Desde que el hombre comprendió la crucial importancia de mejorar sus herramientas de uso diario, ya fuese para defenderse, cultivar, excavar y orear la tierra, pecar, etc., confiriéndoles más durabilidad y prestación, la minería adquirió una importante relevancia en el día a día de la humanidad.

Deseo resaltar que la labor de obtener minerales de las entrañas de la tierra es trabajo para unos pocos, no son afortunados pero si intrépidos y aventureros.

Todo comienza con un simple gesto, el de “observar”. En la superficie de la tierra es necesario explorar y estudiar las pistas que la naturaleza nos ofrece, son los indicios de mineralizaciones lo que vamos buscando, con el estudio de las rocas encajantes que afloran a pie de terreno podemos llegar a realizar predicciones muy certeras que nos llevarán a encontrar dichos indicios.

Una vez que hemos conseguido reconocer el terreno y agotados todos los indicios superficiales es necesario utilizar otros métodos para investigar y averiguar lo que se encuentra en profundidad.

Para ello se emplearán técnicas de perforación de sondeos, que nos permite tomar muestras del terreno a diferentes profundidades. Pero la pregunta que deberíamos hacernos es, ¿Cómo y dónde hacer estos sondeos?

Pues bien, una vez adquirido todos los conocimientos previos a nivel geológico del terreno en la campaña de exploración, ahora los trabajos se enfocarán en la línea de indagar sobre aquellos indicios obtenidos previamente que nos indiquen la posibilidad de la existencia de algún recurso minero susceptible de ser aprovechado y económicamente rentable.

Paralelamente, al empleo de perforaciones de sondeos está el uso de técnicas geofísicas y geoquímicas que también arrojarán datos sobre las características del terreno en el área de interés. A partir de este momento, estamos en posesión de poder plantear y planificar la fase de la campaña de investigación a través del desarrollo de una campaña de sondeos y determinar los objetivos concretos que se persiguen con la misma.

Detectada un área de gran interés para la explotación de recursos minerales, que además, económicamente hablando tiene un importante intereses en los mercados, se procede a la planificación de la explotación minera; para ello es necesario trabajar con un equipo humano multidisciplinar, donde van a participar ingenieros, geólogos, medio ambientalistas, economistas, etc., todo enfocado hacia un único objetivo, conseguir hacer lo más rentable posible la extracción de los recursos hallados, respetando en todo momento el medio ambiente y a las personas.

La explotación de minerales mediante minería a cielo abierto, desde los inicios de los albores de la humanidad, es el método de extracción minera más empleado, marcado por la premisa general de no excavar en el terreno si no es estrictamente necesario, aprovechando todo lo que se encuentra accesible desde la superficie.

Explotación a cielo abierto

No siempre es posible poder desarrollar directamente este tipo de explotaciones a cielo abierto, limitaciones del tipo profundidad a la que se encuentra la mineralización, o la existencia de impedimentos de otras índoles de carácter medio ambientales o por seguridad ciudadana, etc., pues bien, llegados a esta situación, podemos optar por una alternativa totalmente diferente que sería la Minería subterránea.

Entendiéndose como tal, aquel tipo de minería la cual requiere de técnicas especiales de profundización, excavación de la roca para construir galerías, cales, piques, etc., conocimientos de orientación en el subsuelo y una serie de técnicas muy especializadas, cuyo empleo en conjunto hace posible el profundizar y la extracción de los recursos del interior de la tierra.

La acción de romper la roca para excavarla ya se hacía desde la prehistoria, desde la Edad de Piedra, solo requerían de conocer y dominar técnicas como el hacer fuego o, poder llevar el agua hasta el punto donde se necesitase, de esta manera, conjuntando fuego y agua el hombre consigue deshacer la roca y poder extraerla a la superficie, donde ya podrá tratarla y obtener la Mena.

Minería por fuego en ‘De re metallica0 (1556) de AGRICOLA

Lógicamente, estás técnicas tan rudimentarias han dejado de emplearse, pero no por ello, se ha dejado de excavar la roca para sacar el valioso mineral. Como algo anecdótico, mencionaré que en las minas de plata de Kongsberg en Noruega, esta técnica se empleó hasta 1890, lo que supone la más tardía aplicación conocida en Europa.

Otras innovaciones importantes que influyeron crucialmente en la minería, serían:

  • La invención de la Pólvora Negra, concretamente en China, descubierta tras mezclar Azufre, Nitrato potásico y Carbón vegetal, se data tradicionalmente alrededor del siglo IX. Un invento antiquísimo, se la puede considerar como una de las más importantes innovaciones tecnológicas del ser humano, ya que ha supuesto un hito en el desarrollo minero y, también, en las obras públicas, sin olvidar el uso militar.

No es hasta mediados del siglo XIX, concretamente 1866, cuando el químico e ingeniero Alfred Nobel inventó la Dinamita, la cual también tuvo innumerables aplicaciones industriales y mineras.

La Revolución Industrial a mediados del siglo XVIII, permitió vivir el mayor conjunto de transformaciones económicas, tecnológicas y sociales de la historia de la humanidad desde el Neolítico . Con las innovaciones en industrialización y el desarrollo de máquinas y herramientas, la civilización moderna vio ampliamente mejorada las técnicas en minería y en las industrias afines, como por ejemplo, la metalurgia, la siderurgia, el transporte, etc.

A principios del siglo XX, con el desarrollo de las herramientas de perforación por aire comprimido, conjuntamente con otros hallazgos anteriores, la minería subterránea entra en una nueva etapa, lográndose alcanzar grandes profundidades.

Otros avances y mejoras en los sistemas de ventilación, sistemas de bombeo de agua, sistemas de sostenimiento y entibado, etc., han posibilitado este desarrollo de la minería.

Desde el momento en el que se obtiene la roca fracturada en el interior de la mina, existe la problemática añadida de extraerla del subsuelo y transportarla hasta la zona donde será tratada para separar la mena de la ganga; pues bien, este gran reto, desde tiempos inmemoriales, se ha conseguido alcanzar mediante el empleo de la fuerza humana.

Posteriormente, esta mano de obra fue sustituida por el empleo de la fuerza animal, animales de tiro empleados para poder realizar este tipo de actividades mineras y, posteriormente, con el desarrollo de la industrialización, este tipo de fuerza de tracción animal será sustituida por el uso de maquinas de vapor y, finalmente, el uso de maquinas con motor de combustión o eléctrico.

El material extraído, es un conglomerado mezclado conocido como TODO-UNO, en general, esta sustancia porta tanto ganga (material no valioso) como mena (mineral). Pues bien, habrá que quedarse con el material valioso, por tanto, en las inmediaciones de las explotaciones existirán instalaciones de tratamiento primario, lo que permite reducir notoriamente el contenido en ganga y, por ende, el elevado coste que de por si implica el transporte del concentrado de mineral, pues la cantidad de material final a transportar hasta las zona industriales será menor.

Siempre se ha perseguido el objetivo de obtener un concentrado de mineral, el cual, posteriormente será transportado hasta las instalaciones de mineralurgia y/o siderurgia donde serán tratados.

Imagino que para un gran sector de la población puede ser complicado de aceptar, y más, a estas alturas de la vida, con las circunstancias adversas que nos rodean a nivel medio ambiental, que la minería es crucial para el desarrollo del la vida humana en el planeta.

Es correcto pensar que la actividad minera es beneficiosa, si la entendemos, de manera general, como un periodo de oportunidades y prosperidad para las personas. Si bien es cierto que como actividad industrial no es una actividad renovable, si es acertado verla como una actividad sostenible, y cada día se lucha más para hacerla ver de esta manera. Es una industria que modifica, transforma y altera el medio en el que se desarrolla pero no lo daña hasta el punto de no poder recuperarse, pues si se toman las adecuadas medidas preventivas se cuida y protege el medio ambiente igual o más que algunas otras actividades industriales, que por ser menor su repercusión negativa a nivel visual, son consideradas actividades menos dañinas, pero no es así, entiéndase como ejemplos la agricultura extensiva, la ganadería intensiva, pesca ilegal, fracking o fracturación hidráulica, etc.

La minería como tal es la principal fuente de materias primas de la sociedad, llegando a entenderse a comienzos de la Revolución Industrial, que el grado de evolución y desarrollo de un país se medía en función de la cantidad de hierro que producía; esta forma de definir y evaluar las riquezas y desarrollo de un país es algo impensable en nuestros tiempos, una aberración.

Además, la minería no solo beneficia a quien la trabaja, pues todas las materias primas que producen son empleadas en industrias afines a este sector, desarrollando productos manufacturados que son cruciales en el día a día de las personas. Por tanto, esta actividad beneficia a todos pues sin ella, muy difícilmente podrías tener las grandes comodidades y desarrollos de los que actualmente gozamos.

Por dar unas pinceladas en el lienzo del desarrollo social y tecnológico, mencionar que:

  • Minerales metálicos (Hierro, cobre, plomo, magnesio, etc.)– desarrollo de industrias como la naval, ferrocarril, automovilística, cosmética, medicinal, alimentaria, etc.
  • Minerales no metálicos (nitratos, sulfatos, fosfatos, mármol, granitos, arenas, etc.)– desarrollo de industrias del tipo de la construcción, fertilizantes o en productos químicos de síntesis.
  • “Tierras raras” (Cerio, lantano, neodimio, tulio, etc.).- desarrollo de industrias dedicadas a las nuevas tecnología y comunicación.

Paralelamente, dejar mención de otro beneficio derivado de la minería, pudiendo mencionar que en aquellas zonas donde se han desarrollado dicha actividad han visto aumentar notoriamente sus poblaciones, esto ha hecho crecer la demanda de productos alimentarios, lo que ha generado un aumento en la producción agraria, pesquera y ganadera de dichas áreas poblacionales, considerándose esta situación como un desarrollo positivo en dichos sectores, potenciado y fomentado por la minería. No olvidar de creación de hospitales, escuelas, etc.

Al margen de la merecida imagen de destrozos y alteraciones que ha producido la actividad minera en décadas pasadas, en las que no existía regulación legal tan amplia como la de hoy día en materia de protección de medio ambiente, restauración de zonas afectadas por actividades mineras, sanciones medioambientales, etc., si es mi intención dejar claro que en la Ley de Minas de 1973 ya se contemplaba la protección al medio ambiente y sanciones por incumplimientos de la misma en la Legislación Española, por tanto, esta actividad es pionera en la protección y conservación de la naturaleza, la flora y la fauna.

Deseo con estas palabras, poder hacer ver a aquellas personas que niegan la crucial importancia que tiene el sector minero, que es una actividad que provoca cambios en el medio que la rodea, pero las cosas hechas con conocimiento y sabiendo hacerse no tienen por qué ser negativas para nadie; importante es aunar esfuerzos, para hacer posible el modelar conciencias y hacer entender a las grandes corporaciones mundiales que no pueden llegar a un lugar, extraerle sus riquezas y abandonarlo sin cumplir con la legislación ambiental existente, y de no cumplirse con la misma, ser sancionadas con todo el peso de la ley.

Reflexión personal: Al fin y al cabo, cualquier actividad en la vida la desarrollan las personas, son ellas las máximas responsables de la repercusión de sus actos y las únicas implicadas en los daños que se derivan de una incorrecta actuación; pero así es cualquier cosa que hagamos en la vida, ¿no creen?