«El silencio del aire, el silencio de.la soledad en la noche, ese momento en que te vas desmaquillando el alma, ese instante en que el espejo no está empañado porque te muestra la faz que nadie ve, esa hora del encuentro consigo mismo. Ese silencio de la máscara que todos llevamos aunque no sea Carnaval.
¿y qué ves frente a ti? Ves toda la memoria que quisiste enterrar, todas las arrugas que te dejó el destino, cada surco de sufrimiento y cada luz cuando sonreías. Ves el regazo que te acunó y el abrazo de la piel tatuado en otra piel, las huellas del llanto y la sombra en los ojos que en otra pupila quedaron,
los sueños de la infancia y las expectativas incumplidas. ..y también ves esos regalos que nunca pediste a los Reyes Magos y te los regaló la vida. El espejo del tiempo va avanzando mientras buscamos un rostro que sonría siempre. Quizás mañana, al maquillarme de nuevo, me equivoque de máscara o quizás algún día me atreva a ponerme un antifaz en los ojos para que nadie pueda vislumbrar la imagen que me devolvió el espejo.
Rosario Santana, poeta