Este paraje berrocaleño es más que recomendable para rutas de senderismo y conocer las huellas de las explotaciones mineras por la belleza de su entorno

Ya hemos comentado en alguna que otra ocasión la riqueza natural que tiene Berrocal y su término municipal, tanto que es en un lugar idóneo para relajarnos y perdernos del estrés del día a día. Por este motivo, esta semana hemos querido descubrir otro rincón berrocaleño que merece la pena conocer, bien para hacer un poco de deporte, como el senderismo, o para admirar simplemente el paisaje.

Nos referimos al paraje conocido como ‘El Manzano’, un nombre genérico que, además, da nombre a varios elementos en la zona, como sucede con el Puente El Manzano, Túnel El Manzano o Manzanillo y el Cortijo El Manzano.

En los dos primeros casos, tanto el puente como el túnel, fueron construidos con motivo del diseño de la línea férrea de vía estrecha que construyó la Riotinto Company Limited en el último tercio del siglo XIX para unir la mina y el Muelle de Riotinto con el objetivo de transportar desde el Puerto de Huelva el mineral obtenido. Las obras del tren comenzaron en junio de 1873, siendo inaugurada el 28 de julio de 1875. Un ferrocarril que puso a la Cuenca Minera en la vanguardia de la Revolución Industrial en cuanto a transporte se refiere.

En concreto, tal y como nos recuerda ‘Tierras del Descubrimiento’, “túnel y puente fueron construidos para salvar un impresionante meandro del río visible en su totalidad desde el Carril de Peñas Blancas. A la salida del mismo, aún se puede observar un andarivel o una especie de tirolina de construcción inglesa que servía para que la persona encargada del mantenimiento de las líneas de telégrafo y teléfono pudiera atravesar el río y desempeñar su labor en épocas de crecidas”.

Y, de hecho, en la zona encontramos otros túneles que sirvieron para salvar la geografía de Berrocal, como el Túnel Salomon, el de mayor longitud, con 140 metros frente al del Manzano, que contaba con 110 metros, o el Túnel Chico, con 40 metros.

Por su parte, el Cortijo El Manzano es un edificio de 1914 con características propias de la arquitectura inglesa. Lo cierto es que alrededor del ferrocarril estaba la estación y un pequeño poblado, prácticamente desaparecido, del que tan sólo queda restos de lo que fuera la antigua escuela.

Eso sí, si paseamos por la zona, también encontraremos restos del antiguo molino, que nos ofrece una bonita visión del río.

Un entorno, en general, más que recomendable para pasear al tratarse de un trazado fácil y cómodo, si seguimos la línea del ferrocarril. Otra forma de disfrutar de la Cuenca Minera y, en concreto, de Berrocal.

Foto: verpueblos.com