La Consejería de Industria formaliza el contrato con la Universidad Politécnica de Madrid

La Consejería de Transformación Económica, Industria, Conocimiento y Universidades de la Junta ha formalizado con la Universidad Politécnica de Madrid el contrato mediante el que se elaborará la guía técnica para supervisar la seguridad de las presas de residuos mineros de Riotinto (Huelva), explotadas por la firma Atalaya Rio Tinto Minera, filial de la compañía Atalaya Mining.

Según ha indicado la Junta en una nota, dicho documento, que se deberá confeccionar en el plazo de dos meses, contendrá el procedimiento a seguir por parte de la empresa para el control de esos depósitos mineros, así como las recomendaciones y los requerimientos que en materia de vigilancia deberá cumplir la compañía.

Así, una vez elaborada, será la “primera guía” que se confeccione en España para este tipo de instalaciones, ya que hasta el momento “los protocolos de esta naturaleza únicamente se aplican a presas de agua”, ha indicado la Junta.

En este sentido, las presas de Riotinto, que iniciaron su construcción en 1974, son una de “las principales” instalaciones mineras de Europa por su tamaño, la especificación técnica de su estructura y construcción o los materiales depositados en ellas.

Precisamente, esa singularidad requiere de un control y seguimiento exhaustivo por parte de la promotora de la mina y del reporte periódico de esa evaluación a la Administración autonómica.

En este sentido, hasta ahora, los controles se han venido realizando “convenientemente” por parte de Atalaya Mining, “cumpliendo con las exigencias establecidas por la Junta, si bien no existía un protocolo, al no ser un requerimiento ni se recoge en la normativa española actual ni se contempla en las prescripciones técnicas oficiales”, ha subrayado.

De este modo, con el diseño de esta guía, la Consejería de Transformación Económica pretende una sistematización de esas labores de control y vigilancia con el objetivo de dotar de las máximas garantías de seguridad a esos depósitos de residuos.

Además, la iniciativa se enmarca en la política autonómica de prevención y seguridad minera que establece de forma periódica actualizar, innovar y mejorar los procedimientos y sistemas de control aplicados en las explotaciones, instalaciones y equipos mineros, con el fin último de minimizar cualquier riesgo de afección al medio ambiente y las personas.

Para su elaboración, el Ejecutivo autonómico ha adjudicado el trabajo a la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Minas de la Politécnica, expertos de referencia en materia de geotecnia minera. El documento de instrucciones y recomendaciones deberá reflejar los avances en materia de métodos, sistemas, equipos y tecnologías para medir la estabilidad de este tipo de infraestructuras.

Además, tendrá en cuenta el futuro proyecto de actualización presentado por Atalaya Mining para la explotación minera, que se encuentra actualmente en tramitación para su aprobación y que detalla, entre otras actuaciones, la unificación de las balsas y su ampliación.

Una vez finalizado el protocolo, se entregará a la empresa, que deberá adecuar sus actividades de supervisión al documento. Con posterioridad, la Consejería de Transformación Económica seleccionará un equipo de expertos independientes ajenos a la empresa encargado de revisar y evaluar periódicamente el cumplimiento de las directrices contenidas en la guía.

Digitalización del seguimiento

Por otro lado, entre las recomendaciones que incluirá la guía, podrá encontrarse la implantación de un sistema innovador basado en la digitalización para el seguimiento de las presas, a partir de la instalación de sensores de lectura continua, la transmisión telemática de la información y la integración de los datos en una plataforma para la toma de decisiones, conforme a las propuestas que viene haciendo Atalaya en los trabajos de coordinación conjunta con el Instituto Geológico Minero de España (IGME) y la Autoridad Minera.

En este sentido, optar por esta vía de supervisión supondría “dar un salto cualitativo de gran trascendencia en lo referente a los sistemas de seguimiento y programas de auscultación asociados a las autorizaciones mineras”, ha indicado la Junta.

Así, se pasaría de un sistema de control basado en una recogida in situ de información con una determinada periodicidad, a un sistema de toma digital de información, lo que permitiría un seguimiento continuo.

La Junta ha propuesto también la colaboración del IGME en los aspectos científico-técnicos en materia de revisión y seguimiento en tiempo real de la explotación.

Proyecto de actualización de Minas de Riotinto

Las Minas de Riotinto son una explotación de baja ley y alto tonelaje que extrae más de 15 millones de toneladas de mineral de cobre, cinc y plomo al año, para obtener más de 250.000 toneladas de concentrado metálico. La explotación genera más de 1.500 empleos directos y más de 3.000 inducidos.

La empresa promotora reinició en 2015 las labores de explotación y aprovechamiento de cobre y cinc en esta histórica mina. Actualmente, Atalaya Mining tiene en proceso de tramitación el proyecto de actualización de estas instalaciones para dar continuidad al yacimiento durante al menos diez años más, ya que se estima la existencia de unas reservas de mineral de más de 190 millones de toneladas y de unos recursos estimados en más de 250 millones de toneladas de mineral.

Asimismo, el proyecto de actualización incorpora innovaciones tales como el rediseño de la corta de Cerro Colorado, la incorporación de nuevas celdas de flotación diferencial o un súper molino de molienda autógena, con 23 MW de potencia, “el mayor de Europa de su clase”, ha señalado la Junta.

Una de las “claves” del futuro proyecto minero reside precisamente en las presas mineras, ubicadas en la carretera de Minas de Riotinto a Campofrío. Esas presas cuentan con tres depósitos conectados denominados Gossan, Cobre y Aguzadera, permaneciendo activos en este momento sólo los dos últimos y encontrándose en revegetación el de Gossan.

Estos depósitos recogen el residuo de la flotación del mineral, un material de granulometría fina, en tamaño de arenas y lamas, acompañado de un caudal de agua que le sirve de transporte como semi-sólido, según ha explicado la Junta.

Con respecto a ellas, el objetivo que persigue el proyecto de actualización es convertir los tres depósitos en uno solo, con un único muro de cierre continuo.