Guardias civiles que participaron en la investigación aseguran que unas imágenes captadas por las cámaras del Hospital de Riotinto también fueron claves para esclarecer el caso

El juicio por el asesinato de José Rachón, acontecido el 1 de septiembre de 2016 en su casa de campo de la finca Calero de El Campillo, ha proseguido este jueves con la declaración de tres agentes de la Guardia Civil que llevaron a cabo la investigación del caso, de los que uno ha desvelado que un delincuente común dio la pista sobre el grupo de detenidos, al comentarle a la Policía Local que sabía quienes eran los responsables del crimen.

Unas imágenes captadas por las cámaras del Hospital de Riotinto, en las que se aprecia a los cinco implicados en el suceso, y la declaración de una menor, en ese momento novia de uno de los acusados, también fueron claves en la investigación, tal y como han expuesto los agentes, quienes a continuación comprobaron la presencia de ADN de algunos de los miembros del grupo tanto en el bar de la piscina donde robaron previamente al crimen como en las motosierras sustraídas de la finca de la víctima, un anciano de 78 años.

Asimismo, los agentes, que han recordado que los detenidos “se dedicaban a robar de manera habitual”, también han especificado que, tras intervenirse los teléfonos móviles de los acusados, en uno de ellos detectaron un vídeo en el que se apreciaba una televisión robada en el lugar del crimen y una búsqueda en internet de información sobre el asesinato.

La segunda sesión de la vista oral, en la que un jurado popular enjuicia a los cuatro adultos acusados, también ha contado con las declaraciones de los médicos forenses que realizaron la autopsia de la víctima, quienes han explicado que el cuerpo presentaba un total 44 lesiones y que, aunque no pudieron precisar si todos los golpes fueron realizados por una única persona o por varias, todos presentaban la misma data.

El juicio, que tiene lugar en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Huelva y está presidido por el magistrado y presidente de la misma Antonio Pontón, continúa esta tarde con la lectura de las conclusiones finales de las partes, tras lo que el jurado popular iniciará su deliberación sobre el veredicto final.

Tal y como ya informó TINTO NOTICIAS -El periódico de la Cuenca Minera de Riotinto-, el juicio comenzó este miércoles con la declaración del quinto implicado en los hechos, el que era menor de edad cuando estos se produjeron y ya fue condenado a seis años de internamiento en un centro de reforma juvenil, quien situó al presunto cabecilla, Daniel Leroy, como único autor de la tortura a la que fue sometida Rachón.

A preguntas de las distintas partes -Ministerio Fiscal, acusación particular y defensas de los cuatro acusados-, M.H.D. dejó claro que ni Horacio Suárez ni Alex Ramos golpearon en ningún momento a la víctima. Sí le dio un único golpe José Almansa, el primero que se le propinó, y lo hizo “incitado u obligado por Daniel”, relató el principal testigo de la sesión de este miércoles. “Los demás no le agredieron, solo José el primer golpe”, subrayó.

El ya condenado por estos hechos explicó que, aquel día, los cinco se reunieron en casa de José Almansa sin que tuviesen “nada pensado, como un día normal”, tras lo que “Daniel dijo de ir para allá” porque “sabía que había dinero”. “Hubo gente que no estaba de acuerdo en ir pero decidimos ir todos”, continuó M.H.D., tras lo que también destacó que “pensábamos que la casa estaba vacía”.

Al llegar a la finca, “vimos una luz encendida y pensamos irnos”, pero “Daniel dijo vamos a entrar” y “alguien llamó a la puerta”, prosiguió. Fue entonces cuando la víctima salió y José le da el primer impacto, momento en el que “nos asustamos. José se llevó las manos a la cabeza. Lo he matado, decía, pero luego el hombre reaccionó y entramos a registrar la casa”, continuó el testigo, tras lo que explicó que, mientras los demás realizaban el registro, “Daniel cogió un palo” y comenzó a agredir a Rachón mientras le pedía que le dé el dinero.

La declaración del hasta ahora único condenado por estos hechos fue lo más destacado de la primera sesión del juicio contra los cuatro adultos acusados, que se enfrentan a la pena máxima contemplada en el Código Penal para los delitos de gravedad excepcional: la prisión permanente revisable, algo que hasta ahora nunca se había producido en la provincia de Huelva.

La segunda nota más destacada de esa primera sesión, que comenzó con la lectura de los relatos del Ministerio Fiscal y de la acusación particular, fue que los cuatro acusados reconocieron los hechos únicamente como los relató la Fiscalía y aceptaron solo las preguntas de sus propios letrados, quienes solicitaron la absolución de sus defendidos y que, en caso de ser condenados, se tengan en cuenta, como atenuantes, haber cometido los actos bajo los efectos de las drogas, el haber colaborado con la Justicia y la reparación del daño.

La sesión también contó con la declaración de uno de los hijos de José Rachón, que explicó que su padre vivía solo en la finca, retirada del casco urbano, y que solo iba al pueblo una vez al mes para cobrar y dejaba el dinero en casa. Además, indicó que los padres de uno de los acusados, Horacio, “se han preocupado por nosotros”.

Al margen de ello, la acusación particular, ejercida por los dos hijos de la víctima a través del letrado Gustavo Arduán, intentó, antes del inicio de la vista, llegar a un acuerdo con las defensas de los cuatro acusados, a quienes les propuso pactar penas de entre 14 ó 15 y 20 ó 22 años de prisión, pero la propuesta, según el propio Arduán, solo fue aceptada por la defensa de uno de ellos.

Así las cosas, la acusación particular mantiene sus peticiones iniciales: la prisión permanente revisable para el que considera el cabecilla del suceso y 43 años de prisión para el resto por los presuntos delitos de asesinato, robo con violencia en casa habitada, robo en local y contra la integridad moral, peticiones que difieren de las que solicita el Ministerio Fiscal, que pide la prisión permanente revisable para los cuatro.