcada por la conflictividad laboral histórica debido, entre otros factores, al fracaso del proceso de reconversión de la minería, poniendo de manifiesto los aspectos positivos del patrimonio industrial en la actualidad como factor endógeno de desarrollo local”.
Pero la riqueza de este Archivo de la Fundación Río Tinto va mucho más allá. Porque, además de la investigación, a partir de las fuentes documentales, se puede configurar cómo fue la economía, no sólo de la comarca, sino de toda España, durante varias décadas. Al mismo tiempo, la difusión de los datos recogidos en estos documentos en publicaciones, exposiciones o jornadas es fundamental para conocer el pasado minero a nivel histórico, pero también como fuente para futuras investigaciones en materia geológico-minera.
Entre las exposiciones organizadas desde el Archivo de la Fundación se encuentra la referida al ‘Año de los Tiros’, un tema recurrente, que ya en el año 1994 protagonizó una muestra itinerante que fue desde el Museo Minero de FRT, pasando por varias sedes de la Universidad de Huelva, y que incluyó un catálogo.
En concreto, el AHMFRT gestiona los documentos generados fundamentalmente por Rio Tinto Company Limited (1873-1954), CEMRT (1955-1970), Rio Tinto Patiño (1966-1977), Explosivos Rio Tinto (1970-1977) y Rio Tinto Minera (1977-1995). Además, también custodia los documentos que habían generado otras compañías mineras en la provincia de Huelva, también extranjeras, que, a partir de 1853, con la llegada de Deligny, comenzaron la explotación de las minas andaluzas, convirtiendo a España en el mayor productor de cobre mundial a finales del siglo XIX, como sucedió con la Sociedad Francesa de Piritas de Huelva (Minas de Lomero Poyatos, Perrunal, etc.), The Peña Copper Mines (Mina de Peña del Hierro), Electrolisis del Cobre (Mina de Concepción) y Minas de Herrerías, S.A. (Mina Herrerías).
Por todo ello, para Juan Manuel, “la conservación y difusión del patrimonio documental se ha convertido en uno de los mayores retos de la sociedad post-industrial. Y, en cuanto a sus clases, además de la información que dan en algunos casos, llegan a rozar el valor artístico del patrimonio, como en el caso de la cartografía o la documentación en imagen que son verdaderas “joyas” patrimoniales muy atrayentes para la motivación de los usuarios”.
“Por tanto, es evidente la necesidad de una puesta en marcha de políticas sectoriales en materia de archivos históricos de empresa que favorezcan la conservación y organización de éstos, así como su utilización transversal en procesos de educación patrimonial, atendidos por profesionales adecuados, que muchas veces tendrán la necesidad de ser asesorados por un equipo multidisciplinar, que satisfagan todas la exigencias del tratamiento de este patrimonio y del complejo proceso industrializador español”, comenta este historiador e investigador, que considera que “es notorio, por tanto, la importancia del uso de los documentos de archivos para la investigación histórica y en su función de recurso para el desarrollo de proyectos con perspectivas didácticas, así como para el conocimiento y concienciación ciudadana del patrimonio cultural, que alienten el reconocimiento del patrimonio documental como parte de nuestra identidad para fomentar su valoración y concienciar de que su conservación es una tarea de todos”.
Con todo, para terminar, Juan Manuel Pérez destaca “la importancia de los archivos para hacer la historia. En concreto, en Huelva, las compañías mineras, la mayoría extranjeras, dejaron un legado documental trascendental para el estudio de la historia económica española, y, por ende, de la historia social. En cuanto al Archivo Histórico Minero de Fundación Río Tinto, pretende asegurar el conocimiento y la difusión de la cultura minera y de la Historia Económica de España, poniendo a disposición de la investigación una documentación tan relevante para el estudio de la industrialización española, en su sector quizás más determinante a finales del siglo XIX, como lo fue el sector minero”.