Esta pieza megalítica del Calcolítico, de gran significado para la zona, corrobora que el hombre habita estas tierras desde hace más de cinco milenios
Situado en El Campillo, el Dolmen de la Cantina es un monumento muy llamativo al proceder de la cultura megalítica funeraria de hace más de 5.000 años, un resto arqueológico, por tanto, que pone de manifiesto la antigüedad de este municipio minero, dado que se corrobora que el hombre habita estas tierras desde hace más de cinco milenios.
Y es que, como ya pusimos de manifiesto en esta sección al hablar de los Cabezos Colorados, la cultura megalítica tiene ejemplos muy relevantes en El Campillo a través de restos como el de ‘La Cantina’, que es el dolmen más significativo.
Se trata de una riqueza megalítica que tan sólo es un signo más de la importante actividad minera de El Campillo y el resto de la comarca, que ha atraído a numerosas civilizaciones desde hace miles de años, siendo especialmente conocida la explotación minera llevada a cabo por los romanos, desde el siglo II a.c.
En este caso, el nombre de este dolmen se debe a que, en un principio, se creyó que se encontraba en la finca ‘La Cantina’, aunque estudios posteriores han puesto de manifiesto que, en realidad, su ubicación exacta es la finca del Labrio, cerca de un lugar llamado de los Puertos, en los bajos de la Sierra del Monago, al noroeste de El Campillo.
El Dolmen de La Cantina es un túmulo megalítico con una galería cubierta que se utilizaba para los enterramientos colectivos en la época del Calcolítico.
Debido al interés de este espacio arqueológico, han surgido muchas voces que demandan su puesta en valor, como sucedía hace unos años, por ejemplo, con la Asociación Alongarvi de El Campillo.
Foto: Diego Delgado