Diagnosticado con fibrosis quística desde los 3 años, el nombre de Samuel Delgado Díaz es sinónimo de superación, en lo que el deporte siempre ha sido su mejor aliado
La vida de Samuel Delgado Díaz, Samu, no ha sido fácil. Nació en el año 1984, una época donde no se sabía casi nada de la Fibrosis Quística (FQ), una enfermedad rara que le diagnosticaron con 3 años. La noticia no fue nada fácil para sus padres, pero, a pesar de ello, asegura que “me he criado como uno niño ‘normal’, o por lo menos así me he visto siempre. ‘Normal’, pero sí con muchos cuidados y alguna que otra restricción”. Y es que un simple resfriado para una persona con esta enfermedad puede dar lugar a neumonías.
Una ‘normalidad’ que se mantuvo también en su entorno, entre sus amigos y sus compañeros de clases, que siempre lo trataron como a uno más. Una circunstancia que “me ayudó a estar siempre integrado”. En esa integración, el deporte fue el mejor aliado de Samu, puesto que “fui consciente desde pequeño que me sentía mucho mejor después de jugar al pilla pilla, de coger la bici, jugar una pachanga de fútbol, etcétera”.
A los 16 años, la vida de este nervense dio un vuelco cuando se vio obligado a estar conectado a una máquina de oxígeno las 24 horas. “Es ahí cuando los médicos me aconsejan que no pare de moverme, que debo estar fuerte para el futuro trasplante. Me compro una máquina de gimnasio, una de esas que puedes hacer un poco de todo. Mis primos me regalan una cicloestática, y es ahí donde paso el mayor tiempo de mi día durante cuatro años”, asegura.
Y, de hecho, a los 20 años fue trasplantado. Fue un trasplante bipulmonar que resultó todo un éxito. Y, gracias al trabajo realizado, su recuperación postoperatoria fue muy satisfactoria.
Su siguiente objetivo fue andar sin oxígeno, luego correr…, y así, paso a paso, hasta hoy en día, cuando entrena como un profesional, puesto que se prepara para el Mundial de Triatlón para Trasplantados, que tendrá lugar en Newcastle, Inglaterra, el próximo mes de julio.
Un nuevo reto para este minero de 34 años que a lo largo de su vida ha corrido el Trail de Valverde del Camino, consiguiendo el tercer puesto en la categoría por equipos, corriendo junto a otros tres compañeros también trasplantados; además de conseguir 5 medallas en el Campeonato de España de Trasplantados y 2 Bronces en el Campeonato de Europa, disputado en Cagliari, Italia.
Todo un ejemplo a seguir, que hemos querido conocer en primera persona.
-Samu, ¿crees que puedes ser un ejemplo para otras personas?
-Todos necesitamos ver y oír que se puede. Tengo amigas/os a la espera de un trasplante, con FQ o, incluso, amigas/os que su vida es aparentemente normal sin problemas de nada, que necesitan un espejo donde mirarse y motivarse. Recibo cada día mensajes de gracias por ser un ejemplo de superación de la vida. Pienso que todos somos un ejemplo de superación, que la vida no regala nada y que todos hemos luchado para conseguir o acercarnos a lo que siempre hemos soñado. Yo siempre tuve y tengo mi espejo donde mirar.
-¿Por qué el deporte?
-Me ha dado y me da la sensación de libertad, me ha enseñado a superarme y, hoy en día, es lo que mantiene mi salud y mi mente fuerte. Soy feliz cuando hago deporte.
-¿Cómo te has preparado para lograr todos tus éxitos deportivos?
-Basándome en cuatro pilares: Pasión, Dedicación, Trabajo y Constancia. Con esos cuatro ingredientes, se llega lejos.
-¿A qué títulos les tienes más cariño?
-Todos los títulos han sido muy trascendentes en mi vida deportiva. Han sido motivación extra para conseguir el siguiente titulo. Pero, si tengo elegir, elijo el Premio al Nervense del año 2018, en la categoría de Deporte. Desde que el Centro Cultural de Nerva empezó a otorgar estos premios, quise tenerlo. Es un premio mutuo entre organizadores y premiados. Tanto ellos como premiados, luchamos para estar ese día en la gala.
-Efectivamente, también has recibido el reconocimiento de tu tierra. ¿Cómo te has sentido con estos gestos?
-Es un orgullo que tu tierra, tu gente, te reconozcan los méritos y tu superación. La Torre de Nerva es el premio más preciado para un ciudadano que sienta su tierra, sus colores. Jamás se me había pasado por la cabeza, fue toda una sorpresa. Es uno de mis mayores tesoros, junto al premio Nervense del año.
Por otra parte, el premio al mejor deportista de la Cuenca Minera, entregado por el Ayuntamiento de Minas de Riotinto, creo que es el colofón a un gran año deportivo. Es un premio muy, muy especial y mágico. Hace que sienta orgullo por mi tierra minera. Es un trozo del corazón de mi tierra.
-¿Algún momento más especial para ti?
-Los momentos vividos con el Equipo Español en el Europeo de Cagliari. Fui sin conocer a nadie y me traje a una familia.
-¿Qué estás haciendo en la actualidad?
-No todo es deporte, aunque entrene las mismas horas que un profesional. Estudio Oposiciones, algo que compagino con los entrenos y carreras preparatorias para el Campeonato de España y del Mundo para trasplantados.
-¿Algo que te gustaría conseguir?
-Mi sueño es no dejar de caminar nunca. Y sí, me gustaría estar en el Top Ten de los mundiales, que ya es pedir. El nivel que se está viendo en las pruebas es mucho.
-¿Algún mensaje final?
-El deporte es como la vida real. No es fácil. Para crear tu camino, tienes que tener ilusiones, motivaciones y ponerte metas a conseguir, sin prisas, pero con pasos firmes y constantes.
También me gustaría dar las gracias a todas esas personas que luchan y estudian por hacernos la vida más fácil a familias y pacientes de Fibrosis Quística. Gracias a esas personas donantes por regalar vidas, que, sin ellas, hoy, muchos de nosotros, no estaríamos siendo felices. Y gracias a vosotros por esta oportunidad de poder expresar en palabras, mi trabajo y mis sentimientos.