Afincada en Inglaterra desde 2009, esta experta en música contemporánea cuenta con un Máster de Especialización en la Hochschule der Künste Bern de Berna (Suiza) y con estudios de posgrado en el Royal Northern College of Music de Manchester
Nacida hace 33 años en Zalamea la Real, Rocío Bolaños Mora es una clarinetista profesional especializada en música contemporánea que, en la actualidad, se encuentra en Londres desarrollando una destacada carrera musical. Una trayectoria que, en sus inicios, le llevó al Conservatorio Superior de Música ‘Manuel Castillo’ de Sevilla, donde finalizó sus estudios superiores de clarinete, para, después, hacer un Máster de Especialización en Música Contemporánea en la Hochschule der Künste Bern en Berna (Suiza), con el maestro Ernesto Molinari.
Tras esta formación, la joven se marchó a Reino Unido, donde completó sus estudios de posgrado en el Royal Northern College of Music de Manchester, donde también obtuvo sus Postgraduate Diploma in Solo Performance, Junior Fellowship y el International Artist Diploma.
Además, esta zalameña es miembro fundador del Ensemble Distractfold, con el que ha actuado en festivales de música contemporánea en más de diez países diferentes, algunos de los cuales están celebrando su 47 y 48 edición, como el Internationale Ferienkurse für Neue Musik Darmstadt (Alemania), Kalv Festival (Suecia), Experimental Sound Studio (Chicago, USA), Kammer Klang (Reino Unido), Spectrum (Nueva York, USA), Rainy Days (Luxemburgo), Klang Festival (Dinamarca), IGNM Garde du Nord (Suiza) y Bludenz (Austria), entre muchos otros.
Una trayectoria con la que continúa cosechando éxitos, puesto que sus próximas actuaciones le llevarán a países como Rusia, Alemania, Italia y Austria. Y es que Rocío, junto con sus compañeros de Distractfold Ensemble, han sido invitados como ensemble residente en la prestigiosa Universidad de Harvard (Boston, USA), en la Universidad de Stanford (California, USA), Ithaca College (Nueva York, USA) y en la Universidad de Brunel (Londres, Reino Unido).
No en vano, durante sus primeros años en Reino Unido, esta zalameña trabajó con algunas de las orquestas más importantes del país, como la Royal Opera House, BBC Symphony Orchestra, BBC Philharmonic Orchestra, BBC Concert Orchestra, Liverpool Philharmonic, Hallé Orchestra y Southbank Sinfonia, tocando en los teatros más importantes de Inglaterra, tal y como el Royal Albert Hall, Barbican Hall, el Royal Festival Hall y el Teatro del Royal Opera House Covent Garden, entre otros.
Además, Bolaños también ha trabajado con la Orquesta Sinfónica de Madrid en el Teatro Real durante los dos años que fue miembro de la Academia de la Orquesta Sinfónica.
En la actualidad, Rocío compagina su carrera como clarinetista con la faceta docente, puesto que tiene alumnos de clarinete y saxofón tanto privados como públicos, como sucede en el centro de música Bromley Youth Music Trust de Londres, donde trabaja desde 2014. Es decir, trabaja como freelance, y, a la vez que es profesora, prepara sus conciertos por Europa y EEUU con su ensemble Distractfold, además de buscar constantemente la posibilidad de producir nuevos proyectos con otros artistas.
Residente en Londres desde 2012 –aunque llegó a Inglaterra en 2009-, asegura que es “una ciudad impresionante, llena de oportunidades y culturas diferentes. Puedes hacer cualquier actividad que se te pase por la cabeza en cualquier momento del día, siete días a la semana, 365 días al año. Es brillante para cualquier artista”. Eso sí, por otro lado, también afirma “lo duro que es sobrevivir en esta ciudad. Es excesivamente cara y la calidad de vida no es muy buena, a no ser que tengas un sueldo bien alto. Si es así puedes disfrutar al máximo de Londres, si no, tienes que estar continuamente trabajando para poder sobrevivir (como yo)”. A pesar de sus inconvenientes, esta zalameña afirma que “he conocido a gente increíble de muchísimos orígenes y culturas diferentes, hecho que ha enriqueciendo mi experiencia a niveles inimaginables”.
A pesar de este balance positivo, esta zalameña reconoce que cada vez echa más de menos Huelva, sobre todo, “el clima, la comida y el calor de la gente. Sé que suena a cliché, pero es la realidad. Hace diez años, cuando salí de España, nunca pensé que diría estas palabras, pero la verdad es que, si tuviera las oportunidades que tengo en Europa, no me lo pensaría dos veces en volver”.
En cualquier caso, es una apasionada de la música, estudios que eligió por muchos motivos, pero “si tuviera que escoger uno te diría que por ser una plataforma para poder compartir y comunicar mi arte con el público, y, si es tocando con amigos, ¡mucho mejor!”, afirma.
A partir de aquí, también nos cuenta que “la razón por la que me he especializado en música contemporánea y experimental es por el constante reto que supone aprender nuevas formas de llevar tus habilidades como músico e intérprete al extremo absoluto tanto psicológico, como físico y emocional. Un ejemplo es mi último concierto hace dos semanas en Suecia. Toqué una de las obras más complejas a las que me he enfrentado como músico profesional. Una obra con mi clarinete bajo que dura 80 minutos sin descanso. He estado estudiando esta obra durante el último año, y más a fondo en los últimos seis meses. No te podría decir exactamente cuántas horas de estudio individual le he dedicado, pero te puedes imaginar…, aparte de ser muy difícil de descifrar y estudiar –como reto psicológico-, tienes que añadirle la implicación emocional y física… La ventaja de trabajar o crear obras desde la nada con compositores que están vivos es algo que no tienes disponible en la música clásica tradicional. La creación en colaboración con el compositor, o simplemente improvisando, me da mucha libertad creativa, algo que no tengo cuando toco en una orquesta profesional, por ejemplo”.
En cualquier caso, Rocío asegura que “no me arrepiento para nada de haber elegido esta profesión. Hay veces que es duro, ya que no pertenezco a ninguna entidad como una orquesta o banda profesional, por lo que no tengo un sueldo estable, pero, a la vez, tengo la flexibilidad e independencia creativa para hacer lo que realmente me apasiona y con quien me apetece”.
Siendo así, sus planes futuros son continuar haciendo conciertos en países donde no ha tenido la oportunidad de tocar todavía y viajar mucho. Por ejemplo, “en este momento, me estoy preparando conciertos en La Haya, Utrecht, Berlín, San Petersburgo, Turín y Bludenz, de abril a octubre”, nos dice.
Su sueño es que “la música contemporánea no tuviera el estigma o la mala reputación que tiene en países como España. Educar a la audiencia a saber apreciar este tipo de arte desde otra perspectiva para poder abrir más el círculo y la mentalidad de la gente, crear oportunidades para nuevo artistas emergentes que tienen tanto potencial, pero que se ven reprimidos al no tener la ayuda económica que necesitan para poder expresarse, tanto en la música como en el arte en general”.
Toda una lección de esta clarinetista natural de Zalamea la Real, para la que la Cuenca Minera suponen sus raíces. Una tierra de la que, como nos contaba, echa de menos “el clima, la gastronomía, la gente y, por supuesto, a la familia”.