Es la tercera vez que corre esta prueba, muestra de su pasión por el deporte, cuya práctica compagina con su vida familiar y laboral en un almacén en Nerva

Casada y con dos hijos, no hay reto que no sea capaz de superar Elisa Vázquez Maestre. Y es que esta nervense de 39 años es toda una amante del deporte, una actividad que compagina con su labor profesional en un almacén de construcción de Nerva, después de que estudiara Administración en Sevilla.

Tanto es así que acaba de correr en la 101 de Ronda, una dura prueba que este año, además, coincidió con altas temperaturas, lo que provocó numerosos abandonos. Una experiencia que nos cuenta en esta entrevista, concedida a Tinto Noticias, donde habla de su faceta deportiva.

-Elisa, ¿cuándo surge tu interés por el deporte?

-Hace unos siete años empecé a practicar deporte con mi pareja y unos amigos con la bicicleta. Empezamos poco a poco, sobre todo alrededor de Nerva. Recuerdo la primera vez que llegamos a El Madroño. Aquello fue toda una hazaña. Tardamos toda una mañana en ir y volver y lo pasamos genial. Esta afición fue creciendo y empecé a realizar carreras de bici de montaña por la provincia de Huelva, realizando, incluso, la Huelva Extrema en su edición del 2014. Aunque lo que siempre me ha gustado ha sido correr y, sobre todo correr, por montaña.

-¿Por qué correr?

-Me lo han preguntado más veces y siempre contesto lo mismo: es sensación de libertad, es ver estampas de cuento, es sentirse viva. Para mí, correr por montaña es como la vida misma, con sus caminos bueno, sus senderos por explorar, los descensos llenos de piedras y regatas…, que si sabes por dónde cogerlos te hacen disfrutar, y cómo no, sus cuestas, duras de subir, pero que, con esfuerzo y constancia, se pueden superar. Y cuando llegas a la cima, te das cuenta de cuánto ha merecido la pena. Y lo mejor de todo es la cantidad de personas que conoces y con las que compartes cada carrera, cada entreno, cada momento en la montaña y esta pasión.

-¿Qué pruebas son las que más te han marcado de todas las que has corrido?

-La que más me marcó, por ser la primera que realicé, fue la Trail de Minas de Riotinto en 2016. Disfruté tanto que, desde entonces, estoy enganchada a este deporte. Además, está ‘La Sonrisa de Rafa’ en Berrocal, una carrera muy especial que une deporte y solidaridad, en la que se viven momentos únicos y especiales. Y, por supuesto, la Trail de Nerva, la carrera de mi pueblo. El correr en casa, lo que supone eso, el querer dar lo mejor de ti para poder disfrutar de lo que te gusta con tu gente y tus vecinos y que todos los que acuden disfruten de tu entorno y salga todo perfecto.

-El pasado fin de semana estuviste en la 101 de Ronda. ¿Cómo fue la experiencia?

-Maravillosa, siempre es diferente. La he realizado en tres ediciones, una en bicicleta y dos en marchador y cada edición es especial, cada una te enseña momentos únicos, de compañerismo, de felicidad, de dolor y, sobre todo, de una inmensa emoción cuando llegas a la Alameda del Tajo y cruzas la ansiada meta, con una mochila que salió cargada de sueños e ilusión y que termina llena de incontables emociones y momentos vividos, de amistades que se forjan durante la carrera, en momentos de flaqueza cuando más lo necesitas, o en momentos de alegría y emoción, como cuando pasas por cada pueblo y ves la cantidad de personas que hay volcándose con cada participante.

Es una carrera que empiezas a correrla con el corazón, pero que, con el paso de kilómetros, tienes que tirar de cabeza. Son muchos kilómetros y te da tiempo a pensar en muchas cosas, es una carrera contra uno mismo. Hay pruebas más duras, pero para mí esta es especial y una de las mejores carreras que se puedan realizar, tanto por el ambiente como por quien la organiza, el Tercio Alejandro Farnesio de la Legión, y que promueve el espíritu de compañerismo, de superación. Para mí siempre tiene un lugar en el calendario.

-Fue dura por las altas temperaturas.

-De las tres ediciones que la he realizado, ha sido, sin duda, la más dura. Cuando entré en el Estadio sobre las 10.00 de la mañana ya hacía bastante calor. Allí veo a muchos amigos con los que comparto los momentos previos a la salida y con los que correré durante muchos kilómetros. A las 11.00 de la mañana dan la salida y ya estábamos a unos 30º. La carrera sale rápida, pero, tras los primeros kilómetros, la gente empieza a darse cuenta que tiene que aflojar. El calor que nos espera durante todo el día me hace replantear la forma de afrontarla, intentado guardar todo lo posible hasta que bajen un poco las temperaturas e intentando refrescarme e hidratarme todo lo posible en los avituallamientos.

Pasan las horas y ves cómo muchos corredores tienen que abandonar por golpes de calor y el devenir de las ambulancias es continuo, auxiliando a muchos compañeros. Este año ha sido uno de los que más abandonos ha tenido esta prueba, más de 2.000. Al final, y tras muchas horas, consigo mi objetivo: llegar a la Alameda del Tajo y reducir mi tiempo de hace dos años en dos horas y media.

-¿Te has marcado algún nuevo reto?

-Tengo en mente la Ultra de Sierra Nevada, aunque este año no sé si podré realizarla por temas de trabajo, e intentar terminar lo mejor posible en liga y copa de CxM de Huelva.

-¿Qué piensa tu familia y amigos de esta actividad deportiva?

-Ellos me apoyan y me animan a hacer lo que me gusta y con lo que disfruto. La verdad es que tengo que agradecerles el que me aguanten, sobre todo los días previos a alguna carrera (risas), y me acompañen siempre que pueden a alguna.

-¿Cuáles son tus planes futuros?

-Seguir disfrutando como lo hago hasta ahora y buscar nuevos retos.

-¿Qué supone para ti la Cuenca Minera?

-Es mi lugar especial para entrenar, pasear y disfrutar de un entorno único y maravilloso que no se encuentra en ninguna otra parte del planeta. Me siento privilegiada de haber nacido aquí y de tener estos rincones, que siempre te sorprenden con algo nuevo por descubrir.

-Para terminar: un mensaje a los nervenses.

-Primero, me gustaría animarlos a hacer deporte, sobre todo a los más jóvenes. Te sientes mejor contigo mismo, te ayuda en la salud y se viven experiencias maravillosas. También me gustaría animarlos a cuidar nuestro entorno, tanto el campo como la parte de mina. Cada una es especial a su manera y es una pena que no sepamos apreciar ni cuidar lo que tenemos. Viene gente de todos sitios para disfrutar de esto y nosotros que lo tenemos no sabemos apreciarlo.