Antonio Pavón y Rosario Santana han obtenido los premios principales de esta competencia literaria
Los artistas y vecinos riotinteños Antonio Pavón y Rosario Santana han obtenido los primeros premios del Concurso de Microrrelatos de la XXVIII Feria del Libro de Nerva, según ha dado a conocer el Ayuntamiento de Minas de Riotinto en un post de Facebook.
Dadas las circunstancias por el coronavirus, la mayoría de las actividades se desarrollarán online y se desarrollan en torno al 23 de abril, Día Internacional del Libro.
La obra con la que Pavón se ha hecho con el primer premio del concurso la ha bautizado “Diversidad Ocre”. Por su parte, el título de la composición de Santana es “Que no duerma el arpa”, alzándose con el segundo premio.
Te dejamos aquí las dos composiciones:
Diversidad Ocre
“Con cierta pereza me peiné, mirándome al espejo pensé en Aeneas, tristeza en la inquietud incansable llorando futuros besos que temo perder.
En la tarde volví a verte con la alegría del vuelo iniciático de las alondras, ecos de viejas luces suplicando ante los reflejos empañados por el cobre, sueños turbados del amor entre dos hombres, ahora me mirabas rompiendo nubes negras.
Vivir vidas prohibidas sin sabor amargo es nuestra historia, costumbres victorianas llegadas al agreste paisaje de ocres bajo la mirada libre del río Tinto desvelan nuestro sentido necesario de amarnos fuera de lo establecido.
La vida cambió poco a poco, el paso del tiempo marcaba la poesía voluptuosa, entusiasmo sapiente y apasionado. Tú desempeñando el difícil papel de amigo para ofrecerme amor secreto en el cuenco de las manos, me abandonaba a ese vértigo delirante de ácida lluvia.
Obligados a buscar refugio desnudé su ímpetu salvaje, alzo la mirada con una potencia misteriosa, inundando su rostro de una melancolía fugitiva. El fuego iluminaba vagamente la penumbra del chozo, consagrado como el templo de su joven fisonomía.
El peso del sexo tiernamente posado sobre mi pecho concedía ese violento deseo de los rizos de Medusa.”
Que no duerma el arpa
“Siempre la cautivaron los días de lluvia y las noches de aguacero sobre todo. Mientras escuchaba plácidamente el Nessum Dorma de Turandot, se perdía entre las páginas de un libro que saboreaba con fruición. Cada línea era un sendero de luz sin mirar atrás, que la llevaba a otra línea, a otro párrafo, a otra página y a otra y a otra. Le apasionaba sumergirse en historias que la disfrazaban de princesas o de cenicientas, de heroínas o de víctimas vapuleadas por la vida, de poemas azules que la llevaban a países exóticos o de Antígonas enfrentando cara a cara las veleidades de un destino tiránico.
Ahora llueve, me empapo de la lluvia y del recuerdo. Todo es distinto. El calendario pasea su quietud, las horas no tienen prisa, las manecillas acompasan el parpadeo somnoliento de mis ojos, mi sueño se esconde en una rima de Bécquer: “Del salón en el ángulo oscuro…»
Escucho el agua en mi tejado, todos duermen, la princesa de labios de fresa ya no llora. Rubén Darío me abandonó y las páginas de mi último libro aguardan tu tacto. Tendrán que esperar como esperé yo que el arpa despertara.”
¡Nuestra más sincera enhorabuena a los dos por este bonito logro!