Nunca llegó a pensar que pudiera suceder lo ocurrido

Una de las cosas que Laura Luelmo le comentó a su novio días antes de su desaparición fue que su vecino de en frente la miraba de forma extraña, hasta el punto de llegar a incomodarla. Ahora, una semana después, ese mismo vecino, que había llegado poco antes a El Campillo tras cumplir condena por asesinato, está detenido como sospechoso de su muerte. Vivían a tan solo 50 metros, en la calle Córdoba del municipio, a donde la joven zamorana de 26 años se había trasladado días antes para cubrir una baja de profesora en el IES Vázquez Díaz de la localidad vecina de Nerva.

Ayer, otro vecino de esa misma calle afirmaba haber visto cómo el detenido vigilaba a la joven cada vez que salía de casa. De acuerdo con su testimonio, tal y como puede apreciarse en el vídeo que ilustra esta información, Laura llevaba tan solo unos días en la vivienda de la calle Córdoba y, desde que llegó, su vecino de en frente no dejaba de vigilarla: “Yo salía a trabajar y veía cómo estaba pendiente de ella todos los días”. Sin embargo, nunca llegó a pensar que la situación acabaría así: “Vi que la vigilaba, pero nunca pensé que llegara a esto”.

Este vecino cuenta que no trató mucho con Laura, apenas “buenos días y buenas tardes”, pero “se la veía una joven simpática y alegre”. Por su parte, el detenido sí le resultaba algo “sospechoso”. Asimismo, la última vez que vio a ambos coincide con la crónica de lo ocurrido: “Vi salir a Laura la tarde del miércoles, sobre las cuatro de la tarde o poco más, y a mi vecino igual, sería sobre la misma hora, y ya no he vuelto saber nada más hasta hoy”.

La joven Laura Luelmo, tal y como adelantó Tinto Noticias -el periódico de la Cuenca Minera de Riotinto-, desapareció en la tarde del pasado miércoles 12 de diciembre cuando salió a correr por las inmediaciones de El Campillo. Desde el día siguiente, miembros de los diferentes cuerpos de seguridad la han buscado sin descanso por tierra, agua y aire en busca de algún rastro de su paradero. Desde el principio se descartó la huida voluntaria y la Guardia Civil barajaba el accidente o la intervención de alguna persona en su desaparición. En el mediodía de este lunes se conocía la peor de las noticias: hallaban el cuerpo sin vida de Laura a 4 kilómetros de El Campillo, estaba oculto por unos matorrales, semidesnudo y con signos de violencia. A tan solo 200 metros estaban algunas de sus prendas de ropa. Según los datos de la autopsia, la joven murió de un golpe en la frente con algo contundente, como podría ser un palo o una piedra, pero su muerte no fue hasta dos o tres días después de que desapareciera, lo que deja la duda de qué pasó con Laura desde el miércoles 12 de diciembre hasta los días 14 ó 15, cuando el equipo forense que le ha practicado la autopsia ha datado su muerte.

Durante este martes, la Policía Científica ha rastreado los alrededores del lugar donde se encontró el cuerpo en busca de pistas que esclarezcan lo ocurrido. Por su parte, la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil inspeccionaba el domicilio del principal sospechoso, el vecino de en frente de Laura Luelmo. Su detención se conocía en el mediodía del martes, cuando los agentes lo arrestaban en el municipio de Cortegana.

Asimismo, se han desarrollado concentraciones en repulsa por lo ocurrido en diferentes municipios de la provincia, como en El Campillo, donde vivía Laura, y Nerva, donde trabajaba desde principios de mes. También en la propia capital onubense y en Zamora, desde donde procedía la joven. Asimismo, centros educativos de toda Huelva han dedicado un minuto de silencio por Laura, y el IES Vázquez Díaz cancelaba este martes las clases, aunque abría sus puertas para atender a la comunidad educativa en estos duros momentos.