Facultativos del Hospital de Minas de Riotinto han constituido una asociación con el objetivo de luchar contra lo que califican como un “desmantelamiento” del personal sanitario que a su juicio está sufriendo este centro hospitalario, lo que fuentes de este colectivo atribuyen a una “mala gestión” del equipo directivo.

La primera medida adoptada por la Asociación de Facultativos del Hospital de Riotinto (AFHoR) ha sido convocar una manifestación este miércoles a la puerta del hospital, para lo que pide la participación tanto de los sanitarios como de la población, pues “nos afecta a todos”, aseguran.

Desde la asociación se quejan del estado de los medios materiales, para lo que ponen como ejemplo que el Hospital de Riotinto “no dispone actualmente de dispositivos portátiles de rayos X, fuera de servicio desde hace un mes”, lo que “obliga al traslado y manipulación de pacientes críticos que precisan radiografías”, añaden, al tiempo que consideran que ello “constituye un riesgo evitable para sus vidas”.

Asimismo, desde este colectivo denuncian el cese del responsable de la Unidad de Marcapasos del centro hospitalario tras 12 años de ejercicio, lo que, a juicio de la asociación, “compromete seriamente la disponibilidad de facultativos que implantan estos dispositivos, muy importantes para nuestra población”, añaden.

La Asociación de Facultativos del Hospital de Riotinto sostiene que esta situación se da de forma generalizada en los hospitales comarcales, desde donde, aseguran, se están trasladando facultativos a grandes centros de las capitales debido a que “grandes promociones de médicos comienzan a jubilarse” y a que los concursos de traslado han sido “muy escasos” en los últimos años.

Desde el colectivo denuncian además que los hospitales comarcales “se están abandonando en cuanto a inversiones y contratación” y que “no existe actualmente ninguna política encaminada a incentivar la contratación de profesionales en dichos centros, ubicados en gran parte en áreas lejanas y con accesos viarios de alta peligrosidad, lo que en tiempos de elevada oferta laboral los hace poco atractivos”, añaden.

Por último, señalan que “la precariedad abarca el impago de complementos, contratación de personal no cualificado (sin formación MIR en algunos casos) y la falsa promesa de una estabilidad en forma de contrato interino que nunca llega”, al tiempo que indican que “este tipo de contratos se ofertan por bolsa de forma oscura y arbitraria, sin tener en cuenta aspectos profesionales que pueden repercutir en la calidad asistencial de este tipo de hospitales”.

Para el colectivo, “la consecuencia final de todo lo expuesto es una merma considerable en la atención sanitaria”, expresada, a su juicio, en hechos como, por un lado, “el enorme aumento de la listas de espera para pruebas diagnósticas e intervenciones quirúrgicas”, y por otro, “la derivación de pacientes a centros privados y muy alejados de su población”. “Todo ello retroalimentado por la alarmante falta de sensibilidad de nuestra administración ante una situación tan grave”, concluyen.