Llevamos más de cincuenta días confinados en casa, que se dice pronto. Y ahí seguimos, intentando llevarlo lo mejor que podemos, sobrellevando los días, inventando cosas en los que echar el tiempo que no para por mucho que el mundo parece estar en un parón a través de la ventana. Entre tanto, siguen iniciativas ‘confinadas’ como la que nos ha regalado estos días la Murga 3×4 de Nerva, que se juntó de nuevo, virtualmente claro, para enviarnos un mensaje lleno de positivismo y fuerza, de esperanza y vida, sobre todo eso, vida para poder afrontar el día a día que nos ha tocado vivir ante el maldito COVID 19.
Se trata de un grupo de mujeres, jóvenes y valientes; un grupo de amigas que llevan juntas más de una veintena de años cantando al carnaval nervense, superándose en cada edición, en las que han ido creciendo en el escenario y fuera de él, sabiendo siempre disfrutar de su pasión cada febrero, pese a las horas de ensayo y a sabiendas de sus consiguientes sacrificios cuando avanzan los años.
«Podemos con esto, saldremos de nuevo, seremos felices teniendo de menos porque ahora sabemos lo que es importante: lucharemos juntos con el corazón» (.…) Así dice el estribillo que cantan al unísono quince de sus integrantes bajo los acordes de ‘Color Esperanza’ de Diego Torres y las letras sentidas y escritas por el alma del grupo, Verónica Cabeza, más conocida como ‘Chol’, que hace que nos llegue a todos en estas circunstancias que vivimos.
En breve podremos acercarnos a Verónica Cabeza Rubio (Nerva, 1982) con una entrevista en profundidad aquí en Tinto Noticias, pero antes permítanme que destaque todo lo que se desprende de sus letras: su impresionante creatividad, su madurez y su valentía ante la vida, sobre todo porque la conozco desde que éramos unas enanas y jugábamos en el Valle la Cuenta tantas y tantas veces. Y esto es posible gracias a sus altas capacidades de empatía, fundamental no sólo en su profesión de psicóloga sino en todos los órdenes vitales y por la que es capaz de tocarnos la fibra en todo proyecto que emprende o que participa. Y para muestra, un botón: su pregón estos pasados Carnavales fue sencillamente impresionante, reflexionando y emocionando, siendo ella misma en cada una de las líneas, mostrando su entusiasmo por las carnestolendas, el amor por la murga en la que ha crecido y por la que hizo un recorrido en el que no le faltó nadie para acabarlo cantando con el corazón en las gargantas, todas juntas, con las habituales de la agrupación y muchas de las que por ella pasaron, porque cada una de ellas se sienten ‘pedacitos’ del carnaval, de la murga y de Nerva.