Después de haber estado a punto de desaparecer, su llegada a la presidencia ha sido un revulsivo para un centro que ya tiene 700 socios y que espera recuperar en septiembre el rally fotográfico de la localidad

Nacido y criado en Nerva, Francisco José Vázquez Domínguez ostenta la presidencia del Casino de Nerva, un centro que es todo un referente cuando se habla de cultura en la Cuenca Minera, al haber cumplido ya su 120 aniversario. Más de un siglo de historia que continúa revitalizando el municipio con actividades de todo tipo, incluyendo iniciativas tan novedosas como el Certamen de Cortos que se puso en marcha el pasado año 2018 con un gran éxito de convocatoria.

Una labor que hemos conocer a través de esta entrevista a este nervense de 49 años, que se considera todo un enamorado del deporte, puesto que se siente muy orgulloso de haber jugado en los dos equipos más representativos de la localidad, el Nerva CF y el Nerva BM. Residente en Sevilla desde que, con 18 años, se marchó a estudiar a Sevilla, Vázquez Domínguez no ha roto sus lazos con su localidad natal, de ahí que asumiera el reto de mantener y revitalizar el Casino.

Un gesto de un hombre comprometido con su tierra. Casado con Ana, su pilar más importante en su vida, tiene dos hijos. A nivel profesional, todos sus trabajos han estado relacionados con sus estudios informáticos. Actualmente, trabaja en la multinacional Strugal.

-Francisco Javier, ¿por qué decide ponerse al frente del Casino de Nerva?

-A pesar de haber tenido una vida feliz, desgraciadamente tuve una etapa oscura y, en ella, conté con una persona que estuvo en todo momento a mi lado, supliendo la figura de mi padre, que había fallecido joven. Tanto para mi padre, como para esta persona, mi suegro Aurelio, que también perdimos hace unos años, el Casino del Centro era un referente en su día a día. Ante las dudas de desaparición del mismo, pensé que la mejor manera de homenajearlos era intentar que está institución siguiera adelante.

-¿Qué balance hace de este tiempo?

-Humildemente, el balance considero que es bastante positivo. Como he comentado antes, de la posible desaparición, hemos pasado a aumentar la masa social en 200 personas, rondando los 700, que es la cifra actual. Aunque suene mi nombre, yo solo soy una pieza más de un corto grupo de personas que trabajan diariamente por el buen funcionamiento de esta Sociedad. Manuel Vicente Calleja, su padre Vicente y Matías Macarro son pilares fundamentales para que esto siga adelante. Sin ellos, nada hubiese sido posible.

-Estáis trabajando mucho por mantener viva esta institución, con un amplio programa de actividades. ¿Cuál es vuestra filosofía a la hora de diseñarlo?

-Todo es posible gracias a la aportación económica de los socios. Como bien dices, el programa de actividades es muy amplio. La filosofía principal es que sea atractivo para todos los socios y socias, estas últimas ya rondan el centenar, y que, a su vez, aporte algún atractivo al resto del pueblo, de manera que consigamos que más vecinos se unan a nosotros como asociados. Intentamos abarcar todos los gustos y aficiones, después siempre vamos depurando, repitiendo lo que vemos que ha funcionado.

-Es una institución con mucha historia, puesto que el año pasado conmemorasteis el 120 aniversario. ¿Cómo lo celebrasteis?

-Actualmente, es la segunda Sociedad Cultural más antigua de España y creo que también la segunda institución más antigua de la provincia, solamente superada por el Recreativo de Huelva. El año pasado cumplía 120 años desde su fundación y, aunque se suelen celebrar de 25 en 25, pensamos que, ya que veníamos de una posible desaparición, había que celebrarlo a lo grande. Y así lo hicimos, tuvimos un fin de semana plagado de actos y homenajes para todas las edades.

-También habéis introducido novedades, como el Festival de Cortos.

-Uno de nuestros afanes es traer a la localidad actividades que la den a conocer fuera de la comarca y de la provincia. En cierto modo, ha sido el evento más costoso económicamente y que más esfuerzo ha requerido de los que hemos realizado hasta ahora, pero mereció la pena. No hubiese sido posible sin la ayuda del mi hijo, José Vázquez, del Ayuntamiento de Nerva y de Snell. Para este año, esperamos contar con más ayuda económica por parte de empresas e instituciones de la comarca y poder darle más contenido y atractivos al evento.

-¿Cómo está respondiendo Nerva a esta apuesta?

-La respuesta de Nerva está siendo gratificante y es la que nos anima a seguir luchando e innovando. El simple hecho de aumentar la masa social y la incorporación en gran número de mujeres, ya da por bueno todo esfuerzo y sacrificio.

-¿Se ha marcado algún nuevo objetivo?

-Para este año, aparte de consolidar el Festival de Cortos, vamos a celebrar el I Rally Fotográfico Centro Cultural de Nerva. Pretendemos recuperar un evento que se ha perdido en Nerva y que cuenta con numerosos aficionados en la comarca. Será a finales de septiembre y apoyándonos en profesionales y aficionados del mundo de la fotografía. Esperamos que sea un éxito.

-¿Cuáles son sus planes futuros?

-Más que mis planes, mi ilusión sería que se uniesen más personas a este grupo de trabajo, de manera que algún día pudiesen continuar lo que estemos haciendo bien y mejorasen donde nos equivocamos, que también nos equivocamos.

-¿Qué supone para usted Nerva?

-Aunque llevo más parte de mi vida fuera que dentro, sigue siendo mi tierra, de la que me siento muy orgulloso, la que me pone triste cuando veo que se la maltrata y la que me alegra todos los fines de semana cuando la veo por el Malacate de entrada a Nerva. Son mis raíces.

-Para terminar: un mensaje a sus paisanos.

-Como nervense, le doy las gracias a todos mis paisanos, que, desde cualquier asociación, club o hermandad, luchan día a día para que Nerva sea hoy lo que es a nivel de actividades, un ejemplo donde mirarse todos los pueblos, incluso los que nos triplican en población. Al resto de paisanos, que se animen, porque todos debemos implicarnos en la continuidad en el tiempo de lo que hemos conseguido.

Es una pena, que en un pueblo con el potencial que tiene, algunos confundan luchar por su pueblo a luchar por sus propios intereses. Ojalá llegara el día que todo el que da el paso a trabajar por Nerva, no fuese buscando un puesto de trabajo para él o para sus familiares. En Nerva hay gente para levantar este pueblo hasta donde se merece.