La comitiva descubre el rico patrimonio cultural, paisajístico e histórico de la comarca
El Centro de Educación Permanente Miguel Hernández Gilabert, ubicado en el Centro Penitenciario de Huelva, ha realizado una visita a la Cuenca Minera de Riotinto, una iniciativa que ha tenido como objetivos acercar a los internos al patrimonio cultural, paisajístico e histórico de la zona, fomentar el contacto con la naturaleza y aprender a cuidar el entorno para que siga siendo testigo histórico, así como promover la convivencia y el contacto interpersonal y sobre todo desarrollar habilidades sociales para prepararles para la vida en libertad.
Trece internos-alumnos, diez profesores y tres funcionarios de vigilancia componían el grupo penitenciario, que visitó en primer lugar el Museo Minero de Riotinto, donde fueron recibidos por Saúl Narbona. Los visitantes recibieron todo tipo de explicaciones de cada una de las salas que componen el museo, donde les llamó especialmente la atención la recreación de la mina allí existente con una extraordinaria precisión y los restos romanos encontrados en todo el entorno minero, así como el legado inglés.
A continuación visitaron la Peña de Hierro. Tocados con cascos multicolores formaban una peculiar comitiva en el interior de la gruta minera, donde nuevamente recibieron explicación pormenorizada de los distintos tipos de entibamientos de la mina, así como de los distintos minerales existentes en la cueva artificial y que se pueden fácilmente apreciar en los gigantescos escalones de la elaborada corta.
Posteriormente fue el tren el protagonista de la jornada. El maravilloso paseo a lo largo de 12 kilómetros de la antigua línea de la Riotinto Company Limited, junto al río Tinto, hizo las delicias de todos los participantes. Las imágenes ‘marcianas’, los restos de arqueología industrial, el verdor de las márgenes y sobre todo el rojo sangre intenso del río impactaron sobremanera a todos los visitantes, principalmente a los que lo hacían por primera vez.
En Nerva y después de una reparadora comida en la que estuvieron acompañados por el profesor de Educación Permanente de la localidad, Juan Carlos Domínguez Cerrato, y del alcalde de Nerva, José Antonio Ayala, visitaron el precioso Ayuntamiento que con una peculiar torre de 30,50 metros, sin contar la veleta, supera a todas las edificaciones de la localidad y pudieron, además, hacer uso de una pasarela existente en torno al tejado del edificio, que lo bordea completamente y desde donde se pueden apreciar las mejores vistas de la localidad. Después se fotografiaron en el Salón de Plenos, donde ejercieron de alcalde y concejales.
Una vez finalizada la visita al Ayuntamiento pudieron visitar el Museo Vázquez Díaz, donde fueron recibidos por su director, que hizo de guía del mismo. En el Museo se encuentran depositados los bocetos de los frescos de la Rábida y de los que el Centro Penitenciario onubense tiene copias realizadas por los internos en sus muros, con lo que se creó un sentimiento de hermandad por compartir las mismas imágenes.
En todos los lugares visitados, los internos fueron dejando obsequios realizados en los talleres terapéuticos del Centro Penitenciario onubense como recuerdo del maravilloso día pasado en la comarca minera y como agradecimiento a las atenciones recibidas durante toda la jornada.