El Ayuntamiento de El Campillo ha implantado una medida pionera para garantizar la seguridad de sus trabajadores: realizar controles de alcoholemia entre los empleados que trabajan en las obras municipales, una medida que se lleva a cabo de manera excepcional, sólo cuando el encargado de obras ve indicios de que un trabajador pueda estar bajo los efectos del alcohol.
El Consistorio campillero lleva a cabo esta iniciativa en el marco de la normativa vigente en materia de seguridad y salud en el trabajo (artículo 22.1 de la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales) con el objeto de «verificar si el estado de salud del trabajador puede constituir un peligro para el mismo, para los demás trabajadores o para otras personas relacionadas» con los trabajos.
Según ha informado a Tinto Noticias -el periódico digital de la Cuenca Minera de Riotinto- el concejal de Urbanismo, Juan Carlos Jiménez, desde que se implantó esta medida, el pasado mes de enero, se han realizado un total de ocho test de alcoholemia, de los que ninguno ha dado positivo, ha añadido.
Por su parte, la alcaldesa del municipio, Susana Rivas, ha destacado que «se trata de una medida que sólo se lleva a cabo de manera excepcional y con el único objetivo de garantizar la seguridad de los trabajadores y trabajadoras», a lo que Jiménez ha añadido «se hace un especial seguimiento en los puestos que conlleven mayor peligro».