Una encuesta nos dice que de 10 maestros, nueve se sienten desprotegidos y ninguneados por el alumnado. Maestros y padres han perdido el principio de autoridad. Siempre he mantenido que en el seno familiar se EDUCA y en los colegios se ENSEÑA. Los legisladores, con sus leyes, están sobreprotegiendo al niño quitando autoridad a los progenitores y maestros. De no corregir la dirección en la que se legisla en este tema, estamos construyendo una sociedad que acabará destruyéndose. ¿Qué estamos haciendo con nuestros jóvenes?.Yo estoy con Emilio Calatayud, juez de menores:

“Soy Emilio Calatayud. Estimados parlamentarios autonómicos, diputados y senadores, legisladores todos: soy juez de Menores desde hace 29 años, lo que me convierte en el magistrado más antiguo de España en esta especialidad. Pues bien, llevo 29 años condenando a adolescentes a aprender a leer y escribir. Acabo de empezar el nuevo curso judicial y he celebrado los primeros juicios, y como en el Día de la Marmota, he vuelto a encontrarme con chicos de 16 ó 17 años que prácticamente no saben hablar ni leer. Y si saben, no entienden lo que leen ni lo que escriben, porque tampoco saben escribir. Es una pena. Nuestros niños son cada vez más brutos: esa es la triste realidad. En este sentido, quiero formular un ruego: estimados parlamentarios, diputados y senadores, legisladores todos, vengan a mi juzgado (o a los de cualquier otro compañero) para que vean que no exagero. Nosotros, en Granada, solemos celebrar las vistas todos los martes a partir de las 10 de la mañana. Si se deciden a aceptar la invitación, llamen al juzgado con suficiente antelación para que les reservemos un sitio y, por favor, vengan con la mente abierta. Dejen a un lado lo que dicen sus respectivos programas sobre la educación en España. Sean seres humanos y no sólo seres políticos. Escuchen y luego pregunten si lo desean. Vean la realidad que mis compañeros y yo llevamos viendo desde hace décadas. Luego, piensen y legislen. Lleguen a acuerdos duraderos en esta materia.

Si un adolescente acaba la educación obligatoria siendo un analfabeto completo o funcional -que viene a ser lo mismo- tendrá muchas posibilidades de ser explotado laboralmente, engañado o de acabar siendo carne de cañón. uando empecé en Menores, hace ya 29 años, un chaval me pidió que le condenara a aprender a leer y a escribir porque eso le serviría para ser libre, verdaderamente libre. Suscribo lo que me dijo aquel niño y reitero la invitación, señorías. Atentamente, Emilio Calatayud.

A los lectores os pido que compartáis y difundáis esta carta abierta para ver si logramos que algún parlamentario, diputado o senador nos haga caso. Gracias!