Un mural elaborado por el alumnado del centro recuerda a la profesora

El recuerdo de Laura Luelmo, la joven profesora zamorana de 26 años asesinada en El Campillo, no sólo permanecerá para siempre en el municipio campillero, donde el Edificio Multifuncional, que sirvió de base operativa de la Guardia Civil durante los días de búsqueda de la joven, llevará su nombre, tal y como ya anunció el Ayuntamiento. También en el Instituto de Enseñanza Secundaria (IES) Vázquez Díaz del vecino municipio de Nerva, al que Laura se incorporó como profesora el pasado 4 de diciembre, será recordada para siempre.

Para ello, el instituto llevará a cabo una actuación que permanezca visible de manera permanente en el centro, aunque de momento no ha decidido qué tipo de medida pondrá en marcha para ello. No obstante, el recuerdo de Laura ya está impreso en las instalaciones del instituto, donde un mural, elaborado por el alumnado del centro y colocado en una de las dependencias del mismo, rinde ya homenaje a Laura en el que siempre será su instituto.

“Te enseñan a no ir sola por sitios oscuros en vez de enseñar a los monstruos a no serlos”, reza el cartel, en el que se aprecia la imagen que la propia Laura Luelmo utilizó en Twitter, acompañada del lema ‘Tu oportunidad eres tú’, con motivo de la reciente conmemoración del Día Internacional contra la Violencia de Género, que se celebra cada 25 de noviembre.
Durante la mañana del pasado lunes 17 de diciembre, poco antes de aparecer el cuerpo de Laura, el centro realizaba un acto en apoyo a su compañera y su familia, “sin sospechar que el trágico desenlace de esta historia se encontraba tan cerca”, manifestaron desde el centro, que quiso a continuación quedarse “con el recuerdo” de la joven.

“El recuerdo de su primer día en nuestro centro, lleno de presentaciones, nervios, nombres por aprender y, sobre todo, mucha ilusión por una etapa que comenzaba. También el recuerdo de su profesionalidad, de cómo en apenas unas horas se ganó el cariño y el respeto de su alumnado, además del aprecio de sus compañeros y compañeras. Y en definitiva, el recuerdo de alguien que, en muy poco tiempo, supo demostrar ser una extraordinaria docente y una bellísima persona… aunque claro, una cosa y la otra van necesariamente unidas”, destacaban desde el instituto.

“Tantas clases por dar, tantos cuadernos por corregir, tantos desayunos por tomar aprisa y corriendo en la cantina, tantos momentos por vivir en la sala de profesores, tanto cariño por recibir de sus alumnos… tantas cosas que se han visto truncadas de manera terrible, injusta, causando un daño que ya nada podrá reparar”, continuaron, tras lo que añadieron que “nos quedaremos con esas imágenes en las que, todos juntos, alimentábamos la ilusión por su retorno, por volver a ver esa sonrisa que recordaremos siempre”.