Hace unas semanas conocimos a su hermano, a Fernando Rodríguez Núñez, más conocido en la Cuenca Minera como Mallofret, un riotinteño nacido en Minas de Riotinto, en la calle Méndez Núñez, junto al Casino de Riotinto, en 1948. Su madre era Práxedes Rodríguez Núñez y su padre, Jesús Mallofret, aunque no lleva sus apellidos debido a que su padre había tenido un matrimonio anterior, pero convivió con él siempre, de ahí que sea conocido por todos como Fernando Mallofret.
Un riotinteño que recuerda mucho su tierra, de ahí que hayamos querido conocer también a su hermana, a Isabel Rodríguez Núñez, nacida en Minas de Riotinto hace 71 años. En su caso, nació en La Posada, para luego pasar toda su niñez en la calle Méndez Núñez. Una etapa que se desarrolló feliz y de la que recuerda a muchas personas, como, por ejemplo, la educación que recibió de Doña Felisa.
Una vida que cambió de forma radical cuando, con 19 años, se marchó a Cataluña “por una decisión de mis padres”, nos cuenta Isabel, que asegura que “me vine muy feliz y contenta, porque siempre había tenido mucha admiración por Cataluña. Era una tierra que siempre me había gustado mucho”.
En concreto, el nuevo destino de la familia de Isabel fue Sant Joan Despí, una ciudad donde conoció a su marido, natural de Castilla la Mancha. Con su marido se marchó a Tarrasa por motivos de trabajo, una ciudad en la que vive desde hace 47 años, aunque en Cataluña lleva ya un total de 53 años.
Tras casarse, esta riotinteña tuvo dos hijos, con los que ha visitado en diversas ocasiones la Cuenca Minera, para que pudieran conocer las raíces de su madre. No en vano, Isabel tiene todavía muchos conocidos y familiares en la comarca, no sólo en Minas de Riotinto, sino también en otros municipios vecinos, como Nerva.
Unos lazos que le unen con su tierra natal, a la que no olvida, a pesar de que se encuentre bien y feliz en Tarrasa. De hecho, “desde hace una década, voy todos los años a Minas de Riotinto durante las fiestas de la Virgen del Rosario”, nos confiesa Isabel. Unos días festivos que suponen para ella un momento de reencuentro con sus familiares y amigos de la zona. Jornadas muy intensas para la localidad, al recibir a mucha gente que vive fuera todo el año y que regresan por unos días.
Eso sí, Rodríguez Núñez considera que Minas de Riotinto estaba mucho más bonito durante su niñez y juventud, porque se notaba que había más movimiento económico. Por este motivo, como mensaje final, Isabel desea que “ojalá el pueblo vuelva a contar con un desarrollo económico importante, que permita que haya trabajo para toda la gente de la zona”.