Tras estudiar en la Escuela de Hostelería de Sevilla ‘La Taberna del Alabardero’, se marchó hace cuatro años a Reino Unido para mejorar su inglés
La joven riotinteña María Dorado Carrasco es una amante de la cocina que ha decidido apostar por esta pasión, una actividad profesional que está desarrollando en Reino Unido, donde reside desde hace casi cuatro años.
Con casi 28 años, la historia de María se inicia cuando, después de acabar el Bachillerato, se marchó a Sevilla para estudiar en la Escuela de Hostelería de Sevilla ‘La Taberna del Alabardero’, un centro en el que se estuvo formando durante tres años. Recuerda que, tras su paso por esta escuela, “me fue fácil encontrar trabajo”. Sin embargo, Dorado tenía pendiente su deseo de aprender inglés, por lo que “decidí cambiar de aires y dejarlo todo por aprender, así que guardé mis cuchillos y me fui a Reino Unido”.
No fue una decisión fácil. Pero María tenía claro que “si quieres aprender inglés bien, lo mejor es irse a un sitio donde lo hablen”. En este aspecto, Australia le llamaba mucho la atención, pero “es muy difícil empezar de cero allí. Y más con todo lo que supone el papeleo, así que Reino Unido fue la opción más factible”, nos comenta.
Una experiencia en la que está teniendo la oportunidad de aprender y desarrollarse profesionalmente, puesto que comenzó como cocinera y, en la actualidad, es jefa de cocina en un pequeño mercado orgánico en el centro de Liverpool, donde se encargan de la cocina vegana y vegetariana, una ocupación que le está dando muchas satisfacciones.
Por el momento, el balance de su experiencia es muy satisfactorio, “mejor de lo que me esperaba al llegar. He ido subiendo en mi trabajo bastante rápido, teniendo en cuenta el hándicap del idioma. Estoy en una buena posición, haciendo lo que me gusta y teniendo bastante calidad de vida, cosa que si me hubiese quedado en España sería difícil, sobre todo por los horarios de cocina”, nos comenta.
Sobre su vida en Liverpool, María asegura que, en esta ciudad, que se ha puesto de moda, se vive bastante bien. Eso sí, es necesario acostumbrarse a no ver el sol o verlo poco, pero “es muy diferente a España, no sólo por el clima, sino también por cómo cuida el sector hostelero a los trabajadores”.
A pesar de ello, su adaptación a vivir en el extranjero no fue nada fácil, ni para ella ni para su familia, al menos hasta que no vieron lo contenta que se encuentra allí. Tal y como nos explica, en la actualidad, “lo que más echo de menos, además de mi familia, amigos y el sol, es mi pueblo de Minas de Riotinto y La Antilla, aunque siempre me guardo días vacaciones para poder ir en verano. Tampoco se puede olvidar el pescado y el marisco. Eso sí que lo echo de menos”.
Ahora, una vez que ha conseguido sacarse el título de inglés, su objetivo es seguir formándose en este idioma, así como en cocina vegana y vegetariana. Tanto es así que no descarta “empezar de cero en otra ciudad o en otro país”, puesto que asegura que “en un futuro no muy lejano espero poder cambiar de ciudad o de país y seguir aprendiendo todo lo que pueda. Es lo que más me gusta de mi profesión, que puedes viajar todo lo que quieras y aprender”.
Con todo ello, en los planes de María Dorado no se encuentra, de momento, volver a la provincia de Huelva, “aunque nunca se sabe”. Lo que tiene claro es que lo importante es luchar por lo que uno desee, no acomodarse, “porque, a veces, lo mejor está aún por llegar”.