Trigueros recuperará un bosque incendiado en 2019 con una inversión de 170.000 euros

Axión y Ence llevarán a cabo la plantación de unos 32.000 árboles

Dentro de su «apuesta decidida» por el fomento de las políticas ESG, Axión ha acometido, en colaboración con Ence -líder española en gestión forestal sostenible-, el diseño y ejecución de un proyecto de recuperación de un bosque incendiado en el año 2019 en la zona de Trigueros, un proyecto que conllevará una inversión de más de 170.000 euros y actuará sobre una superficie de más de 26 hectáreas, en las que se plantarán alrededor de 32.000 árboles.

Para la plantación, que se desarrollará entre los meses de noviembre y diciembre de 2022, en función de la pluviometría, se utilizarán plantas autóctonas de pinus pinea, provenientes de viveros de calidad de la zona certificados, empleándose preferentemente planta de dos años. La densidad inicial de plantación se estima es unas 1.200 plantas por hectárea.

Desde la compañía han explicado que la reforestación implicará la recuperación del área negativamente afectada por el incendio y su pervivencia a lo largo de los años, al tiempo que esta recuperación «conlleva la protección de los acuíferos y el fomento de la biodiversidad», han agregado.

Las mismas fuentes indican que el mantenimiento del bosque a lo largo del tiempo queda garantizado por los trabajos de cuidado y vigilancia que llevará a cabo Ence, englobados en el sistema de gestión que la compañía desarrolla en su patrimonio forestal, así como que se enmarca dentro del alcance del certificado FSC de Gestión Forestal Sostenible,

Este primer proyecto piloto, además de contribuir a la lucha contra la desertificación del territorio y revitalizar el entorno natural, contribuirá a la retirada de la atmósfera de algo más de 4.000 TnCO2e durante 40 años, lo cual permitirá compensar la huella de carbono de Axión emitida durante cerca de siete años para sus tres alcances.

La CEO de Axión, Araceli García Cuartango, ha expresado la importancia de este primer proyecto, que “va a permitir que se empiece a revitalizar este espacio con especies autóctonas y contribuir así, no solo en la recuperación del patrimonio forestal, sino también que generaciones futuras puedan disfrutarlo”, ha subrayado.

Por su parte, el presidente de Ence, Ignacio Colmenares, ha incidido en el valor de este proyecto, alineado con la visión estratégica de la compañía, en la que «sostenibilidad y descarbonización son ejes transversales». “Este proyecto de recuperación forestal se enmarca dentro de la firme apuesta de Ence por la gestión forestal sostenible, que representa, además, la mejor y más eficaz vía para evitar los incendios”, ha señalado.

Con el proyecto ‘Bosque Axión Trigueros’ Axión y Ence dan un paso más hacia «el compromiso con el territorio, el medio ambiente y la sostenibilidad, fomentando la biodiversidad y el uso sostenible de los recursos naturales», concluyen desde la compañía.

Ence apuesta por el orujillo para la generación de energía sostenible

La empresa destaca que la biomasa se sitúa como pieza fundamental para obtener un modelo energético descarbonizado

Ence ha destacado este martes 28 de diciembre su «apuesta» por el orujillo para la generación de energía sostenible, en consonancia con lo que la empresa califica como «uno de los ejes de su estrategia energética», que es, asegura, el crecimiento en generación de energía renovable con biomasa. Para ello, la compañía asegura que apuesta por «colaborar significativamente en la evolución del modelo energético nacional hacia un sistema de suministro eléctrico sostenible, estable y con un gran potencial de crecimiento en España».

Desde ENCE aseguran que la biomasa es una de las mejores alternativas a los combustibles fósiles por las múltiples ventajas sociales y ambientales que conlleva, así como, del mismo modo, la única tecnología renovable gestionable, junto a la hidráulica, capaz de producir energía con recursos renovables garantizando la estabilidad del suministro eléctrico, al no depender de factores meteorológicos.

La empresa recalca que sus plantas de energía emplean distintas variedades de biomasa, entre las que se encuentra el orujillo, resto de origen agrícola, procedente del olivo, para la producción de energía. Se trata, señalan desde la compañía, de un material cuya gestión es compleja y que supone «un importante reto ambiental», por lo que «la solución que ofrece Ence para su valorización ha sido muy bien acogida por el sector como respuesta a dicho reto», han agregado desde la empresa, que asegura que s lo largo de 2020 ha movilizado para su aprovechamiento energético cerca de 370.000 toneladas de orujillo.

Ence asegura que está «comprometida con la sostenibilidad de la biomasa a través de un decálogo impulsado y autoimpuesto por la propia compañía», lo que a su vez califica como «una iniciativa pionera, lanzada en 2017, a través de la cual la compañía puede garantizar que la biomasa que emplea es efectivamente sostenible. En este mismo sentido, este año Ence ha sido la primera compañía europea en certificar la sostenibilidad de su biomasa mediante el esquema de verificación Sure», añaden.

Desde la empresa explican que la tecnología para producir energía eléctrica con biomasa se basa en un proceso productivo en el que la práctica totalidad de los restos empleados se envían a valorización en otros usos y procesos, manteniéndose dentro de un ciclo de economía circular.

Además, la compañía indica que a estas ventajas ambientales se une que la biomasa es un recurso renovable, local y especialmente abundante en España, al tiempo que detalla que los restos de biomasa que Ence utiliza en su proceso se producen como resultado de las actividades agrícolas y forestales, que son sectores «muy importantes» para la dinamización económica y el empleo en las áreas rurales, por lo que destaca que con ello colabora en «revertir el despoblamiento, fijando población en la España Vaciada, evitar las quemas incontroladas y disminuir el riesgo de incendios».

Asimismo, la empresa afirma que generar energía con biomasa reduce la dependencia nacional de los combustibles fósiles, más caros y con mayor impacto ambiental. «Es, por tanto, una tecnología importante para lograr la necesaria descarbonización del modelo energético español y un sector clave para que esa transición sea justa gracias a las ventajas sociales que implica su desarrollo», añaden.

Por último, la compañía remarca que, «con el convencimiento de aportar a la sociedad un servicio esencial y de colaborar en el cumplimiento de los retos nacionales en la Agenda 2030, Ence genera electricidad renovable en ocho plantas de producción independientes: tres en Huelva, dos en la provincia de Ciudad Real, una en Córdoba, una en Mérida y una en Jaén. Son plantas de generación que se alimentan de biomasa de origen agroforestal, y en el caso de una de las plantas de Puertollano, de energía solar», agregan desde la empresa, tras lo que cifra en 266 MW esta generación de energía renovable independiente, a los que se añaden 112 MW derivados del proceso de producción de celulosa en sus biofábricas de Navia y Pontevedra, con los que estas dos instalaciones se autoabastecen de energía renovable, concluyen.

Ayuntamiento de San Juan y ENCE trabajan en nuevas ayudas para el municipio

Las dos partes renuevan un convenio por el que la empresa aportará 100.000 euros para proyectos sociales en los próximos dos años

El Ayuntamiento de San Juan del Puerto y la empresa ENCE Huelva han mantenido este jueves una reunión de trabajo para asentar las bases de la nueva convocatoria y convenio de colaboración que la empresa mantiene comprometidos para el reparto de 100.000 euros en ayudas al tejido asociativo local que se derramarán a lo largo de los dos próximos años. A la reunión han asistido la alcaldesa, Rocío Cárdenas, el director del complejo industrial en Huelva, Diego Lamela, el concejal de Desarrollo Local, Miguel Beltrán, y la asesora de la empresa Lola Pelayo.

La primera edil, que ha dado oficialmente la bienvenida al nuevo director de la empresa, ha realizado una valoración positiva del encuentro. «Estoy satisfecha porque volvemos a reunir la comisión mixta constituida en 2018, que es fiel reflejo de las relaciones actuales que mantenemos con la empresa dedicada a la biomasa con su compromiso medioambiental y también con el patrocinio corporativo con nuestra sociedad civil organizada», ha subrayado.

El convenio entre Ayuntamiento y ENCE se renovó el pasado mes de mayo y la alcaldesa se ha referido al trabajo que a su juicio está realizando el nuevo director, “un trabajo magnífico, comprometido de una manera cercana en actualizar las bases y con esta nueva convocatoria en la que ambas partes trabajan ya y que esperan los colectivos del municipio”.

Los fondos que pondrá ENCE a disposición de San Juan del Puerto contribuirán a dar luz verde a proyectos de ámbito social o deportivo que mejoren en el día a día la vida del vecindario. “Hoy es un buen día para San Juan del Puerto porque renovamos las bases y daremos la información correspondiente cuando saquemos la convocatoria”, ha anunciado Cárdenas, quien ha sostenido que “tenemos entorno y un patrimonio medioambiental que tenemos que cuidar y ese compromiso es compartido actualmente».

Por su parte, Diego Lamela ha agradecido a la alcaldesa y a su equipo la bienvenida que le han ofrecido. «Es un placer haber cruzado medio país para venir a trabajar a esta tierra. El acuerdo que hemos alcanzado con el Ayuntamiento de San Juan del Puerto es para nosotros fundamental. Nuestro valor principal son las personas, las que componen el equipo de ENCE y las que están alrededor de nuestras plantas”, ha subrayado.

Para el nuevo director, “es un privilegio poder colaborar de alguna forma con la alcaldesa y su Ayuntamiento en promover proyectos tan bonitos como los que estamos estableciendo. Para nosotros es fundamental la licencia social en ser excelentes medioambientalmente, en seguridad y a la hora de cuidar a nuestros vecinos que tanto nos sufren como nos disfrutan y esperamos que esto sea el primer grano de arena en una gran montaña», ha concluido.

Investigadores de la UHU trabajan en un plan de regeneración tras el incendio que afectó a Zalamea y El Campillo el pasado verano

Los expertos analizan los suelos de la zona incendiada con el apoyo de la cartografía de suelos de la provincia elaborada por la UHU y ENCE

Los investigadores y doctores del Departamento de Ciencias Agroforestales de la Universidad de Huelva Juan Manuel Domingo, experto en planificación forestal y estudio de los suelos, y Gloria López Pantoja, experta en sanidad forestal, forman parte del Grupo de Trabajo para la restauración de la zona afectada por el incendio de Olivargas. Ambos investigadores ya están trabajando en la fase inicial del mismo. El fuego, que se inició el pasado 27 de agosto de 2020, afectó a 16.000 hectáreas de los municipios de Almonaster la Real, Calañas, Zalamea, La Zarza-Perrunal y El Campillo.

Tal como han explicado los investigadores, dicho Grupo de Trabajo se creó con el objeto de estudiar las mejores estrategias posibles para la elaboración del Plan de Restauración ya que la zona “requiere actuaciones específicas, dado que, de las 16.000 hectáreas afectadas, alrededor de 3.000 son hábitats de interés comunitario, por lo que poseen un gran valor biológico. Además de un replanteamiento de las formaciones vegetales que componen los ecosistemas, para mejorar la resistencia a incendios. Este Grupo de Trabajo integra todas las perspectivas para encontrar la mejor alternativa, tanto desde el punto ambiental, como de la ciudadanía”, han explicado ambos. En él se encuentran, además de los expertos de la Universidad de Huelva, las administraciones, propietarios, asociaciones conservacionistas, colegios profesionales, federación de caza y el sector forestal privado.

Una de las primeras acciones del Grupo de Trabajo es la evaluación de los daños y el estudio de las características ecológicas de la zona, fase en la que están trabajando activamente ambos investigadores. En este sentido, los expertos de la UHU detallan que “sobre la información obtenida se establecerán las bases, líneas y directrices que debe seguir el plan de regeneración”.

La experta en salud forestal, Gloria López Pantoja, explica que actualmente la Administración está llevando a cabo actuaciones de urgencia para “minimizar los riesgos, tanto para la masa vegetal, como para la ciudadanía, por el uso público de esas zonas”. Por otro lado, alerta la investigadora, “en el perímetro hay zonas especialmente críticas y no son las ya carbonizadas, sino aquellas medio quemadas. Esas zonas son especialmente vulnerables al ataque de insectos y hongos”.

Una cuestión importante en estos momentos es determinar qué tipos de suelos hay en la zona. El doctor Juan Manuel Domingo, experto en planificación forestal y estudio de los suelos, es el implicado en esta tarea, tal como describe “hemos estado trabajando en la elaboración de un mapa de los suelos afectados en el perímetro incendiado”. Para ello, se ha apoyado en la cartografía que durante 10 años la UHU ha desarrollado, gracias a la colaboración de la empresa Ence. La cartografía desarrollada estudió las características de los suelos de todo tipo de zonas forestales, elaborando un mapa en el que se pueden consultar aspectos fundamentales como los contenidos en nutrientes, la profundidad, la capacidad de retención de agua o la erosionabilidad de estos suelos. Es un importante trabajo que recientemente ha servido también para determinar la mejora de la calidad del suelo bajo el eucaliptal de esta zona.

Esta cartografía es esencial ahora para planificar la regeneración, ya que “conocer las características de los suelos, además, en un contexto de cambio climático, es muy importante puesto que es lo que nos van a indicar qué especies designar y cómo preparar mejor el terreno”, ha valorado el experto. Por otro lado, Domingo ha subrayado que “los suelos son el sustrato que va a asentar la vegetación que se vaya a reponer, bien por regeneración natural, o bien por reforestación”. El investigador añade que “gracias a esta información, podemos conocer la profundidad de los suelos para especies que son más exigentes. Hay que pensar que en un sitio con un suelo de 30 o 40 cm de suelo no podemos tener una vegetación exuberante, ni siquiera las especies que consideramos típicamente mediterráneas autóctonas, como la encina. Primero, hay que repoblar con especies colonizadoras que creen suelo y luego podremos disponer de otras especies más nobles o continuar con especies frugales, pues la mayor parte de ellas, como el pino piñonero o el pino marítimo también son autóctonas y fundamentales en nuestros ecosistemas”.

El conocer el tipo de suelo de las zonas “es tan importante que condiciona la salud del arbolado”, ha añadido la investigadora Gloria Pantoja, ya que “puede parecer que todo vaya bien cuando los árboles son pequeños, pero cuando crecen pueden tener problemas fitosanitarios serios y todo debido a que no se ha elegido correctamente la especie acorde con el tipo de suelo, por ello el estudio es fundamental”.

El experto en suelos de la UHU detalla que la distribución de los suelos en la zona es muy “compleja” ya que, al estar en plena Cuenca Minera, “hay una gran variedad de vetas geológicas. Hay suelos ricos, con alto contenido de nutrientes que serían muy adecuados para la plantación de encinas, por ejemplo. Pero hablamos del 15 por ciento del territorio, el resto son generalmente pobres en nutrientes y muy castigados por la actividad humana, aunque eso es parte del atractivo de los montes mediterráneos, la diversidad”.

 

Plan de Regeneración

El Grupo de Trabajo para la regeneración de la zona se encuentra en la fase inicial que consiste, como han indicado los investigadores de la UHU, en recabar toda la información posible de la zona. “Nos hemos ofrecido a aportar la cartografía, porque la teníamos. La Junta de Andalucía tiene la Red de la Información Ambiental REDIAM con gran cantidad de información, aunque algunos contenidos, como la información de suelo, resultan escasos”, ha explicado Domingo.

Como detallan los expertos, en las siguientes fases se zonificará el territorio incendiado según su afección, su vocación de uso, sus necesidades de protección y su función en el contexto territorial para el desarrollo rural y la prevención de incendios; a continuación, se establecerán las mejores pautas posibles de restauración para cada zona; finalmente, se pasará a la fase de proyectos que se encargarán a consultorías externas, agencias públicas, o la propia administración, tanto para la redacción, como para la ejecución.

En cuanto a la futura regeneración, la experta en sanidad Forestal, Gloria Pantoja ha aclarado que “el objetivo del Grupo de Trabajo es, precisamente, determinar qué escenarios queremos para la zona, escenarios que pueden variar respecto a lo preexistente, para adaptarse a las condiciones actuales”. Asimismo, en cuanto al tiempo en que la zona se recuperará los investigadores no pueden determinar fechas ya que “dependerá de cada ecosistema y las especies que el Grupo de Trabajo determine que son idóneas para la recuperación de la zona”, apunta Domingo.

Ence pone en marcha medidas para atajar la erosión del suelo tras el incendio de Almonaster

El primer objetivo y más urgente es facilitar la recuperación de las cubiertas vegetales tras el fuego, un proceso al que no favorecen las lluvias y el arrastre de suelo que éstas provocan

 

Ence ha puesto en marcha el plan de restauración del patrimonio de la compañía afectado por el incendio de Almonaster la Real de agosto y también colabora con la Junta de Andalucía en la protección de las fincas particulares.

Según concreta en una nota de prensa, se han iniciado las medidas de emergencia para evitar la erosión y la desertificación de los suelos, que son los procesos más críticos después de un incendio, así como otras medidas necesarias para garantizar la seguridad y la conservación del medio ambiente en los montes.

El primer objetivo y más urgente es facilitar la recuperación de las cubiertas vegetales tras el fuego, un proceso al que no favorecen las lluvias y el arrastre de suelo que éstas provocan. Por esto, en las zonas identificadas como de alto riego de erosión, se están instalando las denominadas albarradas y fajinas. Se trata de estructuras vegetales construidas con madera. Su principal función es retener el suelo, reducir el volumen de sedimentos arrastrados y disminuir la fuerza de las escorrentías de lluvia. Además, con estas medidas, se evita la colmatación de los cauces y embalses aguas abajo del río Odiel.

Ence, como compañía experta en gestión forestal sostenible, está a disposición de las instituciones y participa en los foros técnicos creados para garantizar la pronta recuperación de los montes afectados por el incendio. Así pues, colabora con la Junta de Andalucía y SEO Birdlife, mediante la donación de madera para la construcción de albarradas y fajinas también en las fincas particulares que se han visto afectadas. Las acciones de voluntariado en el marco de este acuerdo se desarrollarán durante todo noviembre.

Además de las medidas de contención de suelos, la compañía se encuentra trabajando intensamente en la restauración de pistas y accesos, así como en la corta de los árboles caídos o muy dañados, al ser otras actuaciones urgentes necesarias para garantizar la seguridad en los montes.

Como medidas de recuperación a medio plazo, y dentro del citado plan de restauración, Ence planifica la repoblación y densificación con especies autóctonas de los espacios naturales con bosque mediterráneo, así como la repoblación de las fincas en producción para madera.

Ence gestiona 51.400 hectáreas de terreno forestal en Andalucía, de las que 13.000 son de monte mediterráneo y el resto eucaliptales ordenados y en producción. En el incendio se vieron afectadas unas 2.600 hectáreas, de las que unas 900 era de monte mediterráneo y el resto, eucaliptal.

En su patrimonio de Andalucía, Ence aprovecha la madera para exportación, principalmente; los subproductos forestales, que se valorizan energéticamente en el complejo industrial de Huelva; y el corcho, del que es el principal productor onubense. Asimismo, aprovecha todos los productos agroforestales que ofrecen los montes, como apicultura, pastos o la actividad cinegética.