El futbolista campillero Fermín López disfruta, a sus 14 años de edad, de su segunda temporada en el F.C.Barcelona, donde actualmente milita en la Categoría Cadete B. Tras el éxito cosechado en su primera temporada, en la que acabó marcando más de 20 goles y llegó a ser el Pichichi de la campaña de invierno, López va camino de repetir éxito en esta temporada, cuando ya ha sido objeto de grandes elogios por parte de la prensa deportiva nacional, como el que recibió recientemente del diario Sport, que se hacía eco de que los entrenadores que le habían seguido antes de su llegada al Barça ya lo veían como «un chico con una calidad que sólo poseen los elegidos».
Durante sus vacaciones navideñas, el delantero campillero y sus padres, Fermín López y Dolores Marín, han abierto las puertas de su casa de El Campillo a la redacción de tintonoticias.com, que ha querido iniciar, con esta gran promesa del fútbol, su sección Con nombre propio, dedicada exclusivamente a personas de la Cuenca Minera de Riotinto que destacan de forma especial por su labor social, cultural, deportiva o profesional, tanto dentro como fuera de la comarca, una condición, sin duda, que el pequeño Fermín cumple con creces.
Pese al éxito que ha cosechado en sus primeros 15 meses como jugador del Barcelona, el Messi de El Campillo, como ya le han bautizado algunos, sigue igual de humilde que siempre y con los pies en el suelo. «Aún tengo mucho que aprender y que demostrar», asegura a este periódico. Su sueño es «debutar en Primera División, y si puede ser con el Barça, mucho mejor», pero tiene claro que, si ese sueño no llegara a hacerse realidad, lo que está viviendo ahora ya es «una experiencia espectacular e inolvidable, dure lo que dure», añade, aunque espera, eso sí, «que dure mucho».
Fermín López se siente «muy contento y muy cómodo» en el Barça, al que considera como su «segunda familia». Admite que es «un poco duro» estar lejos de su casa, «pero mi familia viene mucho a verme y yo vuelvo muchas veces de vacaciones», subraya, por lo que todo se le hace mucho más llevadero. Además, las instalaciones le «encantan» y está «muy a gusto» con sus compañeros, educadores y todo el personal del club y de la Masía, a lo que hay que sumar el hecho de que a menudo recibe la visita, junto a sus compañeros, de futbolistas del primer equipo que también han pasado por la Masía, como Messi, Iniesta o Sergi Roberto, quienes «nos dan charlas y nos motivan», asegura.
Y si contento está Fermín López más lo están, si cabe, sus padres. Les resultó «duro» estar más lejos, físicamente, de su hijo mayor, pero «nos sacrificamos porque entendemos que para él es una gran oportunidad y además es lo que le hace feliz», destaca Fermín padre, quien también está «muy orgulloso» de la «bonita» experiencia que está viviendo su hijo.
El padre del pequeño futbolista también tiene los pies en el suelo cuando se le pregunta por las posibilidades de su hijo. «Es un mundo muy difícil y con muchos obstáculos, pero llegue donde llegue, bien está», asegura, al tiempo que destaca que su pertenencia al Barça también le está sirviendo para viajar mucho y vivir muchas experiencias, lo que también «le viene muy bien para crecer como persona», destaca.
Además, el club también «se porta muy bien» con los padres de su joven promesa, que a menudo viajan a Barcelona, junto a su hijo pequeño, Juan Antonio, para estar con el mayor de los dos hermanos campilleros. «Nos facilitan el viaje y el trato personal es muy bueno», asegura el padre del jugador barcelonista, quien también está «encantado» con los cuidados y el trabajo que realizan con su hijo en la Masía. «Saben trabajar muy bien con niños de esta edad», subraya.
De hecho, la vida diaria del pequeño Fermín López en Barcelona es muy parecida a la de cualquier chico o chica de su edad que viva en su casa. Todos los días se levanta a las siete de la mañana para desayunar e ir al colegio, donde está hasta las dos de la tarde. Luego viene el almuerzo, un descanso, clases de repaso, la merienda y el entrenamiento con sus compañeros de equipo.
Trayectoria
Fermín López inició su trayectoria como futbolista con sólo siete años en el club de su pueblo, en El Campillo C.F., donde ya prometía, pues jugaba en categoría Benjamín B con un año menos que sus compañeros. Sólo un año después, a los ocho años, pasa al Recreativo de Huelva, tras lo que, en la temporada siguiente, da el salto al Real Betis Balompié, donde estuvo cuatro temporadas y fue el máximo goleador de su categoría en tres de ellas.