Los de Nerva, La Granada y Almonaster la Real (que afectó también a El Campillo y Zalamea) están incluidos en las inversiones

La Junta de Andalucía ha movilizado entre 2019 y 2022 un total de 13,5 millones de euros para ejecutar proyectos encaminados a recuperar las áreas dañadas por los incendios declarados en 2018 en el Barranco de las Veguillas de Nerva, en 2019 en La Granada de Riotinto y en 2020 en el paraje Olivargas de Almonaster la Real que también afecto a espacios en El Campillo y Zalamea La Real. También ha movilizado estas inversiones en el incendio de 2017 en el paraje Las Peñuelas del monte público Grupo Ordenador de Moguer.

El Consejo de Gobierno ha tomado conocimiento de las actuaciones de restauración forestal puestas en marcha por la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible para mejorar el estado de las zonas afectadas por grandes incendios forestales registrados en la provincia de Huelva en los últimos años, según ha informado el Gobierno andaluz por medio de una nota.

El Ejecutivo autonómico ha sostenido que de esta forma atiende las necesidades de restauración de las áreas afectadas por incendios en Huelva a través de unos proyectos que desempeñan un importante papel para lograr el buen mantenimiento y la mejora de los ecosistemas y terrenos forestales, no solo desde el punto de vista ecológico, sino también para propiciar su desarrollo económico y social.

En el caso del incendio de Las Peñuelas, las llamas afectaron a más de 10.000 hectáreas de alto valor ambiental donde es habitual encontrar especies tan emblemáticas como el lince ibérico y el águila imperial y que están incluidas en espacios naturales protegidos como Doñana, la Zona de Especial Conservación (ZEC), la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y el Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) Dehesa del Estero y Montes de Moguer.

El Gobierno de Andalucía desarrolla varias actuaciones que en total suponen una inversión de 7,4 millones de euros y contemplan medidas como la eliminación de madera quemada para evitar plagas y favorecer la futura regeneración; la erradicación de especies invasoras; el corte de restos vegetales en las zonas de influencia de lagunas y cauces; la recolección de semillas y la organización de siembras controladas.

A este siniestro se suma el registrado en el paraje Barranco de las Veguillas en agosto de 2018, donde las adversas condiciones climatológicas propiciaron que el incendio se extendiera por 1.750 hectáreas de las Sierras del Romeral, San Cristóbal y Gargantilla.

Las llamas dañaron, por tanto, áreas forestales de gran singularidad y valor ecológico ubicadas principalmente en el término municipal de Nerva, pero también en Minas de Riotinto, Campofrío, El Campillo y La Granada de Riotinto.

Casi el 25% del área incendiada forma parte de la Red de Espacios Naturales Protegidos (Renpa) bajo la figura de Paisaje Protegido de Riotinto y Monumento Natural Montera de Gossan.

Para mejorar esta zona, la Junta ha movilizado una inversión de más de 928.000 euros para tratamientos silvícolas acometidos y de protección contra la erosión hídrica, medidas complementarias encaminadas a la mejora de la accesibilidad a los rodales de actuación y actuaciones de repoblación y siembra.

En cuanto al incendio forestal que afectó en 2019 a La Granada de Riotinto, las labores de restauración ya ejecutadas por el Gobierno andaluz han conllevado la movilización de casi 1,7 millones de euros.

Por último, hace dos años se registró en la provincia de Huelva el último gran incendio. En este caso, tuvo una profunda relevancia social debido a su dimensión, por cuanto se trataba de alrededor de 10.000 hectáreas afectadas, a su intensidad y, especialmente, a las consecuencias directas sobre la población de seis municipios de la comarca natural del Andévalo y de la zona sur de la Sierra de Huelva (Almonaster la Real, Zalamea la Real, El Campillo, La Zarza-Perrunal, Valverde del Camino y El Cerro de Andévalo).

La Consejería ha puesto en marcha proyectos de restauración por un importe de más de 3,5 millones de euros que, entre otras actuaciones, contemplan la protección de la zona contra la erosión hídrica, por ejemplo, mediante la creación de albarradas y fajinas en las laderas más expuestas. De esta forma, se persigue minimizar la pérdida de suelo para poder proceder a la implantación de especies vegetales lo antes posible.

El plan de actuación del Gobierno andaluz incluye cortes de material vegetal encaminados a impedir la proliferación de plagas; el apilado y quema de residuos para evitar que aumente el riesgo de incendios por la acumulación de materiales finos; y la implantación de pastizales con especies pascícolas autóctonas en los rodales que lo requieran con el objetivo de proteger el suelo y servir de alimento a la fauna.